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Detenidos en Pekín cuatro activistas pro Tíbet que querían protestar al paso de la antorcha

  • Son dos británicos y dos estadounidenses, entre 23 y 34 años, que estaban en China como turistas
  • Han conseguido desplegar pancarcas de apoyo a la independencia del Tíbet
  • La organización Estudiantes por un Tíbet Libre (SFT, en inglés) ha reivindicado el acto
  • Los hechos se producen un día después de que el Gobierno chino aumentara la seguridad
  • En España, la Audiencia Nacional investigará la responsabilidad por las muertes del Tíbet

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Cuatro detenidos por protestar en Pekín

Dos británicos y dos estadounidenses, de entre 23 y 34 años, han sido detenidos esta mañana tras desplegar pancartas en apoyo a la independencia del Tíbet cerca del Estadio Nacional, pocas horas antes de la llegada de la antorcha olímpica a Pekín y a dos días de la inauguración de los Juegos. La organización Estudiantes por un Tíbet Libre (SFT, en inglés) ha reivindicado el acto.

El hecho tiene lugar cinco meses después de que en el Tíbet se produjeran las más importantes protestas contra China en dos décadas, con entre 20 y 200 muertos. Precisamente este martes, la Audiencia Nacional ha abierto diligencias para investigar la responsabilidad en estos hecho -que podrían ser un crimen de lesa humanidad- de siete dirigentes chinos, entre ellos dos ministros.

La organización Estudiantes por un Tíbet Libre (SFT) infoma en un comunicado de las identidades y edades de los activistas detenidos: Iain Thom, de 24 añor, procedente de Escocia; Lucy Marion, de 23, inglesa; Phill Bartell, de 34 años, de Nueva Jersey (EE.UU.); y Tirian Mink, de 32, y procedente de Oregon (EE.UU.).

La organización SFT está considerada por las autoridades chinas como una organización separatista radical, los cuatro activistas consiguieron desplegar esta mañana dos pancartas de 42 metros cuadrados cada una en las inmediaciones del Estadio, conocido como El Nido.

En una de las pancartas podía leerse en inglés "Un mundo, un sueño: Tíbet libre", un lema que mezcla el olímpico con el de los activistas pro tibetanos; y en el segundo "Tíbet será libre", en inglés, y "Tíbet libre", en mandarín.

Los actos promocionales previstos cerca del estadio han sido cancelados y trasladados a otros lugares de la capital. Este hecho se produce un día después de que este martes, China aumentara la seguridad anti terrorista con unas medidas que en algunos casos limita el libre movimiento de los periodistas, que para informar desde la plaza de Tiananmen -en Pekín- tendrá que ir escoltados.

Dos versiones distintas

Según esta organización, los cuatro han conseguido desplegar la pancarta durante casi una hora hasta que ha llegado la policía y los ha detenido, y en estos momentos se encuentran en "paradero desconocido".

La agencia oficial de noticias Xinhua señala, por su parte, que el acto disidente ha durado apenas unos minutos hasta que llegó la policía y "se llevó a los extranjeros", que habían entrado en el país asiático con visados de turista.

En su comunicado, SFT señala que con este acto "los tibetanos y sus seguidores en todo el mundo condenan el intento del Gobierno chino de usar los Juegos de 2008 para cubrir su ocupación del Tíbet y su actual campaña de represión sobre los tibetanos que luchan por sus derechos básicos y libertades".

Pekín ha reiterado en los últimos meses que grupos como el Congreso de la Juventud Tibetana (TYC, en inglés) o la Asociación de Mujeres Tibetanas (TWA), además de los uigures musulmanes que habitan en el oeste del país, habían amenazado con sabotear los Juegos, por lo que se han aplicado medidas de seguridad masivas en todo el país.

Las tropas chinas entraron en el Tíbet, una región que disfrutó de periodos de autonomía en el pasado, en 1950 y nueve años más tarde el Dalai Lama, líder espiritual y político tibetano, se exilió en Dharamsala (India) tras un levantamiento fallido contra el régimen comunista.

Desde marzo, representantes del Gobierno central y del Dalai Lama mantuvieron dos encuentros para limar sus diferencias con vistas a la cita olímpica y después de las manifestaciones tras las cuales Pekín reaccionó con una represión militar que desató una oleada de críticas.