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El sabelotodo, ¿cómo contestarle y evitar discusiones?

  • Estrella Montolío, experta en comunicación y catedrática de lengua, explica las claves para una comunicación
  • Toma como referencia las investigaciones de los médicos Rick Brinkman y Rick Kirschner
  • Escucha el espacio "Todo es lenguaje" los domingos cada 15 días en Radio Nacional a las 9.40 h
'No es un día cualquiera' ha explicado en diferentes capítulos cómo tratar con personas difíciles
RTVE.es

¿Cómo tratar con una persona sabelotodo? A esta pregunta ha intentado responder Estrella Montolío en No es un día cualquiera. La catedrática de Lengua Española en la Universidad de Barcelona y asesora en comunicación explicaba que la obsesión de estos individuos es controlar a la gente y “las conversaciones que tiene alrededor”. Este control se ejerce “acaparando el turno de hablar continuamente con largos arrogantes argumentos siempre despreciativos hacia cualquier otro al que considera que no sabe o se equivoca”.

No es un día cualquiera - Gente complicada III - Estrella Montolío - Todo es lenguaje - 01-05-22

El sabelotodo no admite réplica a sus palabras porque considera que es prácticamente una afrenta a su autoridad. Es intolerante a las críticas porque cree vehemente que su manera de hacer y de ver las cosas es la única y es la mejor. Habla con seguridad y confianza en sí mismo absoluta, domina, controla, manipula la conversación, abusa del tiempo de escucha de los demás soltando parrafadas y nunca desperdicia el suyo escuchando a los demás. Como es una persona que sólo habla y nunca escucha, genera situaciones comunicativas incómodas tanto en los ámbitos personales como en los ámbitos profesionales”.

Montolío ha abordado en el espacio “Todo es lenguaje” cómo tratar con personas difíciles en diferentes capítulos como la gente agresiva, entrometida, la que dice a todo que no y la que se hace el ‘mártir’. Siempre ha tomado como referencia el libro 'Cómo tratar con gente complicada. Saca lo mejor de los demás en sus peores momentos' de los médicos Rick Brinkman y Rick Kirschner.

Las estrategias comunicativas

La asesora en comunicación señala que no hay que discutir con un sabelotodo porque ahí “él se crece” y “es posible que corramos un serio riesgo de que nos lo vuelva a explicar todo convencido de que no hemos llegado a entender sus sabias palabras”.

  • Retomar sus palabras

Así que propone que “para comenzar a ganarnos comunicativamente a un sabelotodo funciona muy bien retomar sus palabras con expresiones del tipo ‘como muy bien has señalado’, ‘tienes toda la razón cuando afirmas que’ o ‘qué interesante eso que opinas sobre’. Estas expresiones respetuosas tienen que ser dichas con sinceridad y sin ironía. Lo que estamos intentando es neutralizar el peligro de que el sabelotodo entre una espiral en la que vuelva a explicarnos o se ponga furioso”.

  • Somos aliados

“Una vez le hemos demostrado que nos hemos alineado con su punto de vista y hemos dejado muy claro que no somos lesivos sino aliados, ha llegado el momento de presentar nuestros argumentos como alineados con los suyos, es decir, siempre de una manera táctica para que parezcan inscritos en la misma línea de pensamiento del sabelotodo”. Propone decir: “teniendo en cuenta las ideas que nos has presentado en tu intervención, quisiera hacer una propuesta tomando como punto de partida tu perspectiva del problema”. Este señala que es “un agujero en el sistema de defensa del sabelotodo porque sucumben al poder inmenso del halago. Cuando no se sienten ni atacados ni cuestionados, sino comprendidos y tenidos en cuenta respetuosamente, el sabelotodo no sentirá la necesidad de defenderse y de atacarnos. Por el contrario, empezará a entregarse a la escucha de nuestras propuestas, porque sentirá que son suyas”.

  • La precisión comunicativa

“Cuando ya él cree que estamos alineados en sus argumentos, ha llegado por fin la oportunidad de redirigir al sabelotodo hacia la adhesión e incluso las simpatías hacia nuestras ideas, que en otras circunstancias no se habría dignado ni a escuchar. En este punto hay que actuar estratégicamente con precisión comunicativa quirúrgica empleando expresiones muy bien pensadas y medidas que suavicen nuestras propuestas para no provocar nuevas resistencias en el sabelotodo”.

Propone expresiones como “no estoy muy segura, pero solo lo estoy imaginando como un escenario posible, pero qué te parece si”, el uso de la primera persona del plural, el nosotros inclusivo, y evitar el yo o el tú como por ejemplo "¿cómo crees que reaccionará el mercado si tomamos la iniciativa?".