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Un cómic repasa la faceta histórica del fútbol como instrumento de emancipación de los oprimidos

  • Se publica La otra historia del fútbol, de Deveney, Correia y Bonaccorso
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En la portada de un cómic, un partido de fútbol reúne a jugadores de diferentes épocas y estilos. Destacan un jugador argentino con el número 10 y una jugadora estadounidense con el número 15, en medio de una escena con personajes históricos y aficionados.
Detalle de la portada de 'La otra historia del fútbol' (Garbuix Books)

El fútbol no siempre fue un negocio multimillonario en el que parece que solo importan los resultados, como en la actualidad. Durante su historia también ha sido un poderoso instrumento de emancipación para trabajadores, mujeres, anticolonialistas, jóvenes de barrios populares y oprimidos de toda índole. Esa historia popular es la que nos cuentan en La otra historia del fútbol (Grabuix Books), el periodista francés Mickaêl Correia (autor del libro en el que se basa el cómic), el guionista Jean-Christophe Deveney y el dibujante y colorista italiano Lelioi Bonaccorso.

En una videoconferencia, Jean-Christophe Deveney (que consiguió el premio especial del jurado en el Festival de Angoulême 2025), nos comenta: “Actualmente el fútbol profesional se ha convertido en un negocio, en una clara muestra del capitalismo. Esa es la parte del fútbol que nos venden, porque es la que genera dinero y la que interesa a los que mandan. Pero sigue existiendo un fútbol popular que es el que encontramos entre la gente, en las calles, en los barrios… y ese es el fútbol que nos interesa”.

“El cómic –continúa el guionista-, parte del libro de investigación de Mickaêl Correia: Una historia popular del fútbol (Hoja de Lata). Y lo que muestra es que el fútbol sigue siendo un deporte colectivo en el que juegan once contra once. Y como, a lo largo de la historia, ha sido una herramienta que permite la emancipación y que se establezca una relación más cercana entre las personas”.

Página de 'La otra historia del fútbol' (Garbuix Books)

El nacimiento del fútbol

El cómic nos cuenta cómo nació el fútbol. “Las raíces del fútbol –nos explica Deveney-, se encuentran en el campo, en los labradores, en los talleres… de finales de la Edad Media. Aquellos primeros partidos de pelota, en los que el número de jugadores era ilimitado, eran una especie de ajuste de cuentas que muchas veces servían para solucionar las trifulcas entre pueblos. Recibió el nombre de Foeth Ball en Iglaterra”.

“Con la privatización de las tierras desapareció hasta principios del Siglo XX –continúa el guionista-. Fue entonces cuando, en las escuelas de élite británicas, los profesores se dieron cuenta de la importancia de la actividad física y del entrenamiento. Así que, a este juego que era bastante caótico le añadieron una serie de reglas”.

“En esta época –añade Deveney-, también se dio una especie de separación entre los que defendían que el fútbol solo se podía jugar con los pies y los que aceptaban que se pudiesen utilizar las manos. Al final eso dio lugar al nacimiento del fútbol y al del rugby. Y como en aquella época Inglaterra era un imperio, ellos fueron los inventores de casi todos los deportes modernos y los que los diseminaron por el mundo”.

Página de 'La otra historia del fútbol' (Garbuix Books)

“El juego del pueblo”

El fútbol también está muy vinculado a la Revolución Industrial del Siglo XIX y a los movimientos obreros de la época. Ya que los empresarios pensaban que era ideal para transmitir a los obreros los principios de esa Revolución Industrial. “En el libro se ve cómo los empresarios y los obreros influyeron en el fútbol. Por ejemplo, el fútbol británico estaba más ligado a la burguesía, por lo que jugaban un fútbol más individualista y de lucimiento personal”.

“Pero con el movimiento obrero escocés del Siglo XIX, los obreros introdujeron en el fútbol el juego en equipo, lo que era una traslación del trabajo en equipo de las fábricas al campo”, explica Deveney.

Eso también dio lugar a los pases, como nos explica el guionista: “Cuando empecé a trabajar en el libro me planteé qué tenía en común el fútbol del Siglo XIX con el actual. Y hablando con Mickaêl Correia me dí cuenta de que el del Siglo XIX era un fútbol muy vertical. La idea era pasar al otro campo de una forma bastante rectilínea, para llegar a la portería rival”.

“Fue entonces cuando los jugadores escoceses dejaron de correr de forma individual y caótica para organizarse como un equipo de verdad y definir como debían estar repartidos los jugadores en el campo. Se organizaron por primera vez y lo hicieron con una estructura parecida a la del trabajo en las fábricas. La creación de las primeras federaciones de fútbol es bastante paralela a la organización del movimiento obrero, que buscaba más derechos para los trabajadores. Ahí podemos encontrar una relación entre los jugadores y los obreros, en el sentido en que ambos son los peones de una cadena de explotación, ya sea de trabajo o futbolística”, añade el guionista.

Viñeta de 'La otra historia del fútbol' (Garbuix Books)

"El regate: la respuesta de los negros a las agresiones de los blancos"

Entre las numerosas historias curiosas que nos cuenta el cómic está la de que el regate fue la respuesta de los negros a las continuas agresiones de los blancos. “El regate ya estaba presente en el fútbol de los ingleses –nos comenta Deveney-, pero lo perfeccionaron los futbolistas brasileños. En aquella época, la sociedad era muy racista y cuando estos jugadores se hicieron profesionales se encontraron con situaciones de injusticias flagrantes, ya que los árbitros no pitaban las faltas que les hacían”.

“Así que el regate no lo perfeccionaron por un tema estético sino por pura supervivencia, para poder seguir jugando. Esos regates también se convirtieron en una forma de emancipación”, añade el guionista.

Página de 'La otra historia del fútbol' (Garbuix Books)

Los primeros equipos femeninos

En 1916 en Inglaterra, coincidiendo con la I Guerra Mundial y el movimiento sufragista, las mujeres avanzan en sus históricas reivindicaciones. “Los hombres estaban en el frente y las mujeres se incorporan al trabajo en las fábricas, pero también al deporte, porque alguien se dio cuenta de que las mujeres también tenían piernas y pies y podían ofrecer un buen espectáculo”, asegura Deveney.

"Pero el fútbol seguía siendo muy machista -añade el escritor-, y cuando los hombres regresaron prohibieron a las mujeres jugar al fútbol. Habría que esperar unos 40 años para que pudieran volver a jugar de forma profesional”.

Página de 'La otra historia del fútbol' (Garbuix Books)

Pelé, Maradona y “la mano de dios”

Por supuesto, en el cómic también nos encontramos a grandes futbolistas que hicieron historia, como Pelé y Maradona. “Al principio quería centrar el cómic en los grupos, en las clases sociales –nos explica el guionista-, pero a medida que avanzaba me di cuenta de que la historia del fútbol también es un conjunto de historias de ascensión social. Y Pelé y Maradona, tienen en común su origen en las clases bajas y cómo el fútbol les llevó a convertirse en estrellas”.

“Y en el libro también quería hablar de cómo vivieron con eso, de cómo les afecto a nivel personal –continúa-. Los dos son jugadores excepcionales que han marcado un antes y un después en la forma de jugar. Pelé fue el primer jugador completo. Era hijo de otro futbolista y se dedicó por completo a este deporte, con un entrenamiento muy duro, cuidando su alimentación y sus hábitos… Tenía muy claro lo que tenía que hacer como profesional”.

“Maradona, en cambio, está muy arraigado a su origen social, al entorno del que proviene –añade el guionista-. Y esto se ve tanto en su forma de jugar como en su forma de comportarse. Él tiene como una doble dimensión, y el mejor ejemplo lo vemos en esa final con Inglaterra en la que metió ese gol haciendo trampas con “la mano de dios” que vio el mundo entero, menos el árbitro, que dio por bueno el gol. Pero minutos después demostró su gran talento y su superioridad técnica con un gol antológico. Para mí, esa dualidad lo convierte en una personalidad fascinante”.

Viñeta de 'La otra historia del fútbol' (Garbuix Books)

Las revoluciones y el fútbol

El cómic también nos habla de la importancia del fútbol en acontecimientos históricos como la Revolución Egipcia (2011) o la Primavera Árabe (2010-2012). “Nos interesa mucho esa dimensión popular del fútbol y los diferentes hinchas y aficionados –nos explica el guionista-. Por ejemplo, en esas revoluciones estaban muy involucrados políticamente. Y queríamos mostrar ese compromiso político frente a esa imagen de los ultras, de la que también hablamos en el libro, que se asocia más a la violencia y al caos”.

También hablan de la relación que se establece entre los países colonizadores y los colonizados a través del fútbol. “Aquí volveríamos al tema del regateo en los países de África –nos comenta Deveney-. Juegan al fútbol porque fue introducido allí por los países colonizadores como Francia, Inglaterra, Bélgica, Holanda… que en su afán de colonizar e imponer su visión del mundo también introdujeron los deportes”.

“Pero esos países africanos y sus poblaciones también permiten esta introducción porque jugar al fútbol se convierte en un placer para ellos, porque la gente se lo pasa bien jugando –añade-. El fútbol fue una imposición europea en África, pero los ciudadanos autóctonos se lo se lo apropiaron, lo hicieron suyo. Y los equipos africanos y se convirtieron en un espacio de discusión, en una caja de resonancia de los movimientos anti coloniales y de los movimientos independentistas. Y los campos de fútbol se convirtieron en un lugar en el que se podía poner en tela de juicio la cuestión de la superioridad de los colonizadores. Todos recordamos grandes partidos con victoria africana que evidenciaron la igualdad, desmintiendo esa supuesta superioridad de los colonizadores”.

Viñeta de 'La otra historia del fútbol' (Garbuix Books)

Austriacos contra nazis

Entre los numerosos ejemplos de resistencia, no podía faltar el famoso partido que los Austriacos, liderados por Matthias Sindelar, jugaron contra los invasores nazis en 1938. Y que ha dado lugar a numerosas obras de ficción como la película Evasión o victoria (John Huston, 1981). “Este episodio muestra cómo el fútbol es un espacio aparte, un espacio al margen de la sociedad, de cómo en este caso la política va por un lado y el fútbol va por el otro”.

“Este partido –continúa-, tuvo lugar tras la anexión de Austria por el Tercer Reich en 1938. En ese momento, el equipo de Austria era el mejor de Europa, Lo llamaban “el equipo maravilloso” y a Matthias lo ll “el Mozart del fútbol”, por su capacidad de regatear y burlar a los contrarios".

“Los alemanes amañaron el partido para que empataran a cero. Ese era el acuerdo a nivel político, pero sobre el terreno de juego los jugadores austriacos se negaron a perder y acabaron ganando 2-0 a los alemanes, demostrando su superioridad sobre los invasores. Los alemanes se enfadaron mucho y tomaron represalias contra el equipo. Unos meses después encontraron muerto a Matthias en su apartamento de Viena. Pero este partido es un claro ejemplo de cómo el fútbol puede ser un lugar completamente al margen de la política”.

Página de 'La otra historia del fútbol' (Garbuix Books)

El futuro del fútbol

Hay una cosa que echamos de menos en el libro y es un poco más de historia del fútbol español. “Es cierto –nos confiesa Deveney-. Hay muchos episodios interesantes en la historia del fútbol español y en el libro mencionamos, por ejemplo, el origen del F.C. Barcelona y del Athletic de Bilbao, que fue creado por los obreros, pero también por un grupo de ingenieros británicos que estaban trabajando en la construcción del tren. Y en el ensayo de Correia se habla también de un episodio en el que el Barsa ganó 5-0 al Real Madrid, en la época de Franco, y que dio origen a una canción popular”.

“Es curioso como el fútbol sirve para mostrar esas rivalidades entre ciudades como Madrid y Barcelona o la de París y Marsella, que tenemos nosotros. Y es que, como decimos, el fútbol también habla de nosotros como sociedad”.

En cuanto al futuro del fútbol, Jean-Christophe Deveney nos comenta: “Espero que el fútbol sea menos machista, más igualitario en general. Porque, como digo, es un espejo de la sociedad en la que en la que vivimos, representa nuestra mentalidad y cómo evolucionamos. Ahora mismo vemos que se están dando pasos hacia una mayor igualdad en general y también en relación con las mujeres”.

“Pero no podemos olvidar que las luchas por la igualdad son muy difíciles de ganar, porque siempre experimentan avances pero también retrocesos, y eso lo podemos comprobar en el fútbol femenino. Espero que sigamos avanzando en la igualdad de las mujeres, pero tenemos que recordar que no es una cuestión del fútbol, sino que es una cuestión de la sociedad. Porque el fútbol, como digo, solo es el reflejo de lo que ocurre en la sociedad”.

Portada de 'La otra historia del fútbol' (Garbuix Books)