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Reporteros Sin Fronteras señala el 2025 como el año más mortífero para los periodistas: "No mueren, los matan"

  • Un total de 67 profesionales de los medios han sido asesinados en los últimos 12 meses, casi la mitad en Gaza
  • Más de medio millar de periodistas están presos en 47 países, la mayoría en China
Palestinos asisten al funeral de los periodistas muertos en un ataque israelí, frente al Hospital Al-Shifa en la ciudad de Gaza, el 11 de agosto de 2025.
Palestinos asisten al funeral de los periodistas muertos en un ataque israelí, frente al Hospital Al-Shifa en la ciudad de Gaza, el 11 de agosto de 2025. EFE / MOHAMMED SABER

El odio y la impunidad cercan a una libertad de prensa más amenazada que nunca. Este año ha sido el más mortífero para los profesionales de la información, según el balance anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF).

Gaza ha sido el escenario principal de este baño de sangre, donde Israel ha matado a casi la mitad de los 67 profesionales de los medios de comunicación, de 22 países, asesinados en los últimos 12 meses. Además, en la Franja, el 79% de los periodistas han sido víctimas de la guerra o del crimen organizado. Los locales son los que pagan el precio más alto: solo dos periodistas extranjeros han sido asesinados fuera de su país; todos los demás han sido atacados mientras hacían su trabajo de informar desde sus propios países.

El crimen organizado también ha sido responsable de un aumento preocupante de las matanzas contra reporteros en México: este es el año más letal de los últimos tres. En Ucrania, el Ejército ruso no ha dejado de agredir a los profesionales de los medios, mientras Siria sigue siendo el país con el mayor número de informadores desaparecidos del mundo, un tercio del total. Se desconoce el paradero de muchos reporteros detenidos o secuestrados durante el régimen de Bashar al Asad, incluso un año después de su caída.

Asesinan y encierran a periodistas

El fotorreportero francés Antoni Lallican, asesinado por un ataque con drones rusos en Ucrania, y el periodista salvadoreño Javier Hércules, muerto en Honduras, donde vivía desde hacía más de diez años, son los dos reporteros asesinados fuera de su país en este 2025.

De los 67 periodistas que han sido asesinados por ejercer su profesión, 37 de ellos murieron por fuerzas armadas —regulares o no— y 16 por el crimen organizado.

Israel ha cometido una "masacre" contra la prensa palestina sin precedentes en la historia reciente, destaca el informe de RSF. Además, denuncian que el Gobierno de Benjamín Netanyahu se ha valido de una campaña de propaganda mundial que alimenta una estigmatizante equivalencia entre "periodista y terrorista" para justificar sus crímenes. Desde octubre de 2023, cerca de 220 periodistas han sido asesinados por el Ejército en Gaza, 65 de ellos de forma deliberada por ejercer su profesión, según datos recogidos por la organización. En estos momentos, mientras el enclave palestino sigue cerrado, esta represión sin precedentes permanece "impune".

Este año otro de los grandes depredadores de la prensa ha sido el líder de la junta birmana, Min Aung Hlaing. Creó y se puso al frente de la Comisión para la Seguridad y la Paz del Estado, el nuevo Gobierno militar de facto, reforzó su represión de la libertad de prensa y aprobó una legislación que penaliza la difusión de contenidos considerados "perjudiciales para el proceso electoral". RSF recuerda en este informe que desde febrero de 2021, siete periodistas han sido ejecutados, al menos 200 han sido detenidos y 47 siguen recluidos en condiciones inhumanas, a menudo torturados.

En América Latina, México, sigue liderando la lista de los países más peligrosos para la prensa. El Cartel de Jalisco Nueva Generación se impone como la organización criminal más violenta del país centroamericano y uno de los depredadores más temibles del periodismo. Este año, los periodistas José Carlos González Herrera, Kristian Zavala y Calletano de Jesús Guerrero han sido asesinados mientras cubrían temas relacionados con el narcotráfico, la seguridad pública o la corrupción local.

"El clima de impunidad permite a estos grupos silenciar las voces independientes y reforzar su control sobre la información, incluso un año después de que Claudia Sheinbaum asumiera la presidencia de México y a pesar de los compromisos que adquirió con RSF", recoge el texto.

Informar es una tarea casi imposible en un contexto de conflicto como el de Sudán, donde al menos cuatro reporteros han sido asesinados en el ejercicio de sus funciones en este último año, dos de ellos tras ser secuestrados por las Fuerzas de Apoyo Rápido.

China, la mayor prisión de periodistas del mundo

A 1 de diciembre de 2025, 503 periodistas estaban detenidos en 47 países del mundo. RSF desglosa la cifra: 113 profesionales de los medios permanecían encarcelados por el régimen de Xi Jinping, a los que hay que añadir otros ocho periodistas en Hong Kong. China sigue siendo la mayor prisión de periodistas del mundo: tiene tantos detenidos como Rusia y Birmania juntas. Pekín "se mantiene (121), aunque Moscú (48) —que se une al podio de carceleros por delante de Birmania (47)—, es el país con el mayor número de reporteros extranjeros detenidos: 26 ucranianos".

El líder ruso, Vladímir Putin, ha llevado a cabo la peor represión a la prensa en 2025, convirtiéndolo en el peor año desde la caída de la URSS, y ha alcanzado su peor puesto en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF (171). Desde su llegada al poder en 2000, los periodistas son amenazados, encarcelados, agredidos o asesinados. Y, desde la invasión a gran escala de Ucrania en 2022, 16 profesionales de los medios han sido asesinados por el Ejército ruso, tres de ellos en 2025. 48 siguen encarcelados, entre ellos 26 reporteros ucranianos. El informe denuncia que el país euroasiático encarcela al mayor número de periodistas extranjeros de todo el mundo, seguido de Israel, que tiene a 20 periodistas palestinos encerrados en cárceles israelíes. De ellos, 16 han sido detenidos en los dos últimos años en Gaza y Cisjordania.

Además, el ambiente represivo que se respira en Rusia se extiende por Georgia, Azerbaiyán o Bielorrusia, entre otros, por lo que ilustra "los graves peligros que acechan a la libertad de prensa en los países del antiguo bloque soviético", denuncia la organización.

El actual Líder Supremo del Emirato Islámico de Afganistán, Haibatullah Akhundzada, ha asfixiado al periodismo afgano. En agosto de 2021, el país volvió a caer en manos de los talibanes y las tropas occidentales abandonaron el territorio. Desde entonces, la represión, la violencia y los enormes retrocesos de los derechos humanos han vuelto a gobernar al país. Un contexto que no favorece a la libertad de prensa. El periodismo afgano se asfixia bajo una censura implacable, marcada por una sucesión de directivas restrictivas y de prohibiciones. Durante estos cuatro años de régimen intransigente, más de 165 profesionales de la información han sido detenidos, 25 de ellos durante el año 2025.

Periodistas desaparecidos y secuestrados

Otro dato importante que destaca el informe presentado este martes es que el 72 % de los periodistas desaparecidos lo fueron en Oriente Medio y América Latina. Este año 135 periodistas siguen desaparecidos en 37 países de todo el mundo, "algunos desde hace más de 30 años". Ningún continente se libra de esta lacra, pero los países que lideran las listas de periodistas desaparecidos son Siria, Irak y México. En Siria se calcula que hay 37 reporteros en paradero desconocido. RSF recuerda que muchos eran rehenes del Estado Islámico o prisioneros de Bashar al Asad, pero pese a la caída de ambos, aún no ha sido posible localizarlos. Además, "la llegada al poder de elementos de la organización yihadista siria Hayat Tahrir al Sham (HTS) no impide que este grupo siga reteniendo a varios periodistas y que deba liberarlos", recriminan en este informe.

Por otro lado, RSF denuncia en este balance anual que hay 20 periodistas secuestrados en todo el mundo. Yemen ha sido el epicentro de los secuestros de periodistas que se han registrado en los últimos 12 meses, allí los rebeldes hutíes capturaron a siete reporteros, tomados como rehenes durante este año.

En el Sahel ejercer el periodismo se ha vuelto una tarea titánica. En países como Malí, Reporteros Sin Fronteras recuerda que hace dos años que el periodista y director de Radio Coton d'Ansongo, Saleck Ag Jiddou, y el presentador de este mismo medio local, Moustapha Koné, fueron secuestrados por miembros de un grupo armado no identificado el 7 de noviembre de 2023, cuando se dirigían a Gao, en el norte del país, con dos de sus compañeros.

Los dos permanecen capturados, además, los secuestradores exigieron un rescate de cuatro millones de francos CFA (unos 6.000 euros) por cada periodista.

El informe también hace mención al periodista de Burkina Faso Serge Oulon, director del periódico de investigación L’Événement. Oulon está desaparecido desde que fue secuestrado, el 24 de junio de 2024, en su domicilio por una docena de hombres armados que se identificaron como miembros de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANR). Si bien las autoridades de Burkina Faso asumieron su reclutamiento en el Ejército en octubre de 2024, desde entonces se niegan a revelar su paradero y a dar pruebas de que está vivo. Según la información de RSF, otros siete de los periodistas reclutados a la fuerza en el Ejército burkinés tras ser secuestrados por las autoridades, fueron liberados y pudieron reunirse con sus familias en 2025.

"Y hasta aquí nos trae también la impunidad: el fracaso de las organizaciones internacionales, incapaces ya de hacer valer el derecho a la protección de los periodistas en conflictos armados", argumenta Thibaut Bruttin, director general de RSF. En su opinión, esto "es fruto del declive del coraje de los Gobiernos, que deberían aplicar políticas públicas de protección". Además, continúa: "De ser testigos privilegiados de la historia, los periodistas se han convertido progresivamente en víctimas colaterales, testigos incómodos, moneda de cambio, peones en juegos diplomáticos, hombres y mujeres a los que hay que eliminar. Cuidado con los clichés sobre los reporteros: no dan la vida por el periodismo, se la arrebatan; los periodistas no mueren, los matan", denuncia.