Quince jóvenes de Argentina y Chile visitan La Rioja para descubrir sus raíces
- Llegaron el 16 de septiembre como participantes del programa También Riojanos
- Las casas regionales de sus países ejercen un papel clave para esta unión
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Como dice el himno de Logroño, nadie se siente extranjero. Esa frase ha cobrado vida estos días para quince jóvenes argentinos y chilenos descendientes de riojanos que han cruzado el charco para conocer la tierra de sus antepasados. Llegaron el pasado 16 de septiembre como participantes en la primera edición del programa “También Riojanos”, una iniciativa del Gobierno de La Rioja.
Las raíces de estos jóvenes están repartidas por toda la comunidad: desde la Sierra de Cameros hasta los viñedos de Rioja Oriental. Entre ellos está Vicente Pimentel, de Santiago de Chile, cuyos orígenes se encuentran en Grávalos; Tania Moreno, de San Juan (Argentina), que viaja con sus dos hermanas; o Mariana Rodríguez, de Buenos Aires, con ascendencia en Anguiano.
Las casas regionales, claves para este vínculo
En los países iberoamericanos, las casas regionales desempeñan un papel clave en la preservación de las tradiciones riojanas. La gastronomía es uno de los vínculos más fuertes: desde las alubias de Anguiano hasta, por supuesto, el vino. Se sienten parte de dos países: aquel en el que han crecido y La Rioja, que todavía tienen mucho por descubrir.
En apenas quince días, han tenido la oportunidad de conocer la cultura local y participar en uno de los momentos más especiales del calendario logroñés: las Fiestas de San Mateo.
