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Esta semana hablamos con dos veterinarias de un hospital de animales salvajes y sobre bienestar animal. Irene López Márquez es la responsable de los Departamentos de Clínica, Laboratorio y Necropsias en el hospital de fauna salvaje de la ONG GREFA. Este centro es uno de los más grandes y mejor equipados de Europa. Con la veterinaria gallega Adriana Evangelista, que trabaja en la ONG Observatorio de Bienestar Animal, charlamos sobre el sufrimiento de los animales enjaulados antes de ser sacrificados. Esta ONG exige que las cadenas de supermercados cumplan el compromiso de que vendan solo huevos de gallinas ponedoras en el suelo, no en jaulas. En este programa de 'La Iberia Verde' puedes escuchar la música de Sabela, Lagartijeando, Baiuca, Namirí, El Buho, Caamaño y Ameixeiras, Sílvia Pérez Cruz y Carola Ortiz.

"Después de que la Ley de Bienestar Animal dejara fuera a los perros de caza, la polémica vuelve a crecer, tras la reunión del pasado 25 de Septiembre del Consejo Estatal de Protección Animal, ante la posible exclusión de los perros de caza en el futuro Real Decreto de Núcleos Zoológicos. Conviene recordar que España es uno de los países con mayores tasas de maltrato animal dentro del entorno europeo y así lo recogen diferentes organizaciones de defensa de los animales, tanto a nivel nacional como internacional. Varios e importantes medios de comunicación en Alemania, Reino Unido y otros países denuncian el maltrato que reciben los perros de caza en países como España, Turquí y Grecia. Cada año, miles de perros de caza son maltratados y mueren a manos de sus dueños en episodios que revelan una crueldad lacerante e inadmisible en sociedades supuestamente civilizadas en pleno siglo 21. Hablamos de todas estas cuestiones con las expertas Norma Fiero, periodista y activista por los derechos de los animales y con Matilde Cubillo, activista por los derechos de los animales y presidenta de FAPAM (Federación de Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal de la Comunidad de Madrid)."

En Torrevieja, Alicante, siguen sin librarse de lo que algunos consideran una invasión de gallos y gallinas. Hace un año alguien comenzó a abandonar estas aves en un parque. Pero se han ido reproduciendo. Ahora mismo son más de 700 gallos y gallinas los que campan a sus anchas por las calles, aceras o plazas de esta ciudad turística en la costa alicantina.

La empresa que debía retirarlas dice que no tiene espacio a donde llevarlas y el Ayuntamiento ha vuelto a adjudicar a otra empresa este servicio. Han dicho que a primeros de septiembre comenzarán a llevarse todas estas aves de los parques. FOTO: GETTY / FEIFEI CUI-PAOLUZZO

  • Juan Pedro Pérez Machín dedicó su vida a salvar de la extinción al lagarto gigante de El Hierro
  • Cinco años después de su muerte, la figura de este herreño se ha convertido en un símbolo para la isla

Con el aumento de la población de lince ibérico (Lynx pardinus) en España y Portugal durante 2024 el numero de hembras reproductoras se sitúa en 470, muy cerca del umbral de 570 con que se cifra que el felino se encuentra en un estado de conservación favorable. Actualmente la población del lince ibérico supera los 2.400 ejemplares, lo que multiplica por 25 la cifra de hace 20 años. Y en un año el número ha aumentado un 19 por ciento, según el último censo del ministerio para la Transición Ecológica.

Las tres principales áreas geográficas para el lince ibérico se encuentran en Sierra Morena, con un total de más 1.000 individuos repartidos entre Andalucía y Castilla-La Mancha. El que fue el felino silvestre más amenazado del mundo se expande por la Península gracias a un proyecto científico y un trabajo de fuerte participación social que es un emblema de recuperación de una especie a nivel mundial. Sin embargo, el ambiente hostil que han generado grupos de cazadores y agricultores ha provocado que planes avanzados para reintroducir el felino en Catalunya, Castilla y León y Aragón se hayan congelado. Unas protestas que han rescatado en cierta medida la etiqueta de “alimaña” que se le colgó al felino durante décadas del siglo XX y que suponía el pago de una recompensa dineraria a quien matara un lince ibérico. En cambio, donde ya se ha reintroducido, su presencia es bienvenida y función ecológica es agradecida por el control de conejos y otros animales que pueden convertirse en plagas.