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Biden-Palin, la dura batalla por no dar la nota

  • Los dos candidatos a la vicepresidencia tenían un único objetivo: no meter la pata
  • Biden se ha mostrado muy contenido, mientras que Palin ha sabido defenderse
  • La gobernadora de Alaska ha vestido un traje chaqueta negro y altos tacones
  • Biden, el primero en llegar y marcharse para despedir a un hijo que va a Irak
  • Obama ha seguido el debate desde Michigan y pide vacaciones para su aniversario
  • McCain, rodeado de su equipo de asesores, ha preferido Denver para ver a su protegida

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Los dos candidatos a la vicepresidencia se saluda antes de iniciar el debate.
Los dos candidatos a la vicepresidencia se saluda antes de iniciar el debate.

Un 'sabiondo' en política internacional frente a una 'supermamá' de Alaska. Bajo estos dos clichés se han presentado en la Universidad Washington de Sant Louis los dos candidatos a la vicepresidencia de EE.UU., el demócrata Joe Biden y la republicana Sarah Palin, que han dado muestras de saber estar y, sobre todo, de saber 'politiquear'. Porque ninguno de los dos ha dicho nada que no quisiera decir, ni se ha visto contra las cuerdas en ningún impás del debate.

Lo único en lo que han coincidido los dos 'combatientes' ha sido en el objetivo de este debate: no, no era convencer. El verdadero objetivo era no meter la pata, y ambos han salido indemnes de los 90 minutos de 'confrontación'.

Bien asesorados por sus equipos, los dos han acertado en su vestimenta. Palin ha elegido un traje de chaqueta negro y unos llamativos zapatos burdeos de altos tacones. Maquillada a la perfección y luciendo sus características gafas, respecto al pelo ha optado por ir a lo seguro: un medio recogido con la melena cayéndole sobre los hombros. Un look sencillo y elegante, que no ha distraído a los telespectadores de su argumentación. Lo único que ha llamado la atención de su atuendo ha sido el enorme broche con la bandera de EE.UU. que tenía prendido en su solapa.

El mismo emblema, aunque bastante más discreto en su tamaño, lucía Joe Biden en su chaqueta. Traje negro, camisa blanca y corbata azul. Bajo esta vestimenta se ha presentado Biden, quien en reiteradas ocasiones ha lucido una amplia sonrisa -algo irrespetuosa por momentos- cada vez que Palin bajaba la vista para rebuscar en sus anotaciones. Biden fue el primero en llegar a Sant Lo uis, ciudad que abandonará inmediatamente para despedir a uno de sus hijos, que regresa a la guerra de Irak.

"Nice to meet you", vamos a pelear

Sin embargo, Palin se ha tomado su tiempo para llegar a la ciudad donde se celebraba el debate y ha acudido con su bebé en brazos, sabedora de que tiene que ejercer de supermadre también frente a las cámaras. Hasta esta noche, Biden y Palin no se conocían, razón por la que en el primer apretón de manos que se han dado se ha podido escuchar a la gobernadora pronunciar un amistoso: "Nice to meet you".

El mayor miedo de los asesores de Palin -cuyo equipo fue sustituido por el propio McCain para prepararla para este debate- era que la republicana dejara en evidencia las carencias de su inexperiencia. Pero lejos de amedrentarse ha reivindicado su capacidad e incluso ha pedido más autoridad para el cargo de vicepresidente de los EE.UU. Desde que en 1984, Geraldine Ferraro se enfrentó a Bush padre, ninguna mujer había disputado la vicepresidencia.

La moderadora, la presentadora de informativos de la PBS, Gwen Ifill, llegó por la puerta de atrás al debate. Muy criticada por el Partido Republicano, que censuraba su elección porque está escribiendo un libro sobre políticos afroamericanos, Ifill ha tenido que entrar a la sala magna de la universidad con muletas y ayudada por dos asistentes. Y es que a principios de semana se rompió el tobillo. Sus preguntas han sido directas y muy incisivas, al tiempo que ha sabido pasar de un tema a otro con gran naturalidad.

Obama pide vacaciones en su aniversario

Barack Obama ha seguido el debate entre los dos candidatos a la vicepresidencia desde un hotel en Lansing, en el estado de Michigan, sólo un día antes de celebrar con su esposa su decimosexto aniversario de boda. Para una fecha tan especial y a pesar de encontrarse en la recta final de la campaña, Obama se tomará el día libre para llevar a cenar en Chicago a su esposa, aunque ha evitado dar más detalles sobre en qué restaurante piensan celebrarlo.

Por su parte, el candidato republicano, John McCain, ha hecho lo propio desde un hotel de Denver, en el estado de Colorado, acompañado de su equipo de asesores.

Pocas horas de que comenzara el debate, en la red han colgado un capítulo de Los Simpsons, que se emitirá sólo dos días antes de las elecciones, en el que Hommer acude a un colegio electoral para votar por Obama, pero la máquina electrónica que computa los votos le impide dar su apoyo al gobernador de Illinois y le obliga a votar seis veces a John McCain.