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Djokovic anula la reacción de Nadal y gana un épico Open de Australia

  • El serbio se impone 5-7, 6-4, 6-2, 6-7 y 7-5 tras más de cinco horas
  • Es el quinto título del Grand Slam para el actual número uno del mundo
  • El español lleva siete finales consecutivvas sin ganar a 'Nole'
  • Así hemos contado el Djokovic - Nadal | Datos y estadísticas

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El serbio posó con el trofeo de ganador conseguido en el Open de Australia 2012.

Novak Djokovic revalida el título del Open de Australia, después de vencer a Rafa Nadal en una final épica, al límite, la más larga de la historia del Grand Slam superando las cinco horas y 53 minutos (5-7, 6-4, 6-2, 6-7 y 7-5).

En números, el serbio prolonga su buena racha frente a Rafa con siete finales consecutivas ganadas. Es el quinto Grand Slam para 'Nole', su tercer Open de Australia, mientras que el manacorense se queda a las puertas de su undécimo grande en su decimoquinta final.

El público de la Rod Laver Arena quería ver el fin de la hegemonía de 'Nole' y se veían más pancartas de apoyo para el español. El mítico jugador que da nombre a la pista hizo su aparición con el trofeo y el respetable, en su mayoría, suspiraba porque se lo llevara Rafa.

Pero el número uno del mundo hizo caso omiso de las preferencias de la gente y supo anular la encomiable reacción de Rafa, que puso toda la carne en el asador para llevar el partido hasta la extenuación cuando se vio contra las cuerdas.

Más de una hora, en concreto y 20 minutos, duró el primer set. Los dos mejores tenistas del mundo se estudiaron, sin desdeñar el ataque, hasta que en el quinto juego Rafa se fue hacia arriba para lograr la rotura.

Djokovic se desesperaba por sus propios errores, sobre todo con la derecha, pero la rotura hirió al jabato que lleva dentro y atacó el servicio del balear, que se las vio y las deseó para consolidar.

Se puso 4-2 Nadal, pero salvando dos puntos de 'break' en un duro intercambio en el 'deuce'. Sin embargo, la reacción del serbio tuvo sus frutos y se vio recompensada con un 4-4 que se antojaba peligroso. Otra vez salvó dos bolas de rotura Rafa, pero a la tercera no pudo con el empuje de 'Nole'.

De nuevo tocaba batallar. El cambio de ritmo de Djokovic sacó momentáneamente de la pista a Nadal, pero el número dos del mundo demostró fortaleza mental por fin al volver a romper en el undécimo juego.

Su derecha invertida hacía mucho daño, pero delante tenía al número uno. El belgradense tuvo arrestos para levantar dos bolas de set en el siguiente juego, aunque no pudo hacer nada con la tercera al mandar el resto fuera. Primer set para Rafa, algo que no sucedía desde la final de Miami 2011 en los partidos entre ambos.

Bajón de Rafa

Los nervios le jugaron una mala pasada a Nadal en el segundo set, porque lo perdió por una serie de altibajos. Comenzó algo relajado y vio cómo se ponía el serbio con 1-0 y dos puntos de rotura en el segundo juego. Primer toque de atención para despertar y salvar su saque.

Pero 'Nole' se veía más dentro de la pista y menos errático que en el parcial anterior y se puso 4-1 por delante gracias a una rotura en el cuarto juego y sacando de la pista a Rafa.

Aún así, el manacorense tuvo una gran reacción salvando hasta tres puntos de set, el primero con su servicio y 5-3 en el marcador. Más mérito tuvo levantar los dos que tuvo Djokovic con su saque para después romperle y poner más emoción si cabía en el partido.

Sin embargo, cuando mejor lo tenía desperdició su ventaja para ponerse 5-5. Bien es cierto que el 'ojo de halcón' salvó una bola fuera de Djokovic que habría supuesto el juego para Rafa. En el 'deuce' posterior el español regaló el set con una doble falta, pero también se vio un gran punto del serbio con un 'passing' de revés a la subida de su rival.

Djokovic no se crecía, se agigantaba. Lo peor para Nadal es que se repetían los gestos de impotencia y de frustraciónfrente al muro serbio. En el tercer set 'Nole' resolvió con cuatro juegos en blanco, uno de ellos al servicio de Rafa para cerrar el parcial. Mientras el número uno no sufría para defender su saque, el número dos sudaba mares para ganar los dos suyos.

Iba descendiendo el número de golpes ganadores de Nadal, la raqueta parecía que le pesaba en las manos y sus derechas no tenían la misma pólvora que en el primer set. Djokovic recuperaba la iniciativa en el juego en el marcador y tocaba reaccionar en el cuarto para alargar el partido.

Nadal reacciona

La épica volvió. Nadal hizo caso de los rezos de sus seguidores y sacó la casta. Volvió a ser el Nadal agresivo que él mismo reclamaba. Aún así, hizo falta otra hora y 28 minutos para doblegar a Djokovic en el 'tie break'.

No hubo roturas en este cuarto set. Eso sí, hubo ocasiones de romper y las tuvo Djokovic; en concreto, tres. Era el octavo juego y el serbio tenía un 0-40 a su favor. El año pasado habría sido el fin del partido, pero Nadal ha dejado claro que este año va a ser diferente y reaccionó.

El mejor juego del partido sirvió para ver la reacción del manacorense. Igualdad a cuatro juegos y un descanso otorgado por la lluvia mientras se cerraba el techo y secaban la pista. No se enfriaron los tenistas, que siguieron manteniendo un duelo a muerte. Y es que 'Nole' no bajaba el ritmo, pero enfrente tenía a un Nadal que se ponía a su nivel.

El 'tie break' fue de infarto, con alternativas en el marcador para ambos. Lo tenía en la mano el de Belgrado, pero le pudo la tensión y regaló demasiados errores con su derecha. De un 3-5 a su favor en la muerte súbita pasó a un 7-5 y set para Nadal. Ganara quien ganara en la manga definitiva, la final ya era un regalo para la vista.

Termina la 'maratón'

Podía ganar cualquiera de los dos, ambos hicieron méritos suficientes. Pero es Djokovic el que sigue teniendo la suerte a su favor. Lo tuvo en la mano Nadal con una rotura en el sexto juego, 4-2 a su favor, pero el serbio le dio la vuelta a la tortilla e hizo el 'contrabreak'.

La clave estuvo en un 'passing' de revés que intentó Rafa con 30-15 a su favor, pero se marchó fuera por milímetros. Del posible 40-15 al 30-30 y aire para el número uno del mundo, demasiado aire.

Con las fuerzas justas después de cinco horas de partido ninguno de los dos daba su brazo a torcer. El intercambio de golpes era casi mortal; una muestra fue el peloteo de nada menos que 31 golpes en el noveno juego. Por cierto, lo ganó Nadal.

Los dos corrían a todo y devolvían casi todo, pero fue Djokovic el que rompió de nuevo el servicio en una manga en la que no había 'tie break' y se antojaba vital. Fue en el undécimo juego y ya había escaso margen para reaccionar.

Ganó Djokovic, pero el desgaste fue tal que los dos tenistas tuvieron que seguir la ceremonia previa a la entrega de trofeos sentados en una silla del cansancio enorme. Nadal dio la enhorabuena al vencendor, pero se va con buen sabor de boca y la sensación de haber encontrado el camino para volver a ganar al actual número uno.