Escuchando Valladolid y León con Jesús Cifuentes y Ariel Rot
- Jesús Cifuentes, de Celtas Cortos, guía a Ariel Rot por Valladolid y León
- Allí conocen a artistas como Arizona Baby, Erik Urano, Siloé, Nadia Álvarez, Alejandro Díez o Jhana Beat
- Jesús Cifuentes reune a la banda para dar una sorpresa a Ariel
Ariel Rot llega a Astorga (León) para encontrarse con Jesús Cifuentes, uno de los fundadores y la voz de Celtas Cortos.
Jesús empezó en el mundo de la música tocando la guitacharra y el tamboril. A partir de ese momento tomó conciencia de la importancia de la cultura tradicional. En Celtas Cortos ha sabido encontrar ese equilibrio entre el folk y el rock.
Celtas Cortos nació en el Instituto Delicias de Valladolid en el año 1984 alrededor de un colectivo de alumnos que compartían interés por la música, en particular por aquella que tenía que ver con el folclore castellano, el bretón, o el irlandés. Han pasado más de 30 años pero sus integrantes siguen funcionando igual.
“Los temas musicales se cocinaban en el local de ensayo, todo se pulía a golpecitos. Haciéndolo entre todos. Haciendo que los temas creciesen, se hiciesen más grandes, siempre con la aportación y la discusión eterna asamblearia, de un colectivo.”
Jesús y Ariel se desplazan a Valladolid donde les esperan uno de los grupos más hiperactivos de la escena musical: los Arizona Baby. Han conseguido convertir su pasión en su profesión. Como banda compaginan su proyecto con otro llamado Coarizonas y a nivel indivual todos tienen proyectos musicales a parte.
Javier Vielba, el vocalista del grupo, es también el responsable del “Open Mic Pucela”, una éxitosa iniciativa que arrancó hace 10 años y que permite a cualquier músico mostrar su arte. Es un formato muy extendido en Inglaterra, lugar en el que vivió la banda una temporada, y que ha cosechado un gran éxito.
“La primera vez fuimos cuatro amigos, literalmente. Ahora llevamos 13 años ya, es la temporada 13, llevamos ya 200... 270 y pico ediciones."
En esos micros se han fraguado bandas como Cosmic Birds, Tuxedo, The Levitants, Siloé o Ángel Stanich. Este último empezó aquí su carrera musical.
"Es que es como mi academia, además, en el Conservatorio no me dejaron entrar, o sea que para mí, eso es como la escuela."
El municipio de Urueña conserva el aspecto de una pequeña ciudad medieval y cuenta con uno de los cascos urbanos mejor conservados de la provincia de Valladolid. Allí Jesús y Ariel conversan con tres generaciones distintas que comparten la misma pasión por la música y cultura tradicional.
Héctor Castrillejo forma parte de El Naán, un colectivo de creadores nacido en 2009 que explora la raíz étnica de la tradición. Esa pasión por la tradición les viene de un viaje que hicieron por la selva americana, donde estuvieron en contacto con comunidades indígenas.
“Allí, vi claramente cómo mi raíz de aquí tenía esa misma fuerza, ese mismo poder. Yo vi a mi abuelo y dije: -Mi abuelo es un indígena de aquí, de esta tierra, sabe cuándo va a llover y sabe escuchar el pájaro-."
La música y la poesía son los principales argumentos creativos de El Naán, pero su experimentación traspasa a menudo estas disciplinas dando paso al videoarte y en ocasiones al teatro o a las artes plásticas.
Dentro de este colectivo también hay lugar para las generaciones más jóvenes, como María Alba.
“Nosotros seguimos con una inquietud por la tradición. Pero, estamos en el siglo XXI, en el momento en el que estamos. Y todo va fluyendo, todo va evolucionando.”
Junto al El Naán está Joaquín Díaz, músico y folclorista español, que ha dedicado gran parte de su vida al estudio y divulgación de la música tradicional. Tiene una fundación cuya finalidad es contribuir a la valoración y difusión del patrimonio legado por la tradición.
“Menéndez Pidal lo dejó muy claro. La tradición no es repetición. Es invención. Tradición ha llegado a nuestros días no como algo arqueológico, sino como una cosa viva.”
De vuelta a Valladolid, en el Parque de Las Norias, Ariel y Jesús conocen a Erik Urano, un cantante y compositor de hip-hop y productor musical de Valladolid que ha colaborado con bandas como Novedades Carminha o La M.O.D.A. Sus letras hablan sobre la parte oscura de su ciudad de donde surge el concepto “Valladolor”.
“Nosotros también representamos un poco esa cara B de la ciudad […] Valladolid no solo es la calle Santiago o la Plaza Mayor. También son las calles que tardan más en asfaltarse de los barrios. Son las familias que tienen menos posibilidades de ir a un centro comercial que esté en el centro.”
En "Balaclava", el tema que da título a su último álbum, presenta un «Valladolor gueto-futurista». En el videoclip Erik aparece vestido con una sudadera con el escudo del Real Valladolid y la leyenda “Valladolor”
“Me gusta mucho la ciencia-ficción, en general. Sobre todo la ciencia-ficción así un poco más distópica, como puede ser el Blade Runner de Philip K. Dick. Cosas así. Y creo que Valladolid también representa un poco ese lado.”
Erik compagina su carrera musical con su otra faceta de profesor, ya que da clase a chavales con discapacidad.
Siloé es el álter-ego de Adolfo (Fito) Robles, nacido en Valladolid en 1988. Fue uno de los pocos españoles becados por la prestigiosa escuela de composición Berklee College of Music (Boston). En sus temas hay grandes dosis de espiritualidad, cosa no muy común entre los músicos españoles y que plasma con total naturalidad.
“Creo que la espiritualidad dentro del ser humano es clave, no creo que deba ser un tema tabú, y que en España, muchas veces, lo tenemos como algo oscuro. Y me parece que es todo lo contrario.”
El proyecto Siloé auna las raices folks de Fito con la música electrónica que hace el guitarrista y productor Xavi Road.
“Intentamos encontrar un balance y cómo hacer música electrónica pero con ese componente orgánico de la guitarra acústica, de la mandolina, de un pandero cuadrado castellano, pero con una 808, con un "moog", cómo juntamos eso.”
Nadia Álvarez es compositora, cantante y guitarrista, tiene un estilo muy particular asociado a menudo con la corriente indie-folk. Su último disco está dedicado a Antonio Machado.
“La verdad es que desde bien pequeñita la poesía siempre ha estado conmigo. Y me ha ayudado mucho por eso que hablamos de expresar, demostrar algo que llevas dentro. Y dio la casualidad de que en la última época, profundicé un poco en su obra y demás. Y bueno, muchos de los textos que hay en mis canciones, parten de ideas de sus poemas.”
De nuevo en León, en la casa Botines, Jesús y Ariel se encuentran con dos bandas leoneses: Cooper y Miryam Bright. Cooper es el proyecto musical en solitario de Alejandro Díez Garín, ex líder de la banda mod Los Flechazos.
“Yo ya era un apasionado de la música desde muy pequeñito.. Nací a finales de los 60, una generación a la que la música le ha dado carácter. Y ha marcado, de alguna manera... El guay de mi clase era quien conocía más de música que los demás.[…] Aquí, en León, mandaba el "beat"de alguna manera. Y en ese punto fue donde yo me enganché y empecé a montar bandas en el colegio.”
Miryam Gutiérrez, vocalista del grupo The Bright, confiesa que ella empezói a tocar la guitarra con canciones de Los flechazos. Actualmente se encuentra embarcada en su nuevo proyecto en solitario que lleva por nombre Feroe, con el que deja de lado el estilo folk para sumergirse más en el electrónico.
“Es un nuevo proyecto que tengo después de mi etapa con The Bright. Aníbal, mi compañero, como que se cansó un poco y decidió dejar la música un poco de lado y yo como que sentía que quería seguir haciendo cosas y haciendo canciones.”
Miryam no solo es conocida por su faceta de cantante, si no que también es una estrella en el cuadrilátero.
“Sí, yo empecé a boxear hace nueve años, ocho años, y bueno, empecé un poco por apuntarme en un gimnasio y hacer algo. Poco a poco, me empezó a gustar y acabé compitiendo. Así que nada. Ahora es mi trabajo, trabajo de entrenadora.”
Jesús lleva a Ariel al MUSAC, el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, donde les espera Hanna Borja Fernández, o lo que es lo mismo Jhana Beat.
Jhana empezó en la música a los 15 años de manera autodidacta como percusionista, pero pronto descubrió su voz y empiezó a experimentar con ella acompañándose de una guitarra.
A los 18 años, Jhana encontró en el Beatbox una herramienta muy poderosa, e impulsada por su talento natural para la percusión, comenzó a experimentar con la técnica y a entrenar su boca para el ritmo.
“Descubrí que llamaba mucho la atención. La habilidad de hacer un ritmo, unos sonidos que no parecen humanos, como por ejemplo... Entonces, la gente como que la atención la captas. Y me gustaba, porque yo quería decir muchas cosas. A través de la música.”
En 2009 consiguió el reconocimiento de 'Best Show Nacional', en la 'Beat-box Battle' Internacional.
De vuelta a Valladolid, Jesús lleva a Ariel a conocer La Molinera, una antigua fábrica de harina reconvertida en un centro social ocupado que acoge conciertos, charlas, etc. Un espacio abierto para toda la ciudadanía en el que Jesús participa activamente y donde les espera el resto de la banda de Celtas Cortos. con la que sorprenden a Ariel.
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