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En julio de 1995, poco antes del final de la guerra de Bosnia, más de 8.000 bosnios musulmanes fueron asesinados en la ciudad de Srebrenica por el ejército serbobosnio. Una masacre, un caso de limpieza étnica que marcó un antes y un después en la contienda, y se convirtió en una de las mayores vergüenzas de Europa. La zona estaba protegida por las Naciones Unidas y era considerada zona segura por su mayoría musulmana. Se instaló una base de cascos azules holandeses que ese verano, estaban en cuadro por las vacaciones. El ejército, comandado por Ratko Mladić, aprovechó ese momento para masacrar a la población y llenar unas 20 fosas comunes. Todavía hoy no ha sido posible dar nombre a todas las víctimas. Años después, las mujeres que perdieron a sus familiares, crearon una organización para pedir justicia: las madres de Srebrenica.

Holanda y Naciones Unidas tuvo que explicar la inacción de los cascos azules en la ciudad, llegando hasta la dimisión de todo el ejecutivo holandés. Esta matanza llegó al tribunal penal de crímenes para la antigua Yugoslavia. Durante años, los responsables huyeron pero finalmente Ratko Mladić y Radovan Karadžić fueron condenados a cadena perpetua.

Un reportaje de Aurora Mínguez.

Contamos en Píntalo de negro. El soul y sus historias la historia de un milagro. Ocurrió en octubre de 1968 en Palo Alto, California, cuando Danny Scher, un adolescente judío, se propuso cumplir el sueño de organizar un concierto en su instituto con Thelonious Monk como cabeza de cartel. Parecía imposible que uno de los músicos de jazz más influyentes aceptara la proposición de un chaval blanco en un momento de máxima tensión racial, pocos meses después del asesinato de Martin Luther King, pero así es como se escriben las grandes historias.

En julio de 1995, unos 8.000 musulmanes bosnios fueron asesinados por soldados y milicianos serbios de Bosnia en Srebrenica. Esta limpieza étnica fue uno de los episodios más sombríos de la guerra de Bosnia, un conflicto que recuerda hoy en nuestro programa el fotoperiodista Gervasio Sánchez.

Dakota del Sur, Monte Rushmore es el lugar donde Donald Trump pronunció un discurso exaltado y combativo para celebrar este 4 de julio, Día de la Independencia. El presidente hizo un retrato de EEUU como un país bajo el asalto de un "nuevo fascismo de extrema izquierda" que se extiende por "escuelas, redacciones e incluso los despachos de juntas corporativas". Habló largo y tendido de la agresión de una supuesta "revolución cultural de izquierda diseñada para derrocar la revolución americana" y ha denunciado a "gente mala, diábolica" cuya meta, en sus palabras, "no es una América mejor", sino "el fin de América" y prometió una respuesta contundente. Su discurso abre más la brecha en medio de las protestas raciales y la crisis del coronavirus en el país que más afectados tiene del mundo.

El piloto británico de Mercedes Lewis Hamilton ha presentado su nuevo casco en la víspera del inicio de la extraordinaria temporada de Fórmula 1, aplazada por el coronavirus y que se retoma ahora después de una gran ola de movilizaciones contra el racismo en Estados Unidos y en el resto del mundo. El campeón del mundo, único afroamericano de la competición, se ha implicado en la causa, ha logrado que su escudería cambie el color de los bólidos y ahora también ha renovado su casco, con un lema usado para denunciar la brutalidad policial: 'Still we rise'. Preguntado por su activismo en la comparecencia de prensa, Hamilton defiende que tiene que seguir movilizándose para acabar con la discriminación: "Los negros no tienen el privilegio de tomarse un respiro. Si todos vamos a una podemos tener un gran impacto".

En nuestro Cinco Continentes hoy explicamos los detalles de la decisión de los 27 socios de la Unión Europea de reabrir sus fronteras a tan solo una quincena de países a partir del 1 de julio. Además, les hablamos de los planes de anexión de Israel, de la aprobación definitiva de la ley de seguridad nacional en China y de sus consecuencias para Hong Kong, de las disculpas de Bélgica a la República Democrática del Congo, y de Facebook y sus problemas con los contenidos racistas o de odio. Entrevistamos a Sarah Shenker, de la organización Survival International, para conocer la situación de los pueblos indígenas en Brasil, y terminamos viajando al espacio, con Juan Luis Cano, el coordinador de NEOCC, el centro de la Agencia Espacial Europea que se ocupa de estudiar los cometas y asteroides en el Sistema Solar.

Saint Louis, en el estado de Misuri ha sido escenario del último episodio de máxima tensión en las protestas antirracistas que sacuden EE.UU. tras la muerte de George Floyd a manos de un agente blanco durante su arresto.

El vídeo del choque se ha vuelto viral. En él puede verse a una pareja armada, el matrimonio de abogados Mark y Patricia McCloskey, que no dudaron en increpar armados a un grupo de manifestantes para pedirles que abandonaran su propiedad. Ocurrió el fin de semana, cuando centenares de personas se dirigían a la casa de la alcaldesa de la ciudad, Lyda Krewson, para hacer un escrache en protesta por unas declaraciones suyas sobre la policía local.

A Lewis Hamilton le hemos visto incluso en manifestaciones en protesta por la muerte de George Floyd. Y su alegato reclamando más apoyo de la Fórmula 1, un deporte mayoritariamente blanco, ha tenido la respuesta de su equipo, Mercedes, que cambia su legendario color plateado. Este 2020 será negro. El hexacampeón del mundo ha coseguido que su escudería también se moje contra el racismo. Y es que Hamilton ha querido aprovechar su tirón mediático: acostumbrados a verle con su colección de coches de lujo, su avión privado de 23 millones de euros, anunciando gafas, auriculares, y hasta su propia línea de ropa; el piloto también se ha implicado en causas contra el racismo, a favor de la educación pública universal, en defensa de los derechos de los animales, contra el cambio climático y contra el maltrato animal.

Coca-cola, Pepsi, Starbucks o Unilever... son algunas de las marcas que han decidido retirar la publicidad de Facebook. Cientos de empresas se han sumado a este boicot porque consideran que la red social no hace nada para controlar los contenidos racistas y homófobos y fomenta discursos de odio. Diversas asociaciones de derechos civiles comenzaron esta campaña contra Facebook hace dos semanas. El punto de inflexión fue el viernes, cuando Unilever, uno de los mayores anunciantes del mundo, suspendió su publicidad. Ese día Facebook perdió casi 50.000 millones en la Bolsa.

La Cámara y el Senado del estado de Misisipi acaban de aprobar el domingo el cambio de su bandera, la última en Estados Unidos que recuerda los estados confederados, que defendían la esclavitud. La bandera data del año 1894 y se había convertido en centro de las críticas y protestas antirracistas desatadas tras la muerte de George Floyd cuando era arrestado por un policía blanco en Mineápolis, el pasado 25 de mayo.

Para el rediseño del estandarte quedan todavía varios pasos intermedios. Primero, el gobernador del estado debe firmar la decisión de las cámaras, aunque el gobernador republicano, Tate Reeves, ya había anticipado su intención de avalar la iniciativa. Posteriormente, se creará una comisión para el diseño del nuevo símbolo estatal, que no incluiría la bandera de la batalla confederada y añadiría las palabras "In God we trust" (En Dios confiamos). Finalmente, esa nueva bandera, deberá reunir el apoyo de la población del estado en un referéndum que se celebraría el próximo 7 de noviembre, coincidiendo con las elecciones presidenciales.

En Fórmula 1, la escudería Mercedes tiñe de negro sus monoplazas plateados durante esta temporada en señal del compromiso del equipo de luchar contra el racismo y la discriminación en todas sus formas. La base de los coches de Lewis Hamilton y de Valtteri Bottas será totalmente negra, uniéndose al movimiento Black Lives Matter después de la muerte de George Floyd en Estados Unidos, víctima de la violencia policial.