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Edurne Pasabán pisa la cumbre del Shisha Pangma y logra así su 14 ochomil

Más información en: Los 14 'ochomiles' de Edurne Pasabán 

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Al filo - Edurne pisa la cumbre del Shisha Pangma

Cuando el reloj marcaba las 7.52 de esta mañana, siete horas después de haber abandonado las tiendas del campo 3, la montañera española Edurne Pasaban ha alcanzado la cumbre del Shisha Pangma, culminando así la carrera por subir los 14 montes de más de 8.000 metros del planeta.

La tolosarra desciende ahora, junto al resto de compañeros de expedición de Al Filo de lo imposible y tres alpinistas italianos que la han acompañado a la cumbre, a las tiendas donde podrá descansar. Si todo sale según lo previsto, la idea de la expedición es aprovechar al máximo posible las horas de luz en la montaña e intentar llegar hoy mismo hasta el campo base.

Para tener las mayores posibilidades de éxito en el ataque a cumbre, el equipo decidió subir  por la cara norte, por la variante de la ruta normal que abrió el montañero Iñaki Ochoa en 2006. Se trata de un camino un poco más largo y que pasa por debajo de algunos seracs de hielo, pero les llevaba directamente a la cumbre principal y se encontraba menos cargada de nieve que la ruta original. 

Las etapas hasta el Campo 1 y el 2 no les supusieron problemas físicos importantes. El paso al Campo 3, el domingo, una marcha ininterrumpida de cinco horas y media, fue un poco más dura puesto que tuvieron que pasar alguna zona delicada sin fijar cuerdas. Edurne Pasabán finalizó esta penúltima etapa con molestias en el cuello. Su ánimo y espíritu de superación ha pasado por encima de las dificultades y les ha permitido pisar la cima del Shisha Pangma a primera hora de esta mañana, siete horas después de abandonar las tiendas del Campo 3.

Cumbre en un día inmejorable

La expedición se puso en marcha en torno a las seis de la madrugada hora local, dos horas más tarde de lo previsto inicialmente, tras una noche bastante agitada, en la que ruvieron que echar una mano a los componentes de otra expedición. "Después de un poco de preocupación por la aparición en las últimas horas de ayer de un viento frío e intenso, la noche comenzó bien al notar que el mismo amainaba. Sin embargo, a la 01.00h. se produjo la sorpresa: a esa hora llegaron algunos componentes de la otra expedición española con problemas de frío. Sin dudarlo un instante, nuestro equipo les acogió en sus tiendas, lo que retrasó un poco la salida", explica David Pérez, de Al Filo, desde el campo base.

"Esto supuso un retraso en la hora de salida prevista: en lugar de comenzar el ataque a las 04.00h., fue finalmente a las 06.00h. cuando Edurne, Asier y dos sherpas se partieron en cabeza abriendo huella, seguidos de cerca por Alex, Nacho y otros dos sherpas. Querían marcar el ritmo para no estar sujetos a otros retrasos", relató.

En torno a las 9 de la mañana hora española (las 12.45 del mediodía en Nepal) Edurne, Asier, Alex, Nacho y los sherpas ya estaban de regreso en el collado, tras pasar la parte más difícil y peligrosa del descenso. Ahora les quedan unas dos horas para llegar a las tiendas del campo 3, donde se rehidratarán y descansarán un poco y decidirán si siguen descendiendo hasta el campo base o se quedan allí a pasar la noche.

En el Campo Base, David Pérez recogía las palabras de una emocionadísima Edurne desde la cumbre. La montañera ha dado las gracias a todos sus apoyos ("familia, amigos, compañeros que se han quedado en el camino"), después de muchos años de trabajo. "Gracias a todos de corazón. Os quiero un montón", ha dicho casi entre lágrimas. 

"A la quinta será la vencida"

Es la frase que más ha repetido Edurne en los últimos días, consciente de que en las otras cuatro ocasiones en que ha venido a esta montaña se ha ido sin pisar su cumbre. El Shisha no es de los ochomiles más altos (con 8.027 metros, es el ochomil más bajo) y tampoco es de los más difíciles, pero se le ha atragantado en varias ocasiones a Edurne.

Pero esta vez ha sido la buena. Tras pasar casi tres semanas en el campo base esperando que los fuertes vientos y nevadas les dejaran una oportunidad, la expedición de Al Filo ha logrado hacer cumbre en el primer ataque que han hecho a la montaña.  Al pisar la cumbre del Shisha, Edurne no sólo entra en el exclusivo club de los alpinistas que tienen las 14 cumbres más altas del mundo, sino que además figurará para la historia como la primera española que lo consigue.

En cuanto a la pelea por ver quién es la primera mujer que sube los 14 ochomiles, la surcoreana Oh Eun-Sun ganó en principio la carrera al hacer cumbre hace dos semanas en el Annapurna.

Sin embargo, unos días antes de que lo hiciera una de sus cumbres anteriores, el Kangchenjunga, fue catalogada oficialmente como "dudosa" puesto que no se ha podido confirmar que efectivamente Miss Oh hiciera cumbre en esa montaña, con lo que sus 14 ochomiles siguen teniendo esa consideración de "dudosos" para muchos, y mientras la coreana no aclare lo que pasó en el Kangchenjunga, es Edurne la primera mujer en subir, sin ninguna duda sobre sus expediciones, los 14 ochomiles.

37 años de montaña

37 años dedicados a la montaña  Edurne Pasaban (Tolosa, 1973) no creció pensando que dedicaría su vida a la montaña. En su Tolosa natal comenzó a salir al monte de jovencita, pero no fue hasta que terminó sus estudios de Ingeniería Técnica Industrial y fundó más tarde su propio negocio  -un restaurante y alojamiento de turismo rural, 'el Abeletxe'- cuando empezó a enamorarse profundamente de ese sentimiento de vitalidad que le da estar en las montañas.

Empezó a salir al monte con su primo Asier (con quien hoy ha subido tambien al Shisha), primero en los Pirineos, luego en los Alpes, y poco a poco fue enfrentándose a retos mayores hasta que en 2001 se fue de expedición al Everest, y vino con la cumbre debajo del brazo.

Los 'ochomiles'

Luego vinieron el el Makalu, el Cho Ouy, el Lhotse y el Gasherbrum I y II, en los que la española ya participó junto a expediciones de Al Filo... y la lista de ochomiles fue ampliándose hasta que en 2004 la tolosarra se fue junto al equipo de Al Filo al K2. Allí también hizo cumbre, pero la dramática bajada -que le costó serias congelaciones a ella y a Juanito Oiarzábal- la dejó tan tocada que Pasaban pasó luego varios años sumida en una depresión de la que finalmente fueron sus montañas queridas la que también la sacaron.

En 2007 volvió Edurne al Himalaya, ya con un objetivo claro en la cabeza: terminar los 14 ochomiles. Y en 2010, con el Annapurna primero y el Shisha Pangma después, la española lo ha conseguido. Ahora es tiempo de buscar nuevos retos.