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La restauración de la naturaleza en Europa: entre el lobby, la polémica y el ejemplo de Marchegg

  • La Comisión Europea reconoce la estrecha relación entre la salud del planeta y la prosperidad económica y social de la UE
  • La Ley de la Restauración de la Naturaleza es clave para avanzar
La restauración de la naturaleza en Europa
La restauración de la naturaleza en Europa
Mónica Lázaro y Alba Martínez
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El Barrio Europeo de Bruselas, epicentro político de la Unión Europea, está lleno de oficinas donde los lobbies intentan influir en las decisiones defendiendo sus propios intereses. La Ley de Restauración de la Naturaleza no escapó a estas presiones y su aprobación estuvo rodeada de intensos debates. El equipo de Escarabajo Verde viajó a Bruselas para analizar el pulso entre los distintos lobbies europeos que, desde posiciones opuestas, intentaron frenar o impulsar la aprobación de esta ley.

Entre los defensores de la ley se encuentra WWF, uno de los lobbies ambientales más activos. Ester Asín, directora de la oficina de política europea de la organización, subraya los beneficios económicos y ambientales de la restauración: "Hay un eslogan que dice que no hay prosperidad en un planeta muerto. La Comisión Europea ha demostrado que por cada euro invertido en restauración, se pueden generar entre 8 y 38 euros de retorno, gracias a prácticas agrícolas más sostenibles y respetuosas con la naturaleza. Se trata de reinventar sectores como el agrícola para producir de manera más duradera".

Ester Asín, de WWF, trabaja en uno de los principales lobbies ambientales instalados en Bruselas

Ester Asín, de WWF

Una ley controvertida desde su origen

Sin embargo, la aprobación de la ley no estuvo exenta de controversia. Desde un inicio, organizaciones agrarias como Copa-Cogeca expresaron su rechazo. José María Castilla, representante de ASAJA ante la Unión Europea, sostiene: "Es una ley que, en nuestra opinión, nace muerta porque no tiene presupuesto suficiente. No se puede legislar de esta forma sin contar con los agricultores, ganaderos y silvicultores. Nadie está en contra de restaurar la naturaleza, pero sí de cómo se pretende hacer".

Dejar que la naturaleza siga su curso

La restauración ecológica es un reto complejo. Muchos proyectos fracasan cuando se agotan los fondos, especialmente en ecosistemas sobreexplotados. Según Mario Díaz, investigador del MNCN-CSIC, el enfoque debe ser más natural: "El problema es la sobreexplotación. Hay que ayudar un poco a los ecosistemas, pero no reconstruirlos completamente porque realmente no sabemos cómo eran hace siglos. La Ley propone un cambio de filosofía: dejar a la naturaleza en paz en ciertas áreas".

Jurrien Westerhof, de WWF, nos acompaña durante la visita a la reserva de Marchegg

Jurrien Westerhof, de WWF, durante la visita a la reserva de Marchegg

Marchegg: un modelo de restauración sin intervención

Un ejemplo de este enfoque se encuentra en Marchegg, al noreste de Austria, junto a la frontera con Eslovaquia. Allí, una reserva natural gestionada por WWF Austria y el gobierno regional apuesta por la restauración sin intervención directa. La zona alberga una de las mayores colonias de cigüeñas blancas de Europa Central, que anidan dentro del casco urbano.

En este espacio, se han reintroducido caballos Konik, una raza semisalvaje que actúa como especie clave para mantener el equilibrio ecológico mediante el pastoreo libre. Según Jurrien Westerhof, responsable de WWF en la zona: "La madera muerta es vital para los insectos. Si un caballo daña la corteza de un árbol y este muere, el forestal puede verlo como un problema, pero para nosotros es precisamente lo que buscamos".

Los caballos de Konic han sido introducidos en la reserva para que modelen el paisaje

Caballos de Konic de la reserva

Además, el río Morava, que marca la frontera, ha sido fundamental para conservar hábitats fluviales, humedales y bosques de ribera, ofreciendo refugio a cientos de especies. El objetivo es lograr un ecosistema autosuficiente, sin necesidad de intervenciones humanas continuas.

Este modelo minimalista de gestión, que da prioridad a los procesos naturales, plantea un debate crucial en el contexto de la nueva Ley Europea de Restauración de la Naturaleza: en muchos casos, puede ser más efectivo dejar que la naturaleza siga su curso para recuperarse.