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El español detenido en Honduras niega su participación en los disturbios

  • Antonio Porta está acusado junto a siete hondureños de atacar automóviles policiales
  • Su abogado asegura que estuvo en el lugar y en el momento equivocados
  • Podría enfrentarse a una pena de más de cinco años de cárcel

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En Honduras comienza el juicio contra el español detenido durante una manifestación

El español Antonio Porta, detenido el pasado martes en Honduras bajo la acusación de participar en los disturbios posteriores al regreso del depuesto presidente Manuel Zelaya, ha comparecido este lunes en un juzgado de Tegucigalpa donde ha negado los cargos que se le imputan.

Porta, de 41 años y natural de Cádiz, está acusado de participar junto a otros seguidores de Zelaya en disturbios que desembocaron en la rotura de vidrios y el lanzamiento de piedras y otros objetos contra los automóviles de la Policía.

La Fiscalía acusa al español y a otros siete hondureños de sedición y daños agravados por hechos supuestamente ocurridos frente al Estadio Nacional de Tegucigalpa.

En el lugar y en el momento equivocados

Porta y su abogado, Marco Tulio Amaya, han asegurado que la acusación es falsa y que ni él ni sus acompañantes atacaron a los dos vehículos policiales.

Ambos explicaron que Porta había salido a buscar comida junto a una amiga suya, María Antolina García Moncada, tres hermanos de ésta, otra pariente y un amigo, porque en el hotel donde se alojaba no había, debido al toque de queda impuesto por el Gobierno de facto ante el regreso de Zelaya al país.

El español ha afirmado que "en ningún momento" participó en los incidentes, mientras que Amaya ha subrayado que "él nunca anduvo" en marchas u otras actividades de los seguidores de Zelaya, sino que "estuvo en el lugar y la hora equivocada".

Otros siete detenidos

Los detenidos, además de Porta Álvarez, son los hermanos María Antolina, Oscar Joaquín, Joel Orlando y Santos Reinaldo García Moncada; Gladys Azucena Domínguez y el amigo Víctor Adolfo Izaguirre, además de Milton Mateo Centeno.

Amaya ha sostenido que los dos vehículos de la Policía fueron dañados en otro sector de Tegucigalpa donde el martes ocurrieron disturbios después de que militares y policías desalojaran violentamente a los simpatizantes de Zelaya de los alrededores de la embajada de Brasil, donde el depuesto presidente permanece desde hace una semana.

Según el abogado, la legislación hondureña establece una pena de cinco a diez años de cárcel por sedición y de tres a seis años por daños agravados.

Se prevé que el tribunal decida este mismo lunes si los ocho detenidos continúan en prisión o salen en libertad.