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Las distorsiones de los mapas: cómo afecta la cartografía a nuestra manera de ver el mundo

  • África pide un cambio de mapamundi y que se use uno que represente con mayor exactitud su tamaño
  • Los expertos reconocen que es complejo pasar de una "representación tridimensional perfecta a un plano"
Distorsiones en los mapas: cómo afectan la manera de ver el mundo
RAÚL PORTERO (Vídeo) / RTVE.es (Texto)

Los mapas llevan miles de años mostrándonos cómo es el lugar en el que vivimos. Nos ayudan a entender las posiciones y las dimensiones de los diferentes países, pero, ni siquiera ellos, están exentos de distorsiones y polémicas.

Así lo denunciaba esta misma semana la Unión Africana, formada por 55 países, que pedía cambiar el mapamundi de Gerardus Mercator, ideado en el siglo XVI y el más difundido de la historia, por una proyección que represente, de un modo más cercano a la realidad, la proporción del continente africano. En apoyo a la campaña Correct The Map (“Corrijan el mapa”), apuesta por la representación de Equal Earth, creada en 2018.

Las diferencias entre ambas son claras: mientras en el primero, el hecho de poner en dos dimensiones una esfera hace que África sea poco más grande que Groenlandia — pese a que el continente mide 30 millones de km cuadrados y la isla helada poco más de dos—; en el segundo, África crece de manera proporcional ante una Europa, Groenlandia y Norteamérica que empequeñecen.

La escala y la proyección, claves para elaborar mapas

La petición de África ha extendido la curiosidad sobre cómo ha evolucionado la cartografía en los últimos siglos y con ella nuestra forma de ver el mundo. Los mapas más antiguos que se conservan, cuenta a TVE el jefe de área del Instituto de Geografía Nacional (IGN), Marcos Pavo, son de la Edad Media.

"Son mapas muy sencillos, circulares...", asegura, mientras señala uno en el que España parece estar representada al revés, es decir, con lo que hoy es el Estrecho de Gibraltar hacia arriba. "No está al revés, —comenta— está al derecho, pero orientado al sur, ya que toma bastante información de comerciantes árabes por el Océano Índico".

Desde la Edad Media hasta hoy, las necesidades han cambiado y también la forma de representarnos sobre el papel. La evolución tecnológica ha afinado este trabajo, pero es una cuestión compleja. "No existe una solución matemática perfecta que permita pasar de esa representación tridimensional perfecta a un plano", reconoce la subdirectora adjunta de Cartografía y Observación del territorio del IGN, Alicia González.

No existe una solución matemática perfecta que permita pasar de esa representación tridimensional perfecta a un plano

Por eso, la idea que tenemos del mundo es probable que no sea del todo cierta. Hay varias razones, según González: "Uno de los condicionantes fundamentales es la escala. Y la escala a su vez viene definida por el grado de detalle con el que se necesite representar la información del territorio."

Otra es el tipo de proyección que se haga previamente antes de pasar al papel. "Hay proyecciones conformes, que son las que conservan ángulos y las formas de los elementos que estamos representando, pero a cambio penalizan en la dimensión de las superficies o de las distancias", apunta la subdirectora.

Así, los geógrafos y expertos insisten en que será complicado que los mapas sean totalmente reales. Coinciden, no obstante, en que lo importante siempre es saber encontrarse.