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¿Qué hacer con una persona que explota de ira?

  • Estrella Montolío explica cómo tratar con personas granada y con la francotirador
  • La experta en comunicación analiza en otro episodio cómo tratar con personas difíciles
"Estamos rodeados de gente tóxica", señala Estrella Montolío
RTVE.es

“No vivimos en un universo idílico de gente constructiva, optimista, alegre y maravillosa. Esta no es la realidad”, explica la catedrática del lenguaje y experta en comunicación Estrella Montolío. “Estamos rodeados de gente tóxica y tal vez nosotros también, en alguna ocasión, hemos hecho un comentario con muy mala sombra a alguien que tenía una época vulnerable o hemos estallado en una especie de violencia un poco fuera de lugar”.

No es un día cualquiera - Cómo tratar con gente complicada IV - Estrella Montolío - Todo es lenguaje - 15/05/22

Una opción podría ser huir, en la medida de la posible, de estos individuos comunicativamente difíciles, pero Montolío en su espacio “Todo es lenguaje” de No es un día cualquiera, junto a Carles Mesa, se han propuesto “con nuestra visión optimista y esta manera de lidiar con de tal modo que quizás puedan extraer de sí mismos algo mejor de lo que vemos. Podamos también ayudar a mejorar el universo comunicativo en el que nos movemos”.

A través de diferentes capítulos han abordado cómo tratar con los sabelotodos, la gente agresiva, la entrometida, los que dicen a todo que no y los mártires. En este episodio se han propuesto reflexionar sobre el francotirador y la persona granada.

La experta en comunicación basa sus reflexiones en este espacio en las investigaciones de los investigadores Brinkman y Kirschner que se recogen en el libro de divulgación Cómo tratar con gente complicada.

¿Cómo es una persona granada?

Son aquellas personas que estallan de ira y no les importa que su explosión la destruya y a su imagen social. “Es en el fondo una demanda desesperada, infantil y de pedir atención inmediata. Estallar y perder el control de uno mismo es el recurso de la persona que subjetivamente se siente frustrada y ninguneada [...] y en el fondo para que la quieran”.

“Pueden estallar desproporcionalmente como reacción ante un gesto que les ha parecido ofensivo, un tono de voz determinado que les ha parecido condescendiente, alguien que alguien dijo o que no dijo... porque la causa concreta en realidad no tiene la menor importancia, no tiene que ver con lo que el otro hace o deja de hacer, sino que tiene que ver con su frustración interna”.

“Cuando el estallar violentamente le funciona, cosa que es así porque efectivamente todo el mundo alrededor se queda descolocado, intenta calmarlo sin demasiado fruto, etc. La persona granada lo que hace es contactar con el pico de adrenalina que le provoca ese estallido y ese subidón hace que se sienta a gusto y que lo repita en siguientes ocasiones”.

El antes

“Si convivimos, lo que es difícil, o trabajamos con una persona granada, es muy importante que intentemos utilizar estrategias de desactivación previa para no tener que ir recogiendo los desastres”, explica Montolío. “Si somos personas más o menos equilibradas, no podemos dejar que lleve tan lejos su violencia verbal. Tenemos que actuar antes”.

¿Cómo responder?

Tomemos el control como los únicos adultos presentes en la sala y que asumamos ese papel y que aprendamos a mirar esa granada humana de manera distinta, como alguien frustrado, como alguien con problemas emocionales para que su estallido no nos afecte a nosotros emocionalmente”, cuenta Montolío a partir de las explicaciones de Brinkman y Kirschner. Propone que digamos “su nombre varias veces”, tener en cuenta que “no se puede razonar” y “hay que volverlos a citar para cuando estén serenos”.

¿Cómo es comunicativamente un francotirador?

“Responde al prototipo de abusón y como todos los abusones es un cobarde”, explica Montolío sobre el tipo de persona francotirador. “Acecha camuflado y dispara para causar el mayor daño posible solo al que considera débil o está situación de debilidad en un momento determinado, nunca a la persona poderosa”.

Pone como ejemplos “un comentario en mal tono o fuera de lugar, quién no ha sufrido el sarcasmo de alguien o después de que nosotros interviniéramos hay alguien que va y pone los ojos en blanco. El tipo machista que no soporta tener una mujer como jefa y le dice inconveniencias, la persona profesional veterana que boicotea al novato, el despechado que cree que todos lo excluyen porque todos le tienen manía”.

Señala que las escenas que se ven en series de televisión cómicas donde “se meten todos unos con otros, se lanzan puyas y las reciben con deportividad, todos se agreden simbólicamente para regocijo de los que están viendo el programa”. Lanzan el mensaje de que “la vida es un juego y hay que jugar”. Advierte que en la vida real estas “conductas verbales agresivas [...] no son risibles, sino que son hirientes y en ocasiones devastadoras cuando las personas están en momentos vulnerables”.

¿Cómo responder?

El francotirador se sitúa escondido “esperando la mejor situación en la que hay público para disparar”. En ese momento Estrella Montolío explica que hay que “sacarlo simbólicamente de su escondite e intentar poner luz simbólica para que el público vea lo que él está haciendo. Hay que responder con tranquilidad, con serenidad y mostrarnos imperturbables”.

“Es probable que recule y diga algo tan tópico como 'ay, pues si era una broma'. También puede ser que este se ponga chulo y diga algo como 'sí, si es que la verdad, que te veo que tienes michelines que antes no tenías'. Ya se sabe delante de todo el público, que es lo que nos interesa a nosotros, que es un comentario hecho desde la envidia”.