Enlaces accesibilidad

La Palma se convierte en un laboratorio para estudiar el futuro de los océanos tras la erupción del Cumbre Vieja

  • Dieciséis meses tras la erupción del volcán Cumbre Vieja, algunas zonas de la Isla siguen cerradas por elevada toxicidad

El Escarabajo Verde viaja a la Isla de La Palma más de un año y medio después de la erupción del volcán Cumbre Vieja

Por
El Escarabajo Verde - Resurgir de las cenizas

La erupción del volcán Cumbre Vieja hace ya más de un año centró la atención mediática nacional e internacional. Sin embargo, las canalizaciones volcánicas en el medio marino ya vaticinaban este fenómeno geológico. Durante la última década, varias zonas como la punta de Fuencaliente, situada al sur de la Isla, han sido objeto de estudio por parte de científicos e investigadores. En ellas se ha descubierto que distintas emanaciones naturales de CO2 al medio marino producen un fenómeno conocido como la acidificación de los océanos.

Resurgir de las cenizas

Resurgir de las cenizas RTVE

El futuro de los océanos

El nivel medio de Ph en los mares a nivel mundial se sitúa en torno al 8,4% y se prevé que este disminuya paulatinamente hasta situarse en torno al 7,2% dentro de 150 años, aproximadamente.

Sorprendentemente en La Palma ya se da esa cifra, por lo que ello permite conocer cómo serán los océanos del futuro. La flora y fauna marina empieza a adaptarse morfológica y genéticamente; algunos crustáceos generan conchas más duras o determinados invertebrados se desplazan hacia zonas antes poco habitadas, lo que supone un espejo de la capacidad de adaptación de lo que podría ser el medio marino a medio plazo.

Vivir después del fuego

Por lo que a la parte terrestre respecta, y con el volcán aún humeante casi dieciséis meses después de la erupción, varias zonas y barrios de la Isla de La Palma permanecen cerrados debido a la existencia de gases tóxicos en el ambiente.

Para contextualizar este concepto: mientras una calidad del aire apta para la vida humana contendría entre 200 y 400 partes por millón de CO2, en algunas zonas de barrios como La Bombilla o Puerto Naos se superan, puntualmente, las 4.000 partes por millón, siendo esto incompatible con el desarrollo normal de la actividad humana.

Esto supone un reto mayúsculo para la Administración Pública en cuanto a su gestión, a la vez que una creciente incertidumbre social para todas aquellas familias que han sido desalojadas de estas zonas sin saber cuándo podrán volver a sus casas.

Barrio viviendas provisionales de afectados

Barrio viviendas provisionales de afectados RTVE

Por último, una vez apagado el foco mediático de la actualidad, resta en la Isla un componente social y psicológico que, aunque camina paralelo a las cifras de la ciencia cuantificable, lo hace sin protagonismo y en silencio. Más de 600 familias tuvieron que salir aquella noche de sus casas con lo puesto, dejando atrás recuerdos y pertenencias, historias y toda una vida de acecho a los pies de un volcán que finalmente acabó cambiando su realidad.

Ahora luchan a diario entre el cansancio y el desánimo para volver a empezar una nueva vida. Algunas de esas familias han sido realojadas en barrios provisionales de los municipios de El Paso y Los Llanos, y navegan a diario entre la pesada burocracia tratando de encontrar soluciones.

Cada familia es un caso. Cada persona es una situación concreta y todas ellas bajo el denominador común del ajetreo psicológico que supone dejar toda una vida atrás y empezar de cero.

Resurgir de las cenizas

Resurgir de las cenizas RTVE

Una realidad, la de la Isla de La Palma y sus habitantes, que supone un gran reto científico a la vez que social y cuyo objetivo busca la reconstrucción de una zona situada constantemente en el epicentro de la amenaza geológica.