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Betancourt emociona en la entrega de los Premios Príncipe de Asturias

  • La colombiana, premio de Concordia, ha roto a llorar al relatar su cautiverio en Colombia
  • Ha contado como supo de los logros de los premiados a través de la radio, en la selva
  • Rafa Nadal ha sido el más aplaudido de los galardonados en la entrada al Teatro Campoamor
  • El discurso del príncipe Felipe cierra la ceremonia de esta XXVII edición de los premios

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Emotivo discurso de Ingrid Betancourt

La ex candidata a la presidencia de Colombia, Ingrid Betancourt, ha emocionado al público asistente a la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, en el Teatro Campoamor de Oviedo, con un discurso en el que ha instado a "no olvidar la situación de los cientos de seres humanos que padecen la arbitrariedad y la intolerancia política".

En su discurso durante la ceremonia, "la más maravillosa de las citas" tras su liberación el pasado 2 de julio, Betancourt, galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, ha ido recorriendo los logros de los premiados contando cómo supo de ellos por la radio que escuchaba mientras permanecía cautiva de las FARC en la selva colombiana.

Así, ha comentado como siguió las victorias de Rafael Nadal , galardonado con el Príncipe de Asturias del Deporte, a través de las ondas, asegurando que "estar aquí hoy viéndolo cara a cara es como cerrar un círculo".  "Tengo una inmensa admiración por ellos", ha dicho Betancourt, que se ha visto obligada a interrumpir su discurso, emocionada, mientras relataba su cautiverio. 

En este sentido, ha recordado también a las personas que siguen en manos de las FARC: "no me sentiré totalmente libre ni feliz mientras haya alguno de mis compañeros presos en la selva", ha reiterado.

"Resignarse es morir un poco, es no hacer uso de la posibilidad de escoger, es aceptar el silencio", ha advertido Betancourt, resaltando que "nadie puede sacrificar a un ser humano en el altar de su ideología, de su religión", por lo que ha pedido a la guerrilla colombiana que abandone el secuestro y el terrorismo

Mientras tanto, ha abogado por romper "la maldición de la indiferencia" y ha instado a todo el mundo a unirse a la marcha que se celebrará en Colombia el 28 de noviembre por la libertad de los secuestrados.

El Príncipe cierra el acto

Betancourt ha precedido en la palabra al Príncipe de Asturias, don Felipe, que ha presidido el acto junto a doña Letizia y ha cerrado la ceremonia de entrega con un discurso en el que ha elogiado a todos los premiados y ha hecho un llamamiento para trabajar "unidos para estabilizar y sanear, cuanto antes, el sistema financiero internacional", ya que la crisis ha puesto de relieve "los grandes riesgos y desafíos" de la globalización.

Don Felipe ha señalado que la gestión de la globalización requiere "un gran esfuerzo de cooperación y concertación mundial", así como de un impulso "equilibrado y respetuoso con las responsabilidades de los Estados, al tiempo que audaz" para hacer frente a los retos que plantea.

El Príncipe ha pedido también unidad para enfrentar "solidariamente" los desastres naturales y las grandes emergencias, y para luchar "con eficacia y mediante los instrumentos del Estado de derecho contra el terrorismo, y contra todas las formas del crimen organizado".

Porque, según sus palabras, las realidades globales del mundo en el que vivimos "afectan a aspectos esenciales de nuestra existencia y condicionan nuestra libertad, progreso o bienestar", ya que, de momento, se carece de soluciones eficaces.

 

En ese escenario, el Príncipe ha destacado el papel de España para contribuir al esfuerzo de encauzar la globalización, dado que desde las tres últimas décadas construye su futuro "sobre la solidez de los valores democráticos y de situarse activamente en el escenario internacional".

También ha apostado, como claves para el progreso, por la educación, la innovación, la investigación y las nuevas tecnologías porque así, en esta sociedad del conocimiento en que ya vivimos, "se creará y distribuirá riqueza y se generará  empleo, una de las mayores preocupaciones de los españoles".

Nadal, el más ovacionado

Antes, como es tradición, la Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo ha recibido a Don Felipe y Doña Letizia a su llegada al Teatro Campoamor. Junto a los Príncipes, han presidido el acto el presidente del Principado de AsturiasVicente Álvarez Areces, y el presidente de la Fundación que otorga los Premios, Matías Rodríguez Inciarte. También ha asistido la Reina Doña Sofía, que, como es habitual, presencia la ceremonia desde el primer piso del teatro, en el palco real del teatro.

Los galardonados, por su parte, han partido del Hotel de la Reconquista y han llegado al teatro ovetense antes que los Príncipes. El más aplaudido ha sido el tenista Rafael Nadal, premio Príncipe de Asturias del Deporte, largamente ovacionado por la afición asturiana. 

Atwood llama "reimaginarnos"

La escritora canadiense Margaret Atwood , galardonada con el Príncipe de Asturias de las Letras, ha sido la encargada de hablar en nombre de los premiados, con un discurso en el que ha destacado el valor del arte en la sociedad y en el desarrollo de la humanidad. "Los Gobiernos que intentan suprimir el arte, no lo consiguen jamás, incluso si lo condenan a la clandestinidad, si lo ocultan, el impulso del arte es superior", ha subrayado Atwood.

"El arte cuenta historias y a través de ellas nos conocemos a nosotros mismos y a los demás", ha añadido, advirtiendo de que "en una era de especialización, solo el arte puede mostrarnos la totalidad del ser humano, en todas sus variantes".

Atwood, por último, se ha referido a la situación de crisis financiera y la crisis climática en la que a su juicio "nos hallamos inmersos"; "mucha gente teme el futuro, un futuro que casi con total seguridad traerá escasez de alimentos, suministros cada vez más menguados de energías fósiles y más pobreza e inestabilidad social", ha resaltado. "Es preciso que nos reimaginemos a nosotros mismos. Y no sólo a nosotros mismos, sino nuestra relación con el planeta que nos sostiene", dijo Adwood.

Todorov pide "reconocer la humanidad en los otros"

Por su parte, el filósofo francés de origen búlgaro Tzvetan Todorov, premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, ha centrado su intervención en los movimientos migratorios, advirtiendo de que "cada uno de nosotros es un extranjero en potencia. Por como percibimos y acogemos a los otros, a los diferentes, se puede percibir nuestro grado de civilización".

En este sentido, ha señalado que ser civilizado no significa haber cursado estudios superiores o haber leído muchos libros, sino "ser capaz de reconocer plenamente la humanidad de los otros, aunque tengan rostros y hábitos distintos".

"Los bárbaros son los que piensan que los otros, porque no se parecen a ellos, pertenecen a una humanidad inferior y merecen ser tratados con desprecio o condescendencia", ha comentado Todorov, proclamando que las personalidades e instituciones que hoy han recibido los ocho Premios Premio Príncipe de Asturias "tienen la responsabilidad de dar un paso hacia un poco más de civilización".