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Literatura

Laura Fernández: «De niños soportamos mejor las tristezas que los adultos, somos más duros y más valientes»

Noticia Página Dos

  • El germen de su novela empezó en un pueblo de Noruega
  • Página Dos entrevista a la escritora catalana, que ganó el premio Ojo Crítico de Narrativa en 2021
  • Tardó cinco años en crear el excéntrico universo de esa pequeña aldea ficticia llamada Kimberly Clark Weymouth
Laura Fernández: «De niños soportamos mejor las tristezas que los adultos, somos más duros y más valientes»
Marta Dominguez | Página Dos

La escritora Laura Fernández creció en los ochenta, fascinada con las ficciones que hablaban de rareza, amistad y aventuras, como Los Gremlins, una de sus películas favoritas, que tiene lugar en una ciudad nevada sin nombre. «Escribo sobre lugares donde me gustaría vivir.» En La señora Potter no es exactamente Santa Claus (Literatura Random House) la autora habla de creación, maternidad, familia, casualidad, decepción, destino, soledad… pero valiéndose de la imaginación, no de la autoficción. «La realidad es aburrida. En un libro puedes crear lo que quieras. La ficción te lleva a otros lugares, y sería absurdo limitarse a la realidad.»

La novela narra el aburrimiento en el que vive un pequeño pueblo anónimo hasta que un día, caprichos del destino, una autora superventas decide ambientar en aquel lugar su nuevo libro infantil. Y ahí se acaba la calma. Así explica el comienzo de la novela cómo pasó aquello: «Fue durante uno de sus viajes a ninguna parte, esos viajes en los que, para escribir, se limitaba a extraer del maletero de su destartalado todoterreno una mesa de camping y colocarla en cualquier lugar, poner encima su máquina de escribir, o a menudo tan sólo una libreta, y sentarse, en una silla plegable, junto a ella». Laura Fernández defiende un principio en el que Página Dos también cree: leer con pasión. Leer como cuando éramos niños y nos sumergíamos en el libro, y durante unos días vivíamos en otro mundo, no podíamos esperar hasta el momento de seguir leyendo, y hasta cambiábamos de manera de hablar.

La relación entre padres e hijos es uno de los temas cruciales de la historia. «Es algo que siempre me ha interesado mucho. Eso de ser personaje secundario de tu propia vida, cómo luchamos con eso cuando formas una familia y te conviertes en madre o padre y no quieres ‘desaparecer’. Los hijos pasan, de algún modo, a estar en deuda con el creador. Quieren agradarle, y eso no siempre permite ser del todo quien quieres ser.»

Esta es la sexta novela de la escritora y periodista, que antes publicó Bienvenidos a Welcome, Wendolin Cramer, La Chica Zombie, El Show de Grossman y ConnerlandÓscar López pregunta a Laura por su relación con los personajes. «He leído libros en los que me afecta mucho, por ejemplo, la muerte de uno de los protagonistas. No me lo podía creer. ¿Si viviría en el pueblo de mi libro? Creo que una temporada sí, pero solo de visita. Haría de detective aficionada.» Fernández cita a algunos de sus autores preferidos: Roald Dahl, Stephen King, Ray Bradbury, Philip K. Dick. «Les debo el descubrirme mundos fuera de ese mundo. Lugares que te alejan de la realidad y te acogen, lugares donde todo es posible.»