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El Gobierno estima que el impacto de la COVID-19 en las cuentas públicas en 2021 será “menos severo” que en el primer año de pandemia, cuando cerró con un déficit público cercano al 11%, el segundo más alto de la Unión Europea (UE), si bien empeorará con respecto a su anterior previsión en siete décimas, ascendiendo hasta el 8,4% del producto interior bruto (PIB) este año. En la misma línea, la deuda pública descenderá hasta el 119,5% del PIB este año, desde el 120% de 2020, para continuar reduciéndose hasta el 112,1% en 2024.

Foto: La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presenta las proyecciones de déficit incluidas en el Programa de Estabilidad (EFE/ J.J. Guillén)

Los efectos de la crisis sanitaria en la economía española han expandido sus redes al déficit previsto para este año. El Gobierno empeora su previsión y pronostica un aumento de siete décimas sobre lo previsto hace unos meses. La nueva proyección enviada a Bruselas dentro del Programa de Estabilidad arroja un 8'4 % para 2021 y fía parte de la recuperación al impacto de las futuras reformas fiscales.

El Gobierno ha rebajado su previsión de crecimiento para este año al 6,5 % en un único escenario, que supone 7 décimas menos respecto al augurado en octubre (7,2 %), pero 3,3 puntos menos respecto al horizonte que incluía la plena ejecución de los fondos europeos presupuestados para 2021 (9,8 %). Según la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, se trata de una previsión “prudente” y “realista” y que está alineada con la de los principales organismos nacionales e internacionales.

"La recuperación se retrasa un trimestre pero el saldo global se mantiene para los dos años", ha afirmado la vicepresidenta, que ha explicado que parte del crecimiento que en las anteriores previsiones se computaba en 2021 ahora se ha trasladado a 2022. Frente al empeoramiento del PIB, la previsión de tasa de paro media para 2021 ha mejorado en 1,7 puntos, al bajar al 15,2 %, debido a que las medidas de protección puestas en marcha por el Gobierno han permitido romper la relación tradicional entre contracción económica y destrucción de empleo, según la vicepresidenta. Foto: EFE/Emilio Naranjo

[Última hora sobre el coronavirus

El peso del sector turístico en el Producto Interior Bruto de nuestro país se ha desplomado a más la mitad en 2020, pasando de casi un 12,5% en 2019 a un 5,5% en este pasado ejercicio. La caída drástica en el número de visitantes internacionales debido a las restricciones por la pandemia ha sido el principal factor que ha hundido la actividad de esta industria, como ha explicado en esta entrevista en Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso Leslie Bravo, directora del Máster en Empresas y Destinos Turísticos de la Universidad Nebrija y autora de un estudio, recién publicado, que cifra esta caída internacional en 64,57 millones de visitantes menos que en 2019. No es el único dato negativo, ya que las pernoctaciones hoteleras también cayeron, llegando su valor en de 2020 a representar el 21,5% de las registradas en 2014. Un crisis que ha afectado también a los datos de empleo turístico, y que según la afiliación a la Seguridad Social, reflejan una contracción con niveles semejantes a los de 2016.

El Banco de España advirtió hace unos meses de que podían producirse episodios de "histéresis" en el mercado laboral español. Nuestro compañero Daniel Hernández nos explica en qué consiste este fenómeno que se da cuando la economía crece y empieza a dejar atrás las causas que provocaron una crisis, pero sus efectos no se notan en las cifras de desempleo y la tasa de paro que permanece en niveles altos.