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Una nueva ronda de negociaciones de paz entre el Gobierno y la oposición siria ha terminado sin avances, con posiciones enfrentadas y ante la preocupación de la ONU por la falta de acuerdo político mientras prosigue la crisis humanitaria causada por la guerra civil. "Estoy gravemente preocupado por la situación sobre el terreno en todas sus dimensiones: política, de seguridad, humanitaria y de derechos humanos", ha advertido ante los medios el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura. El desacuerdo entre el régimen de Bachar al Asad y oposición en Siria se ha visto agravado ante el anuncio de la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), el principal grupo opositor, que no participará en la conferencia de paz organizada por Rusia en Sochi el próximo lunes y martes.

  • Turquía recrudece su ofensiva para desalojar a las milicias kurdas del norte de Siria
  • RTVE.es habla con un residente kurdo de Afrín en plena ofensiva
  • Cuarenta y seis millones de kurdos apátridas reclaman un Estado propio
  • Las milicias kurdas del YPG han sido claves en la guerra contra el E.I. en Siria
  • Siria y su caótica guerra se han convertido en el marco de conflictos superpuestos

El secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, ha urgido al Gobierno turco a moderar su ofensiva militar en territorio sirio tras el ataque a las milicias kurdas hasta ahora sus aliadas en Afrín, localidad kurdo-siria fronteriza con Turquía. Según Mattis la acometida de Ankara, iniciada hace cuatro días, interrumpe el regreso pacífico de los refugiados sirios y podría desencadenar en una nueva crisis humanitaria. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, insistió este martes en que su país continuará "hasta la victoria" su operación militar contra milicias kurdas, en una campaña en la que han muerto al menos dos soldados turcos.

El protagonismo y el mérito de las milicias kurdas del YPG contra el Estado Islámico en la guerra de Siria es incontestable. Pero un conflicto bélico es ante todo una enorme tierra de nadie, en la que los logros militares del presente pueden travestir, o condonar el pasado dudoso de un actor. Es la situación a la que se enfrenta la comunidad kurda, particuarmente las milicias del YPG, respecto a Turquía, su enemigo natural y secular, y EE.UU., potencia de la que se ha convertido en extansión material en el país árabe, a través de la financiación y el apoyo institucional. La guerra prosigue en Siria, y, con vistas al futuro inmediato, Ankara se posiciona para impedir que tras el fin del conflicto se encuentre frente a una comunidad kurda avalada, reconocida y premiada internacionalmente por sus logros oficiales contra el yihadismo del E.I. en la región. Mientras tanto, los combates prosiguen y las tropas turcas, en el contexto de la guerra, insisten en atacar Afrín.

Siria vuelve a Fitur tras siete años de ausencia obligada por una guerra que aún no ha concluido. A pesar de la destrucción de y de los combates aún en curso, el Gobierno sirio trabaja para reconstruir la que fuera floreciente industria turística siria. "En 2010, antes de la guerra, recibimos ocho millnes y medio de visitantes", explica a RTVE.es Bassam Barsik, jefe de marketing del ministerio de Turismo sirio. "En 2017, solo llegaron 1,3 millones", añade, cifra sorprendente teniendo en cuenta la crudeza el conflicto bélico que asola el país. "Aún llega a Siria turismo religioso y turismo cultural", aclara Barsik, quien hace un llamamiento a los viajeros para que visiten su país y de este modo contribuyan a la reconstrucción económica. Fitur es la segunda feria en la que Siria vuelve a promocionar el turismo en Europa, tras hacerlo en Italia el verano pasado.