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Las cuatro muertes registradas durante el paso de la borrasca Nelson en las últimas horas en Asturias y Tarragona tienen algo en común: fueron ahogamientos en el mar. Y, más de un caso, se estudia si fruto de la imprudencia. Las autoridades recuerdan que hay que redoblar la seguridad cuando hay temporales y más al hacer turismo.También recomiendan que hay que informarse sobre los riesgos que existen en los sitios que vamos a visitar.

El viento y la lluvia son los principales protagonistas de esta Semana Santa prácticamente en toda España, aunque se espera que la ocupación hotelera no se vea muy afectada. Santiago Vallejo, vicepresidente de la Mesa del Turismo de España, ha confesado en el informativo 24 horas que la mala climatología que ha traído la borrasca Nelson ha provocado que no haya tantas reservas de última hora como se esperaba. Por tanto, Vallejo ha explicado que todo apunta a “unas previsiones de ocupación media del 75%-80% en toda la Semana Santa."

Santiago Vallejo ha asegurado que “el sector turístico de España está en su mejor momento.” Dejando atrás dos años malos debido a la pandemia, asegura que 2023 “fue un año récord de llegada de turistas con 85 millones” y que en 2024 “se prevé buenas cifras."

Para muchos, las vacaciones han empezado este jueves y eso se ha notado en las carreteras. Se han visto muchos desplazamientos en las carreteras españolas, y muchos de ellos en dirección a la nieve, que ante la previsión de temporal, el turismo de esquí ha aumentado esta semana.

Dos personas han muerto este jueves ahogadas cerca de la playa del Miracle de Tarragona después de que una de ellas, un menor de 16 años, ha caído al mar y un adulto, de 32 años, ha saltado al agua para intentar rescatarlo, en medio de un fuerte oleaje. Con estas dos víctimas, son cuatro las personas que han fallecido hoy en distintos puntos de la costa española, en una jornada de fuerte viento y oleaje, ya que en Asturias también han fallecido un turista en San Esteban de Pravia y una mujer de Cudillero tras caer al mar y ser arrastradas por las olas. La presencia de la borrasca Nelson ha dejado avisos en casi todas las comunidades autónomas.

Este Jueves Santo la lluvia le ha dado una tregua a Málaga donde han podido celebrar el desembarco de la Legión y el traslado del Cristo de Mena. A las 10:00 de la mañana el buque "Contramaestre Casado" de la Armada ha desembarcado y la reina emérita ha pasado revista a las tropas, a pesar de la lluvia y el viento. Esta es una de las procesiones más esperadas y, por fin, los 200 legionarios han podido cantar al cristo de la buena muerte en la explanada de santo domingo.

La borrasca Nelson está dejando fuertes rachas de viento y lluvias por toda España y ha provocado la suspensión de varias procesiones. En Las Mañanas de RNE hablamos con Paco Pardo, artesano de dorado y restaurador: ”El dorado es una sustancia que se pega con agua y al tener contacto con la humedad se puede desprender, lo que sufre un trono al caerle agua es bastante, así como los bordados y las artesanías.

Los pasos procesionales tienen siglos y han ido aguantando a lo largo de la historia “pese a que antes no teníamos partes meteorológicos” recuerda Paco Pardo y añade que “con todos los adelantos que tenemos hoy en día y teniendo en cuenta que el patrimonio tiene una importancia vital en Semana Santa, podemos tomar decisiones mucho más acertadas”.

A causa de este temporal, el artesano aboga por la prudencia: “Yo no me lo pensaría, no pondría una cofradía en las calles con este clima tan incierto al igual que con las imágenes, el cambio de temperatura y tiempo es un desgaste innecesario”.

¿Cómo se protege este patrimonio fuera de Semana Santa? Paco Prado explica que este es un trabajo que se debe realizar a lo largo del año: “Los artesanos concienciamos a las hermandades de que deben tener un mantenimiento constante” y recuerda que este es un negocio del que viven muchas familias.

España registra una caída progresiva de personas que se consideran agnósticas, ateas o no creyentes. Según un estudio realizado por la Fundación Ferrer Guàrdia, el 41% de los españoles dice ser indiferente a la religión. Estos datos se contrarrestan con la afluencia registrada en las procesiones estos últimos años. En Las Mañanas de RNE hablamos con Hungría Panadero, socióloga y directora de la fundación que ha realizado este estudio: “Desde 1977 el dato de no creyentes ha pasado de un 8 -10% a un 40-44%”

El estudio muestra que hay una diferencia por edades y por sexos entre las personas no creyentes. “Las nacidas después de 1977 son las menos religiosas en un mayor porcentaje [...] lo que representa un 50-60%” señala la socióloga y añade que “las mujeres presenta un índice más elevado de religiosidad, pero también depende de un tramo generacional, las mujeres mayores son más religiosas”.

¿La Semana Santa es religión o tradición? Hungría Panadero analiza los datos obtenidos en el estudio: “Cuatro de cada diez personas no son creyentes y las otras seis son católicas, de estas seis dos son practicantes, y de las cuatro personas restantes suponemos que hay una gran mayoría que son creyentes culturales” y explica que todas las personas nacidas partir de 1977 han sido bautizadas socialmente, además de realizar otros acontecimientos religiosos como bodas o comuniones. Esto derivaría en que haya "una sociedad que se declare tradicionalmente católica a nivel cultural, pero que no manifieste su religión” cuenta Panadero.

La investigadora considera que la sociedad está cambiando: “Está avanzando a pesar de que la Iglesia Católica todavía mantiene unos privilegios económicos, jurídicos y educativos, pese a todos esos privilegios, socialmente la religión va perdiendo cada vez más fuerza”.

Nubarrones en el cielo y en la caja de algunos locales de Granada. Ni terrazas ni hoteles: la lluvia de estos días ha aguado sus previsiones para Semana Santa. Esperaban un 90% de ocupación, pero las cancelaciones rebajan 20 puntos este dato. En Córdoba, los turistas se han encontrado también con una invitada poco habitual en la ciudad.

La patronal española de hoteles admite que el mal tiempo podría empeorar el 85% de ocupación media prevista. En Málaga, por ejemplo, con peores previsiones a las del año pasado, los establecimientos están registrando cancelaciones de última hora.