La gran venganza de Curro en 'La Promesa': encontrar al asesino de Jana
- Tras la muerte de Jana, Curro promete descubrir a su verdadero asesino y vengar el terrible crimen
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La vida de Curro desde que su hermana falleciera no ha sido la misma. El joven no se cree que la marquesa matara a Jana y, ante su tumba, promete descubrir al verdadero asesino. Para investigar el crimen, ha contado con la ayuda de Pía, Lope y Ángela. Pero el escándalo de su origen ha hecho que su rol en La Promesa cambie y hace que su amor con Ángela se vuelva imposible. En este capítulo especial de la serie, repasamos cómo ha cambiado la situación del renombrado Curro Expósito.
Curro jura venganza
Curro está convencido de que la marquesa no fue quien acabó con la vida de Jana y, ante la tumba de su hermana, promete que no parará hasta dar con el verdadero asesino. "Estoy enfadado porque te han arrebatado muy pronto de nuestro lado. Enfadado por no poder escuchar tu voz. Enfadado por no ver crecer a mi sobrino, y enfadado porque Manuel se queda solo. Y yo también. Estoy rabioso, porque este mundo no es justo, porque siempre pagan los mismos, porque te quedaban muchos sueños por cumplir, y porque a las personas buenas no deberían pasarles cosas malas. Yo tengo mucho miedo de que este mundo se olvide de ti, porque no sería justo, porque tú eres la mejor persona que existe y que he conocido. Y porque este mundo tendría que estar lleno de personas como tú", dice en su velatorio. En cambio, ese miedo no le ha parado en ningún momento para seguir investigando quién mató a la joven: "No descansaré hasta averiguar quién te quitó la vida".
Lacayo y repudiado por el marqués
Antes de que Jana falleciera, los dos confesaron a Alonso sus verdaderas identidades, y que el joven es el hijo que tuvo con Dolores. Desde ese momento, el marqués ha tratado a Curro como uno más de sus hijos, y el joven se ha referido a él como padre. Pero sus orígenes fueron revelados, y no gustaron nada a la Casa Real, que amenazaba con quitar el título nobiliario a la familia Luján si no cesaban los escándalos. En cambio, Leocadia encontró una manera de solucionar el problema: "Todavía hay una forma de salvar el marquesado con todas sus propiedades: tienes que marcharte, si queremos salvar La Promesa tengo que repudiarte", le dice un desconsolado Alonso a un Curro que no cree lo que ha oído.
Alejado de su familia y fuera de La Promesa, le iba a ser imposible descubrir quién mató a Jana, por eso, para poder quedarse investigando en el palacio, Curro no tiene más remedio que convertirse en lacayo y servir a los que antes eran sus iguales.
"Tiene que ser una broma", comenta Martina nada más conocer la noticia a la vez que Manuel y Catalina atacan a su padre por tomar tal decisión. Curro se lanza a defender a don Alonso: "Yo le pedí al señor marqués que me permitiese quedarme aquí como lacayo. Porque era la única forma de evadir de alguna manera el mandato de su majestad. Y mi prioridad es quedarme aquí, y para nadie va a ser más difícil que para mí", les explica a todos.
El asesino de Jana está muy cerca
El antiguo señorito ha encontrado en Pía, Lope y Ángela la ayuda que ha necesitado. Pero deben ser discretos y tener mucho cuidado, porque el asesino parece estar muy cerca. Entre los nombres que han barajado están el de Lorenzo, Petra, Jacobo e incluso Leocadia.
Alguien intenta matar a Curro
Que el lacayo esté preguntando tanto acerca de la muerte de Jana no está gustan al verdadero asesino, que decidió quitarse de en medio, primero al médico que atendió a la esposa de Manuel, y después a Curro. Con el primero lo lograron, pero con el hijo de don Alonso, pues solo quedó en una mala caída del caballo. Eso sí, no fue accidental, la cincha del animal estaba rasgada y eso solo significaba una cosa: alguien había intentado matarle. ¿Pero quién querría acabar con su vida?
Las investigaciones le llevan hasta el padre de Vera
Las investigaciones de Lope le llevaron hasta el Casino, donde estaba el matón que habían contrato y que les dio una pista: la joyería Llop. Tras descubrir que el frasco que encontraron escondido en el estuche de la pulsera era cianuro, Curro hizo venir hasta La Promesa a Esmeralda, la encargada. El lacayo se descubrió ante ella y le contó toda la verdad: que había ido para investigar su intento de asesinato y el de su hermana. La joven, les dio un nombre: Jacinto Iglesias. Él era la mano derecha del dueño de la joyería, y un nombre que no pasó desapercibido para Vera cuando lo escuchó en una conversación, pues también es el secretario de su padre, el duque de Carril. Y hasta el palacio de la familia de Vera fue Lope con la intención de conseguir algo de información.
El amor con Ángela se vuelve imposible
Mientras tanto, la relación entre Curro y Ángela sufre un duro revés. El escándalo del verdadero origen del lacayo hace que su amor sea imposible. Una señorita como la hija de Leocadia no puede estar con un criado. En un intento de acercar posturas, el joven declaraba sus sentimientos a la estudiante de derecho, pero parece volver a frenarlos por la diferencia de clase. Y más cuando la nueva señora de La Promesa descubrió la cercana relación que tenían.
En cambio, la involucración de Ángela en alguna de las investigaciones hizo que la pareja volviera a estar más cerca, y finalmente hayan dado el paso de vivir su amor en secreto, dejándonos momentos tan románticos como el baile a escondidas antes de la fiesta de Adriano como conde.
Pero el momento más romántico de Curro y Ángela, e incluso de la serie, fue la declaración de amor que el lacayo le preparó a la joven para así pedirle que no se marchara a estudiar a Suiza. ¿A quién no se le cayó alguna lágrima al ver la habitación llena de rosas, una flor que significa tanto para Ángela?
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