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El español detenido en Honduras continuará en prisión en espera de juicio

  • Todos los detenidos, excepto Porta y un hondureño, han sido puestos en libertad
  • Se le acusa de delitos de sedición y daños agravados contra vehículos policiales
  • El abogado apelará la resolución, que considera "injusta", por "falta de pruebas"

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Prisión para el español en Honduras

Se complican las cosas para el español Antonio Porta al que la juez hondureña Silvia Torres ha decidido mantener en prisión hasta la celebración del juicio, que podría tardar entre 8 meses y un año. 

Los cargos contra Porta son por ¿sedición y daños agravados¿, tras ser acusado de participar en los disturbios que se registraron después del regreso por sorpresa del derrocado presidente Manuel Zelaya a Tegucigalpa. 

En concreto se le acusa de haber lanzado piedras, junto a otras siete personas, contra dos vehículos policiales. Porta lo niega y su abogado, Marco Tulio Amaya, asegura que la fiscalía no ha aportado ninguna prueba, tan sólo la declaración de tres policías hondureños con versiones contradictorias entre sí. 

El abogado de Antonio Porta ha explicado que presentará un recurso por la decisión de la juez para conseguir que su defendido sea puesto en libertad. 

Antonio Porta llegó a Honduras, según su propio testimonio, para conocer personalmente a una hondureña, María Antonia García, con la que había mantenido previamente un contacto por Internet. 

Porta fue detenido el día 22 de septiembre junto a otras siete personas entre las que estaba María Antonia y varios familiares de ésta. La juez que instruye el caso ha decidido liberar a seis de los ocho detenidos, incluida María Antonia García, y mantener el auto de prisión contra Antonio Porta y contra Santos Reynaldo García. 

Los cargos de ¿sedición y daños agravados¿ que se les imputan pueden conllevar una pena de entre cinco a diez años de cárcel el primero y de tres a seis años el segundo. Desde su detención, Porta está recluido en la Penitenciaria Nacional, 25 kilómetros al norte de Tegucigalpa.

La situación política, mientras, sigue complicada aunque la intransigencia del gobierno golpista parece que pierde apoyos. Varios sectores, desde empresarios a políticos, están presionando para una mayor flexibilidad y para que se busque ya una salida a la crisis, que tantos efectos negativos está teniendo. 

Incluso el jefe de las Fuerzas Armadas, General Romeo Vásquez, que fue quien expulsó a Zelaya del país, se ha mostrado convencido de que puede haber una salida a la crisis y ha pedido diálogo.

El gobierno golpista ha invitado a la misión de la OEA para dentro de una semana y Micheletti asegura seguir estudiando la derogación del estado de sitio. 

Mientras, se mantiene el toque de queda que cada día se anuncia en cadena obligatoria por radio y televisión y que está vigente ahora de diez de la noche a cinco de la mañana.