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Antes que político, Boris Johnson fue periodista. Ya entonces le conocían por su estilo histriónico, su euroescepticismo, y su relación ambigua con los hechos. Hemos charlado con uno de los corresponsales en Bruselas que coincidió con él aquellos años. Quedamos con Ole Ryborg, correponsal de la televisión danesa, en uno de los pocos cafés que quedan de la época en la que Boris Johnson trabajaba para el Daily Telegraph en Bruselas. Hace 30 años eran vecinos y los dos escribían entonces para medios euroescépticos. Él buscaba, cuenta, tres pies al gato, su propia historia.
 

Lo llaman "casa de campo", pero Chequeres más bien un palacio del siglo XVI que los primeros ministros británicos usan para su descanso. Es aquí donde Boris Johnson quería celebrar el 30 de julio su matrimonio con su esposa Carrie, con quien se casó en secreto hace más de un año. "Aferrándose al poder para celebrar una última fiesta", titula 'The Mirror'. Johnson ha rectificado y ha dicho que la celebración no se hará en ninguna residencia oficial.

A la espera de un nuevo jefe de Gobierno, alguien debería ir tomando decisiones para luchar contra la inflación, que puede superar el 11% a finales de año, o ir preparando el programa de vacunación de otoño, en lugar de dejar pasar los meses. Entretanto, las famosas casas de apuestas han adelantado su agosto. ¿Quién sucederá a Johnson?

FOTO: CARLOS JASSO / AFP

Fue alcalde de Londres durante ocho años y dio el salto al número 10 de Downing Street como el 'niño mimado' de Theresa May. Boris Johnson fue elegido primer ministro de Reino Unido en 2019 y cumplió su gran objetivo: divorciarse de la Unión Europea y culminar el prometido 'Brexit'. Tres años de Gobierno en los que Johnson se ha dado a conocer por sus formas poco convencionales y su carácter cómico. Parecía que todo estaba en orden, pero llegaron los escándalos y sus mentiras fueron sucediéndose una tras otra. Todo comenzó con su gestión de la pandemia del COVID-19 y, desde entonces, ha encadenado profundos tropiezos que han terminado con su dimisión. ¿Era la crónica de una muerte anunciada? ¿Qué ha sucedido para que Johnson se haya marchado por la puerta de atrás? Te contamos los cinco momentos que explican su declive como primer ministro.

Tras la continua presión y la cascada de misiones por parte de miembros de su formación, el líder británico, Boris Johnson ha anunciado su dimisión, con lo que se inicia un proceso para sustituirle al frente del partido, y por lo tanto, como primer ministro del Reino Unido. Algunos de los candidatos para sustituirle son la actual ministra de Exteriores, Liz Truss, que ha apoyado a Johnson hasta el final; el exministro de Economía, Rishi Sunak, que dimitió el martes iniciando la cascada de renuncias que han precedido la dimisión de Johnson; o Jeremy Hunt, ministro de Economía y número dos del partido, que ya se enfrentó al primer ministro por el liderazgo de los 'tories' en 2019. 

Boris Johnson se ha quedado solo políticamente y ha acabado presentando su dimisión como líder de su partido. Han sido 48 horas de vértigo y tres años de un turbulento mandato que analizamos en el Telediario con Anna Bosch, excorresponsal en Londres y experta en política británica. El todavía primer ministro ha pasado de cosechar una victoria electoral histórica a protagonizar una caída en picado en una carrera política marcada por los escándalos. En estos últimos meses de declive no se ha descubierto nada que no supiéramos del líder británico, ni su desdén por las normas, ni su desdén con la verdad. Hasta ahora, su formación se lo perdonaba porque la marca extrafalaria que era Johnson, seguía funcionando. El escándalo del 'partygate', sin embargo, fue algo que cualquier ciudadano del Reino Unido siente como una ofensa. 

Foto: REUTERS/Phil Noble

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha anunciado su dimisión como líder del Partido Conservador británico y, en otoño, abandonará Downing Street. En las últimas horas, decenas de cargos de su ejecutivo habían renunciado para forzar su salida. Ignacio Molina, investigador principal del Real Instituto Elcano, explica que se trata de una práctica bastante común en la política británica: "La manera más frecuente de caída de primeros ministros es por dimisión, no tanto porque hayan perdido una moción de censura por la oposición, sino porque el propio grupo parlamentario ha llegado a la conclusión de que son un lastre".

El sistema electoral del país es, según Molina, uno de los alicientes: "Los diputados se eligen por circunscripciones uninominales y, si consideran que su escaño está en peligro por la impopularidad del líder del partido, se mobilizan para intentar evitarlo". Califica a Boris Johnson como "un personaje populista y oportunista" y, aunque reconoce sus capacidades comunicativas, acusa su incapacidad de liderar el país: "Pasará a la historia como uno de los peores primeros ministros"

En las cumbres europeas, en viajes, en el parlamento británico o en su día a día Boris Johnson ha dejado gestos, controversias, situaciones comprometidas. Siempre se ha mostrado como es y, a menudo, ha explotado esa imagen: la de un político políticamente incorrecto.

Este neoyorkino de nacimiento, como su amigo Trumpdio a los conservadores su mayor victoria parmalentaria desde 1987, o lo que es lo mismo, desde Margaret Tacher. Lo hizo con su pelo estudiadamente despeinado y embistiendo con lo que se pusiera delante. Se lo pueden preguntar a Toki Sekiguchi, un niño de diez años al que arrolló jugando al rugby. Periodista antes que político, fue despedido de The Times por inventar citas. Además, es culto, excentrico, egocentrico y bailarín. 

FOTO: Leon Neal/Pool via REUTERS

En diciembre de 2019, Boris Johnson acababa de arrasar en las primeras elecciones generales a las que se presentaba y se revalidó como primer ministro, un puesto que ocupaba desde hacía seis meses después de suceder a Theresa May. La propuesta estrella de Johnson era sacar a Reino Unido de la Unión Europea, lo que el pueblo británico escogió en un referéndum tres años antes.

A su Gobierno hay que atribuir el éxito de la primera gran campaña de vacunación en Europa, a pesar de los palos de ciego del comienzo de la pandemia. Y también la firma del acuerdo del Brexit, el 24 de diciembre de 2020, a ultimísima hora.

Pero el declive en picado de su popularidad comenzó con el partygate. La policía le multó por saltarse las normas que él mismo había aprobado y, aún así, ganó una moción de confianza organizada por su partido.

La puntilla, su gestión del caso Christopher Pincher, a quien nombró como responsable de la disciplina del grupo parlamentario tory a pesar de conocer las acusaciones que lo señalaban como un acosador de hombres desde al menos 2017. La falta de credibilidad de Johnson, su desapego de la verdad, es la que ha cavado su tumba política.

FOTO: EFE/EPA/NEIL HALL

La dimisión de Boris Johnson empieza este jueves y la semana que viene habrá calendario para sustituir a un gobernante que ya no se considera imprescindible. El principio del fin de Johnson comenzó hace 48 horas, con la dimisión de los ministros de Sanidad y Finanzas para tener la “conciencia tranquila” y para alejarse de un hombre en el que ya no confiaban.

Parecidas razones aparecen en las cartas, mensajes y tuits de dimisión del más de medio centenar de altos cargos que han abandonado el barco de Johnson en menos de dos días.

Desde el inicio de los escándalos de Johnson, el Partido Conservador no deja de perder terreno frente a los Laboristas, que hoy tienen siete puntos de ventaja, según los sondeos.

FOTO: Niklas HALLE'N / AFP

Boris Johnson se va antes de tiempo, no va a agotar legislatura. Es lo mismo que le ha ocurrido a otros cuantos primeros ministros del Reino Unido a lo largo de la historia: Margaret Thatcher, David Cameron, Theresa May... Recordamos con Fernando Martínez estas historias que tienen un punto en comú con la salida del propio Boris Johnson.

Los primeros ministros británicos suelen dejar el cargo por dos motivos: porque pierden las elecciones o por la rebelión interna de sus diputados, que como son elegidos directamente en sus circunscripciones, no dependen de sus líderes para ocupar estos puestos. La pérdida de popularidad y el miedo por perder los siguientes comicios han sido la razón más habitual para estas rebeliones. Puede haber pactos amistosos, como el caso del laborista Tony Blair en 2007 o puede haber enfrentamientos con los suyos, como el que tuvo Thatcher en 1991

Pero las peores disputas dentro del partido conservador se han producido a raíz del BrexitDavid Cameron, el europeísta que convocó el referéndum en 2016 para acallar a los euroescépticos, dimitió como primer ministro cuando los británicos votaron por abandonar la UE. Le sucedió Theresa May, que aprovechó las disputas internas de los brexitiers. Pero tres años después dimitió incapaz de que el Parlamento británico aprobara el acuerdo de transición de salida de la UE alcanzado con Bruselas y que era rechazado tanto por los europeístas como los sectores más duros pro Brexit. Situación que Boris Johnson aprovechó para llegar a Downing Street en 2019.