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El alcalde de Torre Pacheco, Pedro Ángel Roca, ha hablado de una tercera noche que “gracias al dispositivo policial puesto en el pueblo se ha podido controlar” pero que ha sido “muy tensa” aunque a partir de las dos de la madrugada ha quedado todo “normalizado” y “cada uno se fue a su casa”.

Ha mandado un mensaje para la “gente de fuera”: “No hace falta que venga nadie, vamos a resolver los problemas los pachequeros y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado”.

Para el alcalde la “delincuencia” ha sido lo que ha hecho “saltar la espoleta”. Ha aprovechado para pedir al colectivo marroquí que “se quede en su casa” y “que no se enfrenten” porque la situación genera “miedo a los pachequeros”.

El alcalde ha confirmado que para esta noche hay un “dispositivo mayor” tras el comité técnico que tuvieron anoche. Tras ser preguntado por la acción de los diferentes grupos políticos el alcalde ha sido claro: “No estoy valorando a ningún grupo político” y “que cada uno que aguante sus declaraciones”.

“Me ha sorprendido, nunca ha pasado esto en Torre Pacheco, no estamos acostumbrados a esto” ha dicho el alcalde tras ser preguntado por la situación. Ha pedido a los vecinos “tranquilidad” y que están pidiendo los efectivos necesarios para tener “seguridad” y resolver cualquier “incidencia”. “No queremos que la delincuencia aumente”, ha subrayado.

El periodista Julio César Iglesias, una de las voces y caras más emblemáticas de RNE y TVE, nos presenta su antología de reportajes de sucesos El buscador de balas perdidas (Editorial La Felguera). Este volumen recopila su trabajo en prensa desde mediados de la década ed 1970 y nos habla sobre sus encuentros con verdugos, presos de la cárcel de Carabanchel y delincuentes juveniles, y cómo todo ello le sirvió para dirigir el programa de televisión Código uno en su última etapa.

Esta semana traemos en exclusiva a la Feria del Libro de Madrid al periodista Julio César Iglesias, una de las voces y de las caras más emblemáticas de RNE y TVE. En Al margen de la ley nos presenta su antología de reportajes de sucesos El buscador de balas perdidas, publicada por Editorial La Felguera. Escúchalo este sábado a las 2 de la madrugada, una hora menos en Canarias, en RNE y Radio 5.

Cuatro menores han agredido sexualmente presuntamente a un compañero en un instituto de la localidad pacense de Almendralejo. Los investigados han sido puestos en libertad sin medidas cautelares, mientras permanecen expulsados del centro. La Fiscalía de Menores asumirá la investigación y está a la espera de recibir el atestado policial. Un familiar del menor presuntamente agredido interpuso la denuncia el pasado viernes en la Comisaría de Policía Nacional de Almendralejo.

Los dos menores de 14 y 15 años que asesinaron a la educadora social de Badajoz ya habían sido arrestados en Villafranca de los Barros por delinquir ese fin de semana, antes del crimen. Hasta este lugar se habían fugado en carnaval del hogar de cumplimiento de medidas judiciales donde residían. Por ello, la Guardia Civil informó a la Fiscalía de Menores y los llevó de vuelta a la vivienda.

En consecuencia, el padre del menor de 14 años denunció que el otro adolescente le había dado drogas a su hijo, por lo que solicitó ante la propia víctima, Belén Cortés, que se activara el protocolo para separarlos. Sin embargo, no dio tiempo porque el crimen se produjo el domingo.

La Fiscalía debe determinar ahora qué ocurrió y cómo. Por un lado, la defensa de la chica de 17 años ya ha pedido su absolución en el homicidio. Policía Nacional precisa que fue detenida en Mérida, pero no con los otros menores. Por su parte, el menor de 15 años tiene denuncias por numerosos hurtos y el de 14, por agredir a su padre.

Los llaman "cuchilos zombi" y algunos adolescentes de Reino Unido los han usado en casos de apuñalamientos. Los delitos cometidos con armas blancas se han duplicado en cuatro años pasando de 7.000 en 2019, a 14.000 en 2023. Desde este martes queda prohibida la venta de estos machetes en el país. Según el último registro, se comete un asesinato con arma blanca dos días de cada tres. El último, el de otro muchacho de 15 años este pasado domingo en Woolwich, al sur de Londres.

En La Peza, Granada, la fiesta ilegal en terrenos municipales dura ya cinco días. Los organizadores habían avanzado que hoy la iban a desmantelar, pero los siete escenarios siguen por ahora en su sitio.

Documentos RNE retrata, en este espacio, dos de las culturas juveniles en España de finales de los años 70 y principios de los 80. En medio de la transformación política y social del país durante la Transición, estos jóvenes suburbiales buscaban su propio acomodo, partiendo de una situación de marginación y exclusión.

El programa repasa la geografía del quinqui y el macarra, tan ligada a las barriadas populares que surgieron en las periferias de las ciudades con el desarrollismo de finales de los 50.

La infravivienda y los barrios aislados y mal dotados fueron el ambiente hostil en el que crecieron estos jóvenes rebeldes, que desarrollaron su propia estética y un estilo de vida a medio camino entre la transgresión violenta y la búsqueda de un espacio propio.

Por el documental, Quinquis y macarras de la Transición, con guion de Luis Miguel Úbeda, desfilan la música de aquellos años, el impacto de las drogas, particularmente la heroína, y su influencia automática en unos índices disparados de la delincuencia.

Y, por supuesto, el llamado cine quinqui con directores como José Antonio de la Loma y Eloy de la Iglesia, que forjaron un subgénero y un canon sobre cómo entender la marginación social y al joven suburbial. Un subgénero que, desde su primera película, Perros callejeros (1977), dio títulos como NavajerosEl picoColegas o Deprisa, deprisa de Carlos Saura, que obtuvo en 1981 El Oso de oro del Festival Internacional de Cine de Berlín.

Desde el inicio, el cine quinqui contó con actores no profesionales como elemento distintivo, y como forma de acercarse más vivamente a la realidad marginal que mostraba. Nombres ligados a este cine, como El VaquillaEl ToreteEl Pirri o Ángel Fernández Franco, procedían de los bajos fondos urbanos. Todos ellos se hicieron populares, pero terminaron muertos prematuramente. Sus vidas se vieron truncadas, atrapadas y víctimas del mismo mundo marginal que habían interpretado en la pantalla.

Hablamos con Katia Núñez, antropóloga investigadora del proyecto TRANSGANG y experta en bandas juveniles, con las que ha trabajado más de seis años. ¿Existe un incremento de laviolencia entre bandas o han coincidido varios sucesos en los últimos días? "Creo que esta violencia ha estado desde hace mucho tiempo. Llevamos 20 años con este problema de las bandas. Haypicos de violencia por alguna situación específica, alguna vendetta pendiente. Desde mi punto de vista es lo que ha pasado en estos días", explica la investigadora que sostiene que no es que haya un incremento o haya aumentado la actividad. Katia Núñez cree que este fin de semana, con un gran número de Policía en las calles, los integrantes de estas bandas "no se van a arriesgar a cometer ningún acto. Es un riesgo muy grande para ellos mismos". Núñez indica que, además de las medidas policiales y judiciales, que no han terminado con este problema, es fundamental que haya unaintervención social e integral con estos jóvenes en los barrios. ¿Cuál es el perfil de los jóvenes que ingresan en bandas? "Creo que no hay un perfil específico. Son jóvenes que están en determinados barrios donde ellas evolucionan. Entienden que son sus grupos de iguales, que se lo pueden pasar bien con ellos, que tienen respeto, popularidad, se sienten como en una familia... Yo no hablaría de un perfil específico, hablaría de una situación socioeconómica de un barrio específico", explica. Núñez destaca que cada vez son más jóvenes las personas que deciden integrarbandas callejeras: "Cuando yo empecé la investigación empezaban con 13, 14, hasta 15 años, pero ahora son muy jovencitos". Estas bandas suelen dedicarse al menudeo de la droga yno mueven grandes cantidades de dinero, según ha podido comprobar la investigadora: "Los chavales con los que he estado trabajando tienen que pagar una cuota semanal de unos 7/8 euros". Núñez tampoco podría hablar de que exista una captación de estos jóvenes para formar parte de las bandas: "Creo quellama la atención, porque yo tengo unas determinadas necesidades y me quiero unir a un grupo que me las suple. Por ejemplo, como protección o porque me falta un apoyo en mi familia. Me acerco a un grupo que es popular y que me va a dar, además de estar con un grupo de iguales, me va a suplir esas necesidades".

El corresponsal de TVE en México, Íñigo Herraiz, entrevista al periodista salvadoreño Óscar Martínez, autor del libro 'Los muertos y el periodista', en el que rescata el caso de un expandillero y de su familia, que acabaron masacrados por la policía, para retratar con crudeza el abismo de violencia y de la miseria en el que viven buena parte de los salvadoreños, y reflexionar con una honestidad brutal sobre el oficio de periodista.