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El juez Garzón dicta orden de busca y captura contra la etarra Aranalde al no acudir al juzgado

  • La etarra no ha cumplido con la comparecencia semanal ante el Juzgado
  • Garzón había admitido el recurso de la Fiscalía contra su puesta en libertad
  • Cuando la Policía fue a detenerla ya había desaparecido de su domicilio de Ibarra
  • Aranalde había quedado libre bajo fianza tras un error judicial francés

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El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha dictado orden de busca y captura contra la etarra Maite Aranalde, que se encontraba en libertad por un error judicial francés después de ser extraditada por el país galo la semana pasada, después de que no haya cumplido con la comparecencia semanal ante el Juzgado que se le había impuesto.

Así lo han informado fuentes jurídicas, que han señalado que Garzón admitió ayer el recurso de la Fiscalía contra la puesta en libertad de Aranalde y decretó su ingreso en prisión por un delito de tenencia de explosivos como miembro de un grupo de apoyo al "comando Donosti" de ETA.

Sin embargo, han añadido las fuentes consultadas, cuando las Fuerzas de Seguridad fueron a notificarla el auto de ingreso en prisión y detenerla Aranalde ya había desaparecido de su domicilio en Ibarra (Guipúzcoa).

Pese a estar acusada en España en varios procesos judiciales, entre ellas la colocación de varias bombas en gasolineras en diciembre de 2004, Francia sólo concedió su extradición por la causa en la que se la imputa el delito de tenencia de explosivos como miembro de un grupo de apoyo al "comando Donosti" de ETA.

 

Las autoridades francesas habían extraviado la Orden Europea de Detención y Entrega por la colocación de las bombas en 2004 que libró la Audiencia Nacional, que se vio obligada a repetir el trámite la semana pasada.

Por el presunto delito de tenencia de explosivos por el que fue extraditada, el juez Eloy Velasco la envió a prisión eludible bajo fianza de 12.000 euros y, tras hacer efectivo ese dinero, le retiró el pasaporte y le fijó comparecencias semanales.

Ambas decisiones de Velasco fueron recurridas el pasado viernes por la Fiscalía en reforma (ante el juez) y subsidiariamente, en apelación (ante la sala de lo penal), al considerar que existía un alto riesgo de fuga de Aranalde y que la medida cautelar de prisión provisional resultaba justificada "desde el punto de vista de la frecuencia, potencialidad criminógena e inquietud social que produce".

Varias causas pendientes en España

Por el delito por el que fue extraditada por Fancia, Aranalde previsiblemente sería absuelta, ya que la Audiencia Nacional declaró inocente en 2007 a un coimputado, Iker Olabarrieta, al que se atribuían los mismos hechos.

Ésa fue la razón por la que Velasco rechazó adoptar contra ella una medida cautelar más contundente como sería la prisión provisional, que sí podría haberse acordado en otra de las causas en las que está imputada (la colocación de varios artefactos explosivos en gasolineras de Madrid en plena operación salida del puente de la Constitución en 2004) de haber llegado la documentación de Francia.

Maite Aranalde también estaba reclamada por otra causa abierta en el Juzgado Central de Instrucción número 2 por colaboración con organización terrorista, aunque su defensa ha aportado la sentencia dictada en junio de 2008 por la Cámara Correccional del Tribunal de Gran Instancia de París que la condenó a seis años de prisión por asociación de malhechores con fines terroristas.

Aranalde fue trasladada el pasado martes desde Francia, país al que huyó en 2002 cuando se desarticuló la infraestructura del grupo de apoyo "talde K-Zelatun" y su entramado del que supuestamente formaba parte.

La presunta etarra, nacida en Ibarra (Guipúzcoa) en septiembre de 1982, fue detenida en marzo de 2005 en una localidad próxima a Montpellier en un apartamento junto a Iñaki Arietaleaniz Tellería y Haymar Altuna Ijurco, condenados también en Francia por asociación de malhechores.