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Los estudiantes romanos podrán comprar condones en las escuelas e instutitos

  • Se colocarán máquinas expendedoras en las universidades e institutos
  • Para muchos es un modo de frenar el SIDA
  • Para otros incita a los jóvenes a tener relaciones en la escuela

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¿Qué quieres, un refresco o un condón?  Junto a la máquina de panini y la de los refrescos, una tercera reclama su espacio en la escuela. La provincia de Roma colocará expendedoras de preservativos en los institutos y la universidad.

Esta iniciativa no puede dejar a nadie indiferente. Sus defensores aseguran de que es una medida eficaz para luchar contra el SIDA, que no se puede desestimar ninguna posibilidad para frenar la pandemia y más ahora cuando hay una percepción de que se puede producir un rebrote de la enfermedad.

Los detractores replican que a la escuela no se va a practicar el sexo y, por eso son contrarios a  colocar las máquinas de profilácticos en los pasillos del colegio porque ¿no es igual comprar un preservativo que beberse un refresco¿.

Así piensa también la asesora de la escuela de la capital, Laura Marsilio . Ella  entiende que los distribuidores de preservativos en la escuela pueden enviar un mensaje  equivocado y no alcanzar el objetivo que se fija. Para el movimiento italiano de los padres de alumnos se trata de una propuesta superficial.

Para los estudiantes es un paso importante y la Iglesia expresa su contrariedad porque, a su juicio, se banalita la afectividad.