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Las 'Radium Girls', envenenadas en su trabajo

Las 'Radium Girls', envenenadas en su trabajo
Imagen de las 'Radium Girls' trabajando
Lorena Montón

Nueva Jersey, 1917. Un grupo de mujeres, trabajadoras de una fábrica de relojes, comienzan a sufrir problemas de salud hasta el punto de que, varias de ellas, pierden la vida. ¿La razón? El envenenamiento sufrido por la pintura que usaban en su trabajo y de cuyos daños nadie les advirtió. La denuncia que interpusieron contra la empresa hizo que su caso saltase a la opinión pública y recibieron el nombre de las ‘Radium Girls’. En ‘Saber y Ganar', recordamos su historia.

Un trabajo aparentemente inofensivo

Durante la Primera Guerra Mundial, gran parte de la población femenina se incorporó al trabajo debido a la falta de mano de obra masculina. Los hombres se habían marchado a servir al frente, pero las familias necesitaban salir adelante y para ello necesitaban ingresos.

La United States Radium Corporation en Orange, Nueva Jersey, contrató a un gran nombre de mujeres para que se encargasen de producir relojes luminiscentes, es decir, que se iluminasen y mostrasen la hora incluso a oscuras. En un principio, estaban destinados para los soldados, pero su uso se extendió a la población civil, poniéndose muy de moda.

Las 'Radium Girls', envenenadas en su trabajo

Imagen de las 'Radium Girls' trabajando

El problema de la pintura

En el proceso de fabricación, las trabajadoras debían pintarlos con unos pinceles muy finos. Debido a la precisión necesaria, tomaron por costumbre humedecer las cerdas con saliva, pasándolas por la lengua con tal de afinar el trazo.

El colorante, tal y como les habían dicho, era inocuo, así que no había problema en usar dicha técnica. Es más, muchas de ellas también se pintaban las uñas, incluso los dientes a modo de broma, para lograr ese efecto luminoso cuando estaban a oscuras. No sabían que estaban firmando su sentencia de muerte.

Aparecen los problemas

Años después de haber trabajado en dicha fábrica, Amelia Maggia una de las mujeres de la plantilla, perdió los dientes de forma progresiva sin motivo aparente. A ello había que sumarle un horrible dolor en la mandíbula. Los médicos que la visitaron dieron con la razón: el radio de la pintura que había usado en sus años haciendo relojes.

Maggia se puso a buscar a sus excompañeras y descubrió que muchas de ellas habían muerto, o estaban en sus últimos años de vida, a causa del envenenamiento que, como ella, habían sufrido. No obstante, logró reunirse con cuatro más y presentar una denuncia conjunta contra la fábrica.

Las ‘Radium Girls’ van a juicio

La justicia tardó en llegar ya que los empresarios denunciados tenían fuertes influencias que usaron para intentar presentarse ante el juez. Las cinco mujeres, que hicieron que el caso de las ‘Radium Girls’ saltase a la opinión pública, finalmente llegaron a un pacto para conseguir una indemnización económica que les permitiese paliar sus dolencias.

Este caso sentó precedentes para que el Congreso de los Estados Unidos votase a favor de una resolución donde se estableciesen los derechos de los trabajadores que acaban enfermando por culpa de su actividad laboral. Su historia ha trascendido y se sigue recordando tanto en libros como en obras de teatro.