Enlaces accesibilidad

'Las hijas de Antonio López', una historia para liberarse del miedo de una infancia trágica

  • La pintora Rebeca Khamlichi presenta este libro autobiográfico
  • Un relato sobre la violencia infantil con ilustraciones personales

Por
Las mañanas de RNE - 'Las hijas de Antonio López', una historia para liberarse del miedo de una infancia trágica

Las hijas de Antonio López es un libro autobiográfico que habla de una realidad escondida detrás de las puertas de muchos hogares: el maltrato infantil.

Se sitúa en la España de los años 90, cuando “las cosas se entendían como cosas que pasan dentro de casa y que se solucionan dentro de casa”, ha afirmado Rebeca Khamlichi, su autora, en Las mañanas de RNE.

Ilustrado con sus propias pinturas y dibujos, Rebeca ha querido plasmar en un libro una infancia oscura marcada por el miedo. Su padre, un pintor y retratista de gran talento, era alcohólico y esto desembocaba en la violencia. Su madre, buscó refugio en la religión, “en una rama evangélica radical bastante loca”, cuenta la artista.

Tanto ella como su hermana Elisa se sentían niñas invisibles en casa, en el colegio o en el pediatra. “Todo el mundo conocía lo que pasaba”, ha declarado Rebeca. “Los vecinos solo daban toques en la pared para que les dejáramos dormir”, ha afirmado.

El título del libro hace referencia a las alucinaciones que sentía su padre, que creía ser el pintor Antonio López. Respecto a la ilustración que ocupa la portada, una niña con cola de mono, la artista ha explicado que quería expresar una sensación personal mediante el dibujo: “Yo me sentía muy distinta al resto de seres humanos. Nos veía como monitos, como animales enjaulados, atrapadas”.

Las hijas de Antonio López ha servido como terapia a la autora y ha admitido lo costoso que ha sido superar el miedo. “Cuando terminé de escribir el libro me liberé de ese miedo” ha relatado. Tomó la decisión de escribir su historia porque necesitaba librarse de la rabia y del dolor causado por una infancia difícil. “Me explotó y la única manera era tomar distancia, convertirlo en un proyecto artístico y que ya no fuera como una historia mía, sino compartirla”, ha afirmado Rebeca.