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Filosofía

Insatisfecha, ninfómana, abortista... Así llamaron a Simone de Beauvoir por 'El segundo sexo'

  • La filósofa Simone de Beauvoir publicó 'El segundo sexo' en 1949 y recibió ataques tanto de la Iglesia como de la izquierda
  • La escritora francesa es considerada la madre del pensamiento feminista
  • Puedes ver el programa 'This is philosophy' en RTVE Play

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La fiilósofa Simone de Beauvoir entre libros
La fiilósofa Simone de Beauvoir entre libros

Insatisfecha, frígida, ninfómana, lesbiana, abortista… Así llamaron a la filósofa y escritora Simone de Beauvoircuando hablaba de feminismo en los dos volúmenes de ‘El segundo sexo’ en 1949. ¿Qué es lo que planteó para provocar tanto escándalo? El Vaticano lo incluyó en el índice de libros prohibidos pero la pensadora francesa también recibió ataques desde la izquierda.

Simone de Beauvoir en 1955

Simone de Beauvoir en 1955

Simone de Beauvoir puso el foco en la condición de las mujeres y las invitó a que crearan consciencia de su situación.  Se le considera unánimemente como la madre del pensamiento feminista aunque tuvo predecesoras que le habían preparado el camino como su compatriota Olimpia de Gouges, la inglesa Mary Wollstonecraft y las sufragistas que lucharon por el voto femenino.

¿Qué dice Beauvoir en 'El segundo sexo'?

Después de dos años de investigación, Beauvoir escribió uno de los libros más polémicos de todos los tiempos: ‘El segundo sexo’. El primer volumen fue publicado en junio de 1949 y se vendieron 22.000 ejemplares en una semana, convirtiéndose así en un best seller. Muestra cómo las mujeres son privadas de su capacidad de construir libremente su proyecto vital al estar encerradas en un destino determinado de antemano por su condición de mujer. En el segundo volumen, la filósofa realiza un recorrido por las diferentes figuras y etapas de esa femineidad configurada culturalmente: la niña, la joven, la madre y la esposa. Junto al éxito de ventas, llegó el escándalo.

Cristina Sánchez, profesora de Filosofía del Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid, explica en el pograma ‘This is Philosophy’ que para Beauvoir la mujer está atrapada por su cuerpo. “No el cuerpo en sí sino las interpretaciones culturales del cuerpo de las mujeres”, aclara Sánchez. Es lo que posteriormente se llamará género y nos marca una serie de normas y una manera de estar en el mundo diferente a la de los hombres. Son una serie de instrucciones predeterminadas que vienen por el hecho de ser mujer como, por ejemplo,  “Mi familia es lo más importante”, “Tengo que estar guapa”, “Tengo que ser madre”, “Debo cuidar a mis hijos”, “No puedo engordar” o “No estoy interesada en el sexo. Si lo estoy, lo tengo que esconder”.

Según la pensadora francesa, no solo se priva a las mujeres de la posibilidad de construir sus vidas libremente sino que, además, tienen que seguir ese manual de instrucciones como si fuera algo biológico, es decir, el resultado inevitable de haber nacido mujer. Simone de Beauvoir pretende desenmascarar que la existencia de las mujeres está determinada por unos moldes prefijados a los que no pueden renunciar porque son naturales cuando en realidad son una construcción cultural de la realidad. Por eso, no se nace mujer sino que se llega a serlo.

Fragmento de 'El segundo sexo' de Simone de Beauvoir

Fragmento de 'El segundo sexo' de Simone de Beauvoir RTVE.es

“Desconfiad de la naturaleza. Podéis hacer lo que queráis. No estáis determinadas por vuestro cuerpo”, afirmaba Beauvoir en el ‘El segundo sexo’. Para la escritora, las mujeres son educadas en unos roles de género que definen la esencia de la femineidad. Sin embargo, no hay una naturaleza femenina ni una manera correcta de ser mujer. No hay caminos marcados ni roles que no podamos cuestionar.

Sexo no es género

Con sus reflexiones, Simone de Beauvoir puso sobre la mesa la distinción entre sexo, que viene determinado por el cuerpo, y género, que es la interpretación cultural del cuerpo. Una cosa es ser biológicamente una mujer y otra es adecuarse al estereotipo de lo femenino en una sociedad concreta. Lo primero es natural; lo segundo es una construcción cultural. Aunque para Beauvoir no todo es interpretación cultural porque la biología también cuenta. En ‘This is Philosophy’ la profesora Cristina Sánchez comenta que en varios capítulos de ‘El segundo sexo’ la escritora se dedica a explicar la experiencia vivida de las mujeres a través de sus cuerpos, por ejemplo, la menstruación o el aborto.”