Leonardo, dolido con Bárbara por un momento que le ha marcado en 'Valle Salvaje'
Valle Salvaje
- El joven llegó a pegar a su padre para rescatar a Pedrito del secuestro
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Leonardo ha hecho todo lo posible por impedir que su padre secuestre a Pedrito y se lo lleve a La Corte. Los nervios están cada vez más apoderados de Bárbara, pero finalmente, llegan buenas noticias a la Casa Pequeña: el joven regresa con el niño. En cambio, el hijo de don Hernando, al que se enfrentó sin miramientos incluso golpeándolo, se ha encontrado con una situación que no esperaba: Bárbara no le ha agradecido todo lo que ha hecho por su hermano. ¿Te has perdido el momento? ¡Te contamos todos los detalles!
Leonardo vuelve con Pedrito
Bárbara llora desconsolada al no saber nada ni de Leonardo ni de Atanasio, que han ido a buscar a Pedrito por separado. "Es culpa mía, Leonardo me avisó de que su padre no se rendiría", le dice a una Adriana que intenta tranquilizarla. Ambas se disponen a salir también cuando Pedrito llega a la Casa Pequeña, pensando todavía que iba a pescar. Tanto Bárbara como Adriana se comen a besos a su hermano, que pregunta si ha llegado don Hernando, pues él ha regresado con Leonardo a lomos de su caballo: "Íbamos tan rápido que parecía que volábamos", le dice ilusionado a sus hermanas, añadiendo que el joven no ha dejado que se quedara con el marqués. "Ya te he dicho que se estaba haciendo tarde y que tus hermanas te esperaban en casa. Ya irás otro día", le promete el capataz al niño, que hambriento no duda en ir a la cocina a comer.
Bárbara no agradece a Leonardo el esfuerzo
Al día siguiente, Leonardo ve a Bárbara en el porche de la Casa Pequeña y se acerca hasta ella para preguntar cómo se encontraba Pedrito tras lo sucedido. "Le agradezco el interés", le responde, añadiendo que ha pasado la noche como un angelito: "No me he separado de él temiendo que se desvelara o le asaltara una pesadilla. Pero apenas se ha movido".
El capataz se alegra de escuchar esas buenas noticias, y es que el niño parece haber dormido incluso mejor que la joven, que no ha pegado ojo solo de pensar en lo ocurrido. "Lo comprendo, pero no sufra más por ello. Por fortuna, el niño no presenció lo que ocurrió entre mi padre y yo", le dice Leonardo, despertando el interés de Bárbara por lo que pasó y reprochándole no haberle contado nada.
"Si no lo he hecho es porque aún me cuesta aceptarlo. Me avergüenza decirle que golpeé con dureza a mi padre, tuve que hacerlo si quería impedir que se llevara al niño", termina contándole a la Salcedo de la Cruz, que da gracias a Dios que lo hiciera en vez de agradecérselo a la persona que tiene delante: "Le confieso que al ver que Pedrito no volvía temí que no volviera a verlo nunca más. Iré a ver cómo sigue, le diré que ha preguntado por él", dice antes de meterse dentro de la Casa Pequeña.
Fuera, en el porche, queda un Leonardo totalmente dolido por el comportamiento de Bárbara, y se dice a sí mismo las palabras que esperaba escuchar de boca de la joven: "Gracias Leonardo, gracias por traer a mi hermano de vuelta". ¿Qué te parece la actitud de Bárbara hacia Leonardo? ¡Participa en nuestra encuesta!
Don Hernando no perdonará a su hijo
Don Hernando regresa a la Casa Pequeña después de lo ocurrido en el camino cuando se dirigía con Pedrito a la Corte. Para evitar que se llevara al niño, Leonardo tuvo que agredir a su padre, algo de lo que se avergüenza y que al parecer el consejero del rey no le va a perdonar nunca.
Cuando el marqués se reencuentra con su hijo, trata a este como si fuera un criado más, un comportamiento que Leonardo no está dispuesto a permitir y le pregunta por qué sigue en el valle como si hubiera olvidado lo que sucedió a penas dos días atrás. "No, hijo, no. No lo he olvidado, y te aseguro que haré todo lo posible para que tú también lo recuerdes", le dice dándole el primer aviso.
"Si ha vuelto a por Pedrito, debe saber que por muy aterrada que esté ahora Bárbara jamás lo permitirá, y yo tampoco", le reprocha un Leonardo más decidido que nunca. Su padre le recuerda que para permitir o dejar de permitir debe tener autoridad, algo de lo que él carece: "Y menos después de lo que hiciste", termina diciendo, recordando el puñetazo que recibió por su parte.
"Padre, le juro por Dios que yo nunca quise pegarle, pero no me dejó otra alternativa", le dice avergonzado, pero el marqués no está dispuesto a hacer borrón y cuenta: "¿Y qué esperas? ¿Mi perdón? Pues ya te estás olvidando, porque no voy a perdonarte jamás. Ni volveremos hablar, eso se ha acabado".
¿Cómo será a partir de ahora la relación entre padre e hijo? ¡No te pierdas los nuevos capítulos de Valle Salvaje para descubrirlo!
