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Descubren miles de nuevas especies abisales en aguas profundas que nunca han visto la luz

  • Han sido descubiertas más de 17.000 criaturas
  • Extraños pulpos, crustáceos y gusanos sobreviven en las profundidades marinas
  • El Censo de la Vida Marina presentará un informe final en 2010
  • La biodiversidad de los lodos abisales es comparada a los bosques tropicales

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Vida en la oscuridad de lo más profundo del océano

Son criaturas que de algún modo logran sobrevivir en un mundo oscuro, helado, donde nunca llega la luz del Sol, a una profundidad de hasta 5.000 metros por debajo de la superficie del mar.

El Censo de Vida Marina ha inventariado 17.650 nuevas y variadas especies: pulpos, pequeños crustáceos, gusanos... La mayoría viven a base de una dieta bacteriana que surge de la descomposición del petróleo o los huesos hundidos de las ballenas muertas.

Todas estas criaturas han sido descubiertas gracias a cámaras sumergibles a gran profundidad, sónares y otras tecnologías de vanguardia.

En el trabajo ha participado un equipo de 344 investigadores de 34 países, englobados en el Censo de la Vida Marina que presentarán el informe final sobre estas especies abisales en octubre de 2010 en Londres.

Sobreviven a 1.000 metros de profundidad, donde la oscuridad impide la fotosíntesis

Según Vanden Berghe, director del Sistema de Información Biogeográfica del Océano (OBIS),  de las 17.650 especies registradas que viven a 200 metros de profundidad, unas 5.722 sobreviven a 1.000 metros de profundidad, donde la oscuridad impide que se pueda realizar la fotosíntesis.

¿Cómo logran sobrevivir?

La abundancia de vida en las profundidades se produce gracias a las corrientes rápidas que incrementan las posibilidades de los animales de encontrar comida.

"Para sobrevivir a esta profundidad, los animales deben encontrar y explotar sus escasos recursos y la gran diversidad en las profundidades demuestra una gran capacidad para adaptarse" a las condiciones extremas, apunta Robert S. Carney, investigador de la Universidad Estatal de Louisiana (EE UU).

Algunas de estas especies pueden hacer largas migraciones en busca de alimento, otras sobreviven gracias a la quimiosíntesis usada por las bacterias para producir energía en el fondo del mar sin necesidad de la luz solar. Estas bacterias que logran sobrevivir en la oscuridad son la fuente de alimentación para estas especies abisales.

Lodo lleno de vida

En los fondos abisales el lodo contiene una rica diversidad biológica que escapa a la detección mediante fotografías, ya que la mayoría de estos animales miden unos pocos milímetros y se esconden entre los sedimentos.

Los científicos comparan la biodiversidad de estos lodos a la de los bosques tropicales

"Algunos científicos comparan la biodiversidad de estos lodos a la de los bosques tropicales", explica Carney.

La mayoría de las criaturas que se encuentran en las llanuras abisales son nuevas para la ciencia.

"La fauna abisal es tan rica en diversidad que encontrar una especie conocida es una anomalía", afirma el doctor David Billet, otro de los investigadores que han participado en este trabajo. "Describir por primera vez todas las especies diferentes que se pueden hallar en una muestra del tamaño de una taza de café es un reto de enormes proporciones", añade.

Dentro de estas especies que sobreviven en la oscuridad han encontrado un extraño pepino de mar. Es verde amarillento, mientras que el resto de los pepinos marinos que se conocen son de color grisáceo o púrpura. Fue encontrado en abundancia alrededor de las islas Crozet por lo que ha sido bautizado como peniagone crozeti.

Viajes al fondo del abismo

Estos hermosos descubrimientos que rompen las barreras de lo desconocido, son el resultado de numerosas expediciones coordinadas por Censo de la Vida Marina.

Son viajes caros, que se llevan a cabo en condiciones extremas en un terreno imprenetrable hasta hace poco tiempo.

Según explica Mireille Consalvey, investigadora neozelandesa, cada expedición "es un viaje a lo desconocido, en el que a menudo los investigadores luchan para trabajar en medio con fuertes marejadas".

Los proyectos que estudian la vida abisal recorren los márgenes continentales, las ciénagas de las planicies oceánicas o grandes y profundas grietas en los océanos más profundos.

En total, más de 210 expediciones dedicadas a desentrañar los misterios protegidos por Neptuno en lo más profundo de los océanos.