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El cuerpo humano, un almacén de agentes tóxicos

  • Un centro de investigaciones catalán revela la presencia de tóxicos en el cuerpo
  • Proceden de sustancias químicas del medio ambiente y llegan a los humanos
  • Pueden provocar la aparición de enfermedades como el alzehimer o el cáncer

Por
Laboratorio de estudio
Aunque la mayor parte de las sustancias tóxicas ya no se usan ni se comercializan siguen presentes en la sociedad, alojándose en los tejidos del cuerpo humano.

El Institut Municipal de Investigacions Médiques (IMIM) ha realizado un estudio sobre la distribución de compuestos orgánicos persistentes en la sangre. Así se ha llegado a la conclusión de que los contaminantes químicos que se encuentran en el medio ambiente se alojan en los cuerpos humanos.

Los compuestos almacenados en el cuerpo proceden de residuos industriales o pesticidas usados en la agricultura que contaminan los piensos de los animales y, por tanto, la cadena alimentaria que llega a los humanos. A través nuestra alimentación  procedente de carne de ganado, el cuál se alimenta de estas plantas infectadas, hace llegar a las personas la transmisión de estas sustancias tóxicas presentes en los pesticidas y plaguicidas que se echan en dichas plantas.

Los tóxicos pueden causar enfermedades

Las sustancias tóxicas pueden ser las responsables de la aparición de enfermedades como: la infertilidad, el alzheimer, el parkinson, algunos problemas de aprendizaje en los niños, el asma, la diabetes y diversos cánceres.

La solución es un mayor control en todos los frentes implicados en el proceso. Desde el agricultor hasta el industria, pasando por el sindicalista y por la concienciación ciudadana.

El informe, que recoge el periódicoLa Vanguardia, ha sido encargado por del Departament de Salut de Cataluña, analizando muestras de sangre de 919 catalanes.

En total, ocho de los 19 compuestos tóxicos persistentes que han sido estudiados fueron detectados en más del 85% de la población catalana: el insecticida DDT y su residuo el DDE, cuatro PCB (policlorobifenilos) y los plaguicidas hexaclorobenceno y betahexaclorociclohexano (un análogo del lindano).

Aunque la mayor parte de estos compuestos ya no se usan o no se comercializan, pero siguen presentes en la sociedad. Muchos son considerados tóxicos y están prohibidos por el convenio de Estocolmo de Naciones Unidas, aunque la aplicación de este tratado está pendiente en España.

Según el director del estudio, Miquel Porta, las personas obesas y las de mayor edad son las que tienen un nivel más alto de tóxicos en su organismo.