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Irlanda Tambascio convierte a los viajeros del metro en 'Aves metropolitanas'

  • Un original libro ilustrado que compara a los pasajeros con aves
  • "Un día empecé a ver a los pasajeros del metro como pájaros", confiesa

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'Cotorras púberes' ('Nymphae charlatanae'), una de las especies descritas en 'Aves metropolitanas'
'Cotorras púberes' ('Nymphae charlatanae'), una de las especies descritas en 'Aves metropolitanas'

Parodiando los cuadernos de naturaleza, la cortometrajista, artista audiovisual e ilustradora Irlanda Tambascio (Caracas, Venezuela, 1977) nos sorprende con el divertido y original, Aves metropolitanas (Alianza editorial) un libro en el que compara a los viajeros del metro de Madrid con las aves mediante el “Underbirding”.

“Es una variación del birding que es una práctica mundialmente conocida y que consiste en la observación de las aves –comenta Irlanda-. Así que el underbirding consiste en contemplar extraños ejemplares de pájaros en espacios suburbanos, como el metro de Madrid”.

“Aves Metropolitanas –continúa la ilustradora- es un bestiario, en clave de humor,  de treintaidós ejemplares de aves subterráneas halladas en el metro de Madrid. Lo he dividido en 8 partes: Crías; Parlantes o Cantoras; Ibéricas; Nocturnas; Migratorias; Rara Avis; Ali-caídas y Avetustas”.

“Empecé a ver a los pasajeros como pájaros”

Irlanda nos comenta cómo surgió esta curiosa comparación: “La verdad es que no podría decir que "se me ocurrió". Esto fue hace algunos años, en el 2009. Iba a un trabajo bastante aburrido y rutinario en el metro y me entretenía, como siempre, observando a la gente. Al día siguiente decidí llevar una libreta y un lápiz pues llevaba tiempo sin dibujar y de pronto empecé a ver a los pasajeros como pájaros”.

“Al retratarlos, automáticamente me salían los nombres en castellano y en latín y ya sólo podía ver a la gente bajo ese prisma. Todos los ejemplares del libro son reales. Eso sí, hacía un pequeño casting y buscaba la mejor presa”.

“La explicación de por qué fueron aves y no ornitorrincos –continúa Irlanda- imagino que fue por el juego que me permitía a la hora de comparar el mundo aviar con el humano, pues ambos poseen una gran diversidad”.

“Aunque la explicación poética, que me gusta más, tiene relación con el momento de mi vida en que tuve esa visión. Estaba tan aburrida de mi trabajo, que veía a todo el mundo enjaulado, al igual que yo, viajando cada día a un trabajo gris y rutinario. Así que creo que mis ansias de libertad se vieron reflejadas en los demás en forma de pájaros que olvidaron volar o tienen alguna anomalía en su vuelo”.

Del “Párvulum limbus” a las “Cotorras púberes”

Destacar la capacidad de observación de Irlanda que logra retatar a algunas especies de Aves metropolitanas que todos reconocemos enseguida, como la que ella considera la más común: “Lamentablemente, y creo que me estoy convirtiendo en una de ellas, la de los Verdecillos Abducidos (Párvulum limbus)los que estamos enganchados a los móviles y no levantamos nuestra vista de su pantalla”.

“También la Ávida lectora, la que lee libros de autoayuda camuflados es muy común (aunque últimamente he observado que proliferan más ejemplares masculinos que leen este tipo de libros ¡sin camuflar!)”.

Unos nombres realmente originales que vienen acompañados de una divertida descripción de cada ave y sus comportamientos: “Todo es un juego –asegura Irlanda-. Como ya dije, la mayoría de los nombres salían casi automáticos, luego al organizar el trabajo vas limando de aquí y de allí. Y también al hacer un posterior trabajo de investigación sobre el mundo de las aves empecé a descubrir que algunas realmente se parecían por aspecto y comportamiento y entonces les cambiaba el nombre”.

“En algunos casos procuré mantener especies de la región. Y con los nombres en latín, algunos realmente están traducidos y respetan la nomenclatura original, pero la mayoría son juegos de palabras. Gracias a este libro descubrí el fascinante mundo de las aves.

Apuntes del natural

Como en los cuadernos de la naturaleza “Todos los dibujos están captados en directo -nos comenta Irlanda-. Es decir, los ejemplares, sin ellos saberlo, fueron cazados por mi lápiz (con un tiempo limitado pues cuando se bajaban del vagón ahí acababa el dibujo). Luego hice una selección de los que más me gustaban o veía más divertidos. En un principio no había pensado en clasificarlos, pero un amigo me dio la idea y a partir de ahí todo cuadró”.

Irlanda también nos comenta en el libro dónde y cuando podemos ver a estas aves metropolitanas: “Cada una está en una estación de metro especial debido a su condición, por ejemplo la Cigüeña Urbanita, que está embarazada coge el metro en la estación Barrio de la Concepción. Y también por estilo de vida, las Nocturnas o Pernoctata avis viajan en la franja horaria más tardía, cada una por razones distintas: o les gusta la tranquilidad de los últimos metros o salen por la noche cada día de la semana”.

Por último hemos preguntado a Irlanda por sus proyectos: “Es difícil hablar de proyectos. Siempre tengo muchos en la cabeza y al final empleas la energía en el menos esperado. Por ahora he empezado otro libro ilustrado que sería un catálogo de otros especímenes humanos que no desvelaré (en este caso serían sólo féminas) y uno de historietas más sencillas. Como también me dedico al audiovisual tengo en mente un largometraje que espero llegue a hacerse, aunque todo está en una fase muy embrionaria”.

Si leéis este original libro, os garantizamos que vuestros viajes en metro serán mucho más divertidos.