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En 'El lodo' de la Albufera de València con Paz Vega e Iñaki Sánchez Arrieta

  • La película aborda un conflicto medioambiental
  • El director ha revelado que terminó llorando el último día de rodaje

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Tarde lo que tarde - 'El lodo', el thriller que estabas esperando

El origen de la historia de la película El lodo fue la Albufera de València. La localización donde se desarrolla la película y no tanto por la historia a contar: "Es el lugar que tengo yo tan cerca de casa que da para tanto. Desde hacía muchos años era cómo no con este espacio tan brutal, con esta luz, con este sitio, cómo es posible que no se haya hecho tanto aquí. A partir de ahí me planteé qué podía hacer", ha contado el director Iñaki Sánchez Arrieta en Tarde lo que tarde.

"Parece que lo indicado en un parque natural era contar o hablar de un conflicto medioambiental que luego ya iría aparejado con los conflictos internos de quienes vienen a ser el biólogo y de los que van a protagonizar este conflicto".

"Claudia es una madre que ante un hecho traumático de su pasado intenta salir con ayuda, con medicación. Está pasando por un proceso de curación y en el que necesita la presencia de su marido. Yo de alguna manera conecté desde el minuto uno que leí el guion porque soy madre y porque pensar lo que le pasó a ella, de alguna manera me empatice de inmediato, claro, y la entendí", ha explicado Paz Vega que la protagoniza.

"El miedo es básicamente el motor de arranque de casi todos los conflictos de los que ocurren en la película". El director ha puesto como ejemplo el de Ricardo que no quiere asumir una situación que le lleva a tomar una serie de decisiones. "Hacer esta cosa del éxito en sustitución del fracaso personal". Estas decisiones ponen en "entredicho un poco el futuro de la población, que a su vez se carga de miedo".

El rodaje como familia

"Siempre se crea una familia" en cada rodaje en el que participa Paz Vega, según ha explicado ella misma. "Durante el tiempo que dura el rodaje es tu vida, es tan intenso las relaciones que se establecen en un set de rodaje". "Estábamos contentos desde el principio" y "que goce está cogiendo esto", ha confesado el director. "Había como una relajación dentro de que íbamos a toda pastilla, porque era una peli muy compleja y con los tiempos apretados, pero sí que había una satisfacción bastante general. Hubo ahí una onda muy buena, entre todos, también en lo personal". Sánchez Arrieta terminó llorando el último día de rodaje, "pero no porque se acabara. Yo tenía ganas de que se acabara. De verlos despedirse a ellos. Estaba emocionado".