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La FIFA amenaza al dueño de un bar por pintar un balón

  • Podría sufrir una condena de 12 meses de cárcel y 1.500 euros de multa
  • "El balón lleva en la ventana más de 10 meses. ¿Por qué ahora?", dice el dueño

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La FIFA está irritando a los sudafricanos con sus restrictivas normas sobre derechos.
La FIFA está irritando a los sudafricanos con sus restrictivas normas sobre derechos.

La FIFA ha amenazado al dueño de un restaurante de Port Elizabeth, en el sur de Sudáfrica, con denunciarle por pintar un balón de fútbol acompañado de un 2010 en la ventana de su establecimiento y advertido que podría sufrir una multa de 1.500 euros al día y a 12 meses de cárcel si no lo quita.

Según informó el diario local Die Burger, el dueño del restaurante "Guido's", Chris van Heerden, aseguró que "no sabía que pintar un balón de fútbol fuera contra la normativa y las leyes publicitarias de la FIFA".

"El balón lleva en la ventana más de 10 meses. ¿Por qué esperan hasta ahora para quejarse?", dijo van Heerden a Die Burger.

Diversos medios y particulares sudafricanos han manifestado su indignación porque la FIFA ha considerado los balones de fútbol, el año 2010 e incluso la bandera sudafricana como un patrimonio comercial propio, con el apoyo del Gobierno.

La irritación también ha surgido de la instalación por el Estado sudafricano de tribunales especiales para tratar de asuntos relacionados con el Mundial o quejas de la FIFA en pocas horas, cuando los ciudadanos sudafricanos, en muchos casos, tardan años en ser atendidos por la Justicia.

El dueño del restaurante contó que representantes de la FIFA y agentes de la Policía visitaron su establecimiento la semana pasada y le instaron a quitar, además del balón, una bandera sudafricana, que llevaba en los bordes impresas los emblemas de todos los países que participan en el Mundial 2010.

"Me dijeron que tenía que quitar la bandera de la ventana de mi local porque era una deshonra para el emblema sudafricano. Yo acepté y la quité inmediatamente", afirmó van Heerden.

El propietario recibió más tarde una carta del coordinador local de la protección de derechos de la FIFA, que afirmaba que si se le denunciaba y era declarado culpable, tendría que pagar a una multa de 10.000 rand (unos 1.000 euros) y pasar 6 meses en prisión, que se convertirían en 1.500 euros y 12 meses si se resistía a borrar el balón.

"Me pregunto dónde pone los límites la FIFA. Hay muchos negocios que utilizan el balón de fútbol y el '2010'", dijo van Heerden a Die Burger, quien añadió que antes del Mundial no recibió ninguna visita de representantes del comité organizador local para informarle de las restricciones.

"De ninguna manera puedo pagar ahora una multa", se lamentó van Heerden, que señaló que utilizó el balón como reclamo porque la calle en la que se encuentra su restaurante está en obras, lo que ha provocado unas pérdidas de 10.000 euros.

Por su parte, Delia Fischer, portavoz de la FIFA, dijo que la organización comentaría sobre el asunto una vez hubieran obtenido información del incidente.