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En torno a dos millones de trabajadores cobran el salario mínimo en nuestro país: mil euros, en 14 pagas. Son el doble que hace una década y viven entre la agonía y los números rojos. En un escenario de precios disparados, cada día que van al supermercado o llega una factura, se las desean para cuadrar las cuentas.

La última subida del salario mínimo fueron 35 euros, pero la inflación resta a esas nóminas entre 60 y 90 euros mensuales. Las familias tienen que gastar casi mil euros más al año para consumir lo mismo que hace doce meses, un esfuerzo imposible para más de diez millones de españoles que, según el INE, no llegan a fin de mes. Santos es uno de ellos. Tiene mujer, dos hijos y trabaja en un almacén. Gana mil euros al mes. Con eso viven los cuatro. Su historia es la de la pobreza laboral, la de un padre de familia que cada día se levanta para ir a trabajar mientras se estruja los sesos y el bolsillo para sobrevivir con el salario mínimo.

Es un reportaje de Elena Pernas y Javier Monterde.

La incertidumbre por la guerra en Ucrania o la crisis por la pandemia acechan la economía mundial y esto está teniendo un impacto en muchas familias. Hay muchos hogares con niños que cada mes tienen que hacer malabares para poder pagar las facturas sin renunciar a necesidades básicas como es alimentarse. Según un informe basado en estimaciones de la ONG Educo, uno de cada tres niños en España está en riesgo de exclusión o pobreza y no pueden hacer todas las comidas del día. Los comedores escolares son imprescindibles para paliar esta situación, pero solo el 11% del alumnado recibe alguna ayuda para el comedor. Pilar Orenes, directora general de Educo, nos explica los detalles del informe y afirma que 480.000 niños en nuestro país necesitan una beca para el comedor y no la reciben en estos momentos. También destaca las ventajas que tienen los comedores escolares, ya que se generan espacios educativos diferentes y son ámbitos más protegidos.

Habiba huyó de su pueblo por la sequía extrema y la violencia yihadista. Imposible que llegara allí la ayuda humanitaria no pudo hacer nada por sus animales, que murieron de sed, pero intenta salvar la vida de su hijo. En Somalia sufren la peor sequía de los últimos 40 años y también, indirectamente, la guerra de Ucrania, que ha dejado de exportar cereal por el bloqueo de sus puertos.

Hoy, en Las Mañanas de RNE hemos hablado con el periodista Antonio Maestre, autor de ‘Los Rotos: Las costuras abiertas de la clase obrera”. En el libro presenta, a través de su propia intimidad, cómo su vida ha estado siempre atravesada por la clase social, algo que, explica, le ocurre a todos aquellos que no cuentan con los mismos recursos que los más favorecidos. “Hay multitud de determinantes que importan mucho más que el talento”, explica el autor. Destaca también cómo la presión social ligada a las clases sociales más altas produce graves problemas de salud mental en quienes no logran encajar en los cánones. Y señala que el error de la izquierda se encuentra en no comprender que quienes parten de orígenes de clase trabajadora buscan un gobierno que les dé estabilidad y que les permita “no perder" lo poco que tienen.

La inflación desbocada a raíz de la crisis por la guerra en Ucrania perjudica notablemente los bolsillos de las familias, especialmente los de las más vulnerables. Miguel Fernández, director de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), explica que, con la crisis del coronavirus, ya tuvieron "un incremento del 50% en el número de beneficiarios". Una cifra que no se desinfla, ya que en 2022 se prevé un aumento de la demanda del 20%. "La mayoría de los bancos de alimentos tienen ahora mismo una rotura de stock muy importante, sobre todo en productos de primera necesidad", afirma, por lo que pide colaboración a familias y empresas.

Fernando Morón, director de la Asociación Española de Fundraising (AEFr) cuenta que, afortunadamente, la captación de fondos y de donaciones se ha mantenido estable: "No crece mucho, pero llevamos dos o tres años con el mismo dato". La semana pasada, celebraron en Madrid el XX Congreso de Captación de Fondos, en el que identificaron tres retos principales: la fidelización del donante, la potenciación del marquéting digital y la necesidad de llegar a públicos más jóvenes. "La edad media de un donante en España es de 49 años", explica. "La de un socio, que dona habitualmente, se incrementa hasta los 58 años", añade.

En Sri Lanka no hay suficiente combustible porque el Estado no tiene dinero para comprarlo. El país está en quiebra a causa de la peor crisis económica desde su independencia en 1948. El primer ministro del país acaba de pedir un préstamo urgente de 6.000 millones de dólares. También faltan alimentos y medicinas y ha habido protestas. En el origen del hundimiento está el aumento del precio de los combustibles precisamente el año en que Sri Lanka trataba de pasar a la agricultura 100% orgánica, sin fertilizantes. La cosecha fue menos copiosa y produjo menos arroz cuando más falta le hacía para venderlo y conseguir divisas. Y ahora que ha decidido volver a los fertilizantes, escasean debido a la guerra de Ucrania.

La creciente inflación ha encarecido aún más la cesta de la compra de las familias más necesitadas. Los bancos de alimentos y asociaciones vecinales ven cómo aumenta la necesidad, con donantes convertidos en receptores y ninguna ayuda de las instituciones. Conocemos esta realidad desde la Red de Apoyo Mutuo de Aluche, que lleva dos años repartiendo alimentos. Son vecinos apoyando a vecinos, como Rogelio, su presidente, que ha visto cómo crece el número de familias receptoras de 300 a 450, o Vanessa, encargada de que las familias sin recursos no tengan que prescindir de sus mascotas. Desde allí, Noemí Martínez ha hablado también con Gabriela, voluntaria y receptora, que recibe la ayuda de la red porque, pese a trabajar, cada mes no cuenta con más de 700 euros de ingresos, que se le van en el alquiler. Y conocemos también la situación de otra importante red de ayuda, el Banco de Alimentos del Barrio, en Lavapiés. Carola y Teba insisten en que todo el peso de la ayuda no debe caer en la ciudadanía y exigen la actuación urgente de las instituciones para garantizar un derecho básico de cada ciudadano: el alimento diario.

La economía de las familias españolas lleva a la baja desde la llegada del covid y la guerra de Ucrania y sus consecuencias no han hecho más que empeorar la situación. Carmen Herrero, investigadora del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), ha explicado en Las Mañanas de RNE que estas crisis han supuesto la aparición de una nueva categoría de trabajadores que no son capaces de llegar a fin de mes, pero que tampoco pueden recibir las ayudas del estado: “Si no se pueden compatibilizar las ayudas con el trabajo se desincentiva que la gente trabaje”, indica . Y hace referencia al modelo del País Vasco en el que las familias que tienen salarios muy bajos o que no tienen trabajo pueden seguir recurriendo a las ayudas institucionales.

Opina que hace falta mucha ayuda por parte de los ayuntamientos quienes, señala, “deberían ser más proactivos”. Y recalca la necesidad de tomar medidas como la instauración de más viviendas sociales o la oferta de alternativas a las becas comedor una vez terminado el curso escolar.

La subida de la inflación ha provocado un incremento del número de familias que no pueden hacer frente a los pagos mensuales de la lista de la compra. Para ellos existen ayudas como la Red de Apoyo Mutuo de Aluche o el Banco de Alimentos de Lavapiés quienes, con el apoyo principal del resto de familias de los barrios, se las ingenian para proporcionar cada semana una bolsa de comida con la que intentar cubrir las necesidades básicas. Aun así, la falta de ayuda institucional provoca que las donaciones muchas veces no sean suficientes y que los receptores tengan que seguir comprando en los supermercados a pesar de no contar con los medios suficientes para subsistir.

Informa, Noemí Martínez.

Oxfam Intermón denuncia que, en los dos años de pandemia, han aparecido en el mundo hasta 573 nuevos milmillonarios, lo que supone un nuevo milmillonario cada 30 horas. Así se recoge en el informe 'Beneficiarse del sufrimiento', hecho público con motivo de la reunión del Foro Económico Mundial en la ciudad suiza de Davos. El coordinador de investigación de la organización, Íñigo Macías, ha desgranado en el Canal 24 Horas este informe y hecho hincapié en que la fuerte subida de precios que se vive en la actualidad aumenta el número de personas que viven con menos de dos euros al día.

FOTO: EFE/ Henry Chirinos

Seis periodistas han realizado un trabajo de investigación en varios países para enfocar una realidad de la que pocas veces se habla: la de las personas sin hogar y, más concretamente, las mujeres, sobre las que pesan dobles y triples discriminaciones

La guerra de Rusia está desencadenando una profunda crisis alimentaria en el mundo, según alerta la ONU, y el precio de los alimentos ha alcanzado niveles récord, por encima de los valores de 2008 y 2012. Malnutrición, hambre y hambruna que podrían prolongarse años para millones de personas. Sin cereal ucraniano ni abonos rusos, advierte el organismo, la situación podría derivar en una nueva crisis migratoria.

Foto: GETTY