Enlaces accesibilidad

'La extraña pasajera': el cine ya hablaba de la importancia de la salud mental hace más de 80 años

Por
'La extraña pasajera' y la salud mental
Bette Davis recibió su sexta nominación al Oscar (de diez totales) por 'La extraña pasajera'

"No pidamos la luna. Tenemos las estrellas". Así de tajante se muestra Bette Davis al final de La extraña pasajera, unas palabras desgarradoras con las que culmina el viaje personal de su personaje protagonista. A lo largo de la película presenciamos cómo Charlotte Vale deja atrás el poder que su tiránica madre lleva décadas ejerciendo sobre ella, se libera de su influencia, y toma las riendas de su vida, decidiendo su propio destino. Es una transformación tanto física como psicológica: La extraña pasajera pone el foco en la salud mental. Puede que se estrenara hace 81 años, pero su mensaje sigue resonando hoy en día.

Cuando comienza el filme conocemos a una Charlotte Vale muy distinta. Vive bajo la sombra de su madre, quien la controla y domina hasta el extremo. "Mi querida señora Vale, si deliberadamente tuviera un malvado plan para destruir la vida de su hija, no podría haberlo hecho de manera más completa", le acusa el doctor Jaquith, un psiquiatra, poco antes de que la joven sufra un ataque de nervios. Su tóxica influencia sobre su hija tiene a Charlotte totalmente sometida y la película lo reconoce.

La transformación interior de La extraña pasajera

Ingresa en un sanitario y, bajo el tratamiento del psiquiatra, Charlotte Vale experimenta un cambio total en su vida. Atrás queda esa mujer solitaria, de grandes cejas y gafas, y, en su lugar, emerge una atractiva dama más segura de sí misma e independiente. Su transformación física parece un reflejo de aquella que no se puede ver, una representación de su recuperación.

Bette Davis en 'La extraña pasajera'

Charlotte Vale (Bette Davis) al inicio de la película Fotograma de 'La extraña pasajera'

Su mejoría es fruto del tratamiento: el personaje de Bette Davis recibe ayuda y por eso mejora. El doctor Jaquith la apoya y acompaña en este proceso, compartiendo con ella un poema: "La indecible necesidad de la vida y la tierra nunca concedida / Ahora, viajero, navega hacia adelante, para buscar y encontrar". Los versos de Walt Whitman dan nombre a la película en su título original, Now, Voyager, que en español tradujeron como La extraña pasajera.

Bette Davis y Claude Rains en 'La extraña pasajera'

Charlotte Vale (Bette Davis) y el doctor Jaquith (Claude Rains) Fotograma de 'La extraña pasajera'

La película se basa en una novela de Olive Higgins Prouty, autora de Stella Dallas, historia centrada también en la relación entre una madre y una hija adaptada al cine en varias ocasiones. La extraña pasajera llegó a las salas en 1942, una época en la que tanto Europa como Estados Unidos se encontraban sumidos en la Segunda Guerra Mundial, con las devastadoras secuelas físicas y psicológicas que ello conllevaba. En este contexto, resulta interesante cómo el filme destaca la salud mental, y es que, bajo la apariencia de un drama romántico, se encuentra una historia mucho más importante.