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A Conchita Wurst le cuesta aceptar cómo inspira a otros: "No hice nada a propósito"

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Conchita Wurst, sobre su victoria en Eurovisión 2014: "La gente me escuchaba"

Entró a Eurovisión levantando expectación por su apariencia y salió convertida en toda una estrella. Icono indiscutible de la comunidad LGTBIQ+, Conchita Wurst es mucho más que aquella mujer con barba de la que tanto se habló en 2014: no solo ganó el festival con "Rise Like a Phoenix", sino que inspiró a muchísimas personas gracias a su mensaje de aceptación y tolerancia en lo que fue un triunfo de la diversidad.

Thomas Neuwirth ha tenido sus "altibajos" con Conchita Wurst, pero, a pesar de que llegó a hablar de "matar" a Conchita, parece haberse reconciliado con el personaje que tanto le ha dado. "Después de ganar fue muy intenso y pensé que tenía que tener esta imagen perfecta, de primera dama, siempre amable. Me considero una persona amable, pero tengo mis momentos", cuenta a RTVE.es, y es que "todos tenemos defectos". "Me encanta ser Conchita cuando me apetece y cuando no, no", explica.

Inspiración para muchas personas

Su vida ha cambiado mucho desde que brindara a Austria su segunda y última victoria en Eurovisión, 48 años después de que ganaran por primera vez: "Tuve tantas oportunidades después que no había tenido antes. Conseguí una voz a la que la gente escuchaba. Eso cambió. En cuanto a mi arte… Estoy trabajando con mis amigos. Tengo un bonito equipo de gente y hacemos realidad las fantasías más locas que tengo. Soy muy privilegiada y estoy agradecida por poder decir que vivo mi vida y pago mis facturas con las cosas que me encanta hacer".

Conchita Wurst

Conchita Wurst ha cantado en Eurorainbow Julián Corro/Eurorainbow

Pero "Rise Like a Phoenix" no le ha cambiado la vida solo a ella, sino también a muchas personas que se vieron reflejadas, representadas, en aquella actuación. Aunque es habitual que la gente se le acerque para decírselo, a Conchita Wurst le resulta "difícil de aceptar": "Soy solo yo. No hice nada a propósito". Por eso, cuando ocurre, siempre tiene una respuesta para sus fans. "Todos tenemos la fuerza en nuestro interior. A veces solo necesitamos que alguien nos lo recuerde", explica.

Nuevos retos

Es precisamente esa fuerza de "Rise Like a Phoenix" la que ha convertido a Conchita Wurst en un referente del colectivo LGTBIQ+, llegando incluso a participar en un acto de Naciones Unidas junto a su entonces secretario general, Ban Ki-moon. La artista es ahora una de las invitadas de Eurorainbow, el primer festival de España en aunar Eurovisión y la cultura LGTBIQ+. En el evento también actúan Loreen y Jamala, ganadoras del certamen europeo en 2012 y 2016, así como Ruth Lorenzo.

Conchita Wurst y Ruth Lorenzo

Conchita Wurst, Ruth Lorenzo y Jamala en una de las charlas convocadas por el festival Eurorainbow Eurorainbow

La fama, sin embargo, tiene otra cara para nada amable. Las amenazas de un exnovio le forzaron en 2018 a hacer público que es portadora del VIH. "Salir es mejor que ser descubierto por terceros. Espero infundir valor y dar un paso más en contra de la estigmatización de las personas que se han infectado por el VIH", escribió Conchita Wurst en Instagram. No fue fácil tomar esa decisión, como recuerda ahora. "Dudé por un momento sobre hablar de ello porque pensé que era muy personal y quería tomarme mi tiempo, pero creo que puedo ser un ejemplo de que puedes ser VIH positivo y estar sano".

"Somos unidad y somos imparables", dijo Conchita Wurst al conseguir el micrófono de cristal de Eurovisión. Tan imparable que ahora compone su propia música. Se lo dijo un compañero durante la pandemia y ha descubierto que le encanta: "Es una de las cosas más increíbles que hago creativamente". Saca nueva música cada seis semanas y enfrentarse a la reacción de los demás es "una cosa totalmente distinta, porque antes interpretaba las canciones de otras personas y estaba un poco desconectado". Lo tiene claro: "Todos tenemos una opinión. Yo tengo la mía".