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Desde febrero de 2021, la electricidad se ha disparado más de un 80% y los carburantes han subido por encima del 25%. Son unos precios que, según apunta el INE, se trasladan de forma generalizada a todos los sectores. Los expertos temen que la inflación se alargue todo el año y ya comienzan a hablar de estancamiento e incluso estanflación.

Foto: EFE/ Emilio Naranjo

La inflación ha subido en enero a un 6,1 %, una décima más que el dato adelantado por Estadística. Ha influido, sobre todo el repunte de los precios de los combustibles y los alimentos. Aun así el dato supone una caída de cuatro décimas respecto a la cifra de diciembre, cuando el IPC fue del 6,5 %.

Los precios de la cesta de la compra se han moderado en enero ligeramente por primera vez en cinco meses; pero siguen disparados. Los carburantes -la gasolina y el diesel- son los que más han sumado al comienzo del año. La inflación subyacente, la que no tiene en cuenta los alimentos frescos ni la energía, se sitúa en el 2,5 %, lejos del 6,1 del índice general; pero dicen los expertos que la crisis en Ucrania genera muchas incertidumbres.

Para hacer más preciso el cálculo, el INE ha actualizado la cesta de la compra; una revisión que se hace cada cinco años para sumar los productos que más se consumen y eliminar los que menos. Entre los que entran, claro, las mascarillas. Se suman también las suscripciones a periódicos online, a servicios de streaming o los libros electrónicos. Ya no se tendrá en cuenta, sin embargo, la venta de CD's, DVD's, despertadores, revistas y algunos anticonceptivos.