La policía medioambiental: una pieza clave para la protección de los ecosistemas
- Los Agentes Forestales abarcan todo el territorio español y cada comunidad autónoma adopta su propia gestión
- El reportaje “Proteger la Tierra” de 'Escarabajo Verde' sigue de cerca a un cuerpo de agentes en territorio catalán
En un contexto de alarmante pérdida de biodiversidad y el avance imparable del cambio climático, la policía medioambiental, más conocida como Agentes Forestales, se ha convertido en una pieza clave en la protección de los ecosistemas.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el 40% de las especies animales y vegetales en Europa se encuentran en peligro de extinción. En este contexto, la labor de los Agentes Forestales resulta esencial para la protección del medio ambiente. Aunque su denominación y competencias varían según la comunidad autónoma, esta flexibilidad permite adaptar su trabajo a las particularidades de cada territorio, lo que incrementa su eficacia.
En Cataluña, por ejemplo, los Agentes Rurales desempeñan funciones centradas en la gestión de los recursos naturales y la vigilancia de espacios protegidos. En cambio, en comunidades como Castilla y León o Andalucía, sus responsabilidades pueden abarcar desde la protección de especies autóctonas hasta la prevención y gestión de incendios forestales.
El reportaje “Proteger la Tierra” del programa 'Escarabajo Verde' sigue de cerca a un cuerpo de Agentes Rurales en el territorio catalán.
Agentes rurales de Catalunya realizando una inspección en la costa
Cómo proteger la biodiversidad
Uno de los pilares fundamentales de estos agentes del Estado es la defensa contra la pérdida de biodiversidad. Su trabajo en la montaña y el campo no solo se limita a la vigilancia, sino que también incluye tareas de investigación y monitorización. Entre sus funciones más destacadas se encuentran el seguimiento de especies protegidas, como el lobo, el águila real o el urogallo.
El agente rural Gabriel Lampreave lleva más de dos décadas dedicado a la conservación de especies y a la gestión cinegética. El programa lo acompaña mientras realiza labores de rastreo del lobo en las montañas de la provincia de Lleida. “Todo comenzó a principios de los años 2000... Me avisaron de daños en varios rebaños de ovejas y, para sorpresa de todos, el responsable era un lobo”, recuerda Lampreave.
A pesar de la imagen “bucólica” que suele asociarse al trabajo en la naturaleza, Lampreave subraya que su labor requiere una gran dosis de empatía, especialmente cuando hay personas implicadas en conflictos con la fauna salvaje.
Junto a Gabriel Lampreave seguimos las indicaciones del grupo canino
Grandes amenazas
La caza furtiva y el uso ilegal de venenos representan dos de las amenazas más graves para la fauna en España. Frente a este escenario, los Agentes Rurales desempeñan un papel fundamental en la identificación y desarticulación de redes furtivas, así como en la realización de operativos destinados a localizar y eliminar venenos que afectan especialmente a especies en situación vulnerable. Su presencia sobre el terreno y su capacidad de actuación son claves para prevenir la desaparición de especies en peligro de extinción. Cabe destacar que este cuerpo especializado es uno de los pocos que puede portar armas de fuego, siempre bajo una estricta regulación y supervisión.
Grupo de agentes rurales con un buitre muerto
En Cataluña, además, los Agentes Rurales tienen un rol destacado en la gestión de incendios forestales, una labor especialmente crítica durante los meses de verano, cuando el riesgo de fuego se intensifica. Su intervención resulta aún más relevante debido a la diversidad ecológica del territorio catalán, que abarca desde parques naturales de alta montaña hasta ecosistemas costeros de gran valor ambiental.
