"Apriete el botón, nosotros hacemos el resto": Kodak, la empresa que democratizó la foto, en su momento más difícil
- La compañía no cuenta con la liquidez suficiente para asumir su deuda de 500 millones de dólares
- "Usted apriete el botón, nosotros hacemos el resto", fue el primer lema publicitario de Kodak
Este martes, 19 de agosto de 2025, es el Día Mundial de la Fotografía. Una fecha que se ve empañada por la noticia, durante la pasada semana, de un posible punto y final en la historia de la mítica empresa Eastman Kodak.
Ni siquiera el reciente resurgimiento de las cámaras analógicas ha podido salvar a la compañía americana de la obsolescencia y la bancarrota. Kodak anunciaba, el pasado 11 de agosto, que no cuenta con la liquidez suficiente como para asumir su deuda de 500 millones de dólares. Un contexto que plantea "dudas sustanciales sobre la capacidad de la empresa para continuar como negocio en marcha", como manifestaba su comunicado.
Tras esta información, las acciones de Kodak registraron una caída de hasta un 25,29% en la bolsa de Wall Street. La empresa, que encontró una bolsa de aire reconvirtiéndose hacia el mercado farmacéutico durante la pandemia de la covid-19, ve desplomarse su valor bursatil.
Bajo el lema "Usted apriete el botón, nosotros hacemos el resto", Kodak transformó por completo la concepción de la fotografía, democratizando su consumo y el acceso de la población a sus productos. La posible quiebra de esta empresa marca el adiós a un actor clave en la historia de la fotografía.
Las acciones de la empresa Kodak caen más de un 25% en Wall Street. Getty Images
La revolución del clic
Tan inaccesible y misterioso era, en el siglo XIX, el mundo de la fotografía que algunos pícaros como William H. Mumler afirmaban que se podían fotografiar espíritus. El común de los mortales, ingenuo y atravesado por sus vivencias, creía a pies juntillas en las esperanzas de volver a ver a sus seres queridos.
Tanto así, que incluso la exprimera dama de los EE.UU., Mary Todd Lincoln, creyó que Mumler podía retratarla una vez más junto a su marido Abraham. Por supuesto que este estafador terminó sentándose delante de un juez, pero su ejemplo sirve para hacernos una idea de lo lejana y desconocida que era la fotografía en ese tiempo. Todo hasta que un revolucionario la puso en manos de la gente.
La foto que el estafador Mumler le entregó a la esposa de Abraham Lincoln. Wikimedia Commons
George Eastman vendió la primera cámara Kodak en 1888 por 25 dólares. Una cifra que, en esos momentos, podía representar lo que, a día de hoy, serían algo más de 850 dólares, según el portal especializado MeasuringWorth. El precio fue poco a poco amoldándose para poder resultar accesible a las clases medias americanas.
Kodak fue capaz de detectar la complejidad de una disciplina como la fotografía y ofrecer a los consumidores un aparato sencillo, portátil, con 100 exposiciones y un fácil manual de uso. La empresa vendió millones de aparatos, consiguiendo naturalizar la fotografía y volver los objetivos hacia la cotidianeidad. Convirtió las costosas cámaras fotográficas en instrumentos para capturar recuerdos al alcance de cualquiera.
Un impacto de película
Además de hacerle un enorme favor a los historiadores, consiguiendo que millones de personas fotografiasen todo lo que les ocurría, la empresa inventó, en 1932, un formato imprescindible para comprender el cine. Años más tarde, con el Super-8, Kodak puso, nuevamente, en manos de los aficionados una herramienta capaz de grabar vídeos de una manera más sencilla que la de los equipos cinematográficos que se utilizaban en la industria.
Steven Spielberg empleó el Super-8 durante la grabación de las escenas de bicicleta en 'E.T.' (1982). Mark Sennet/Getty Images
En los años 70, el Super-8 inoculó una fiebre por el cine casero, dándole una oportunidad a los directores emergentes para grabar sus películas con menos presupuesto. Steven Spielberg, Tim Burton o David Fincher son algunos de los jóvenes cineastas que pudieron acceder al medio audiovisual gracias a este invento de Kodak.
Este formato ha sido el vehículo para películas inolvidables como E.T., el extraterrestre (1982), precisamente de Spielberg. También lo han empleado en algunos momentos de su producción Quentin Tarantino, en Pulp Fiction (1994), o el director británico Christopher Nolan en su película Inception (2010). Con su primera cámara Super-8, Pedro Almodóvar grabó en los setenta hasta 11 cortos, debutando en el largometraje con Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980).
Con su primera cámara Super-8, Pedro Almodóvar grabó en los setenta hasta 11 cortometrajes, debutando en el largometraje con 'Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón' (1980). Getty Images
El juicio contra Polaroid
En octubre de 1985, tras nueve años de proceso judicial, Kodak recibió un duro golpe. La compañía de materiales fotográficos se vio obligada dejar de vender cámaras de fotografía instantánea. De las diez patentes de este tipo de productos que la empresa Polaroid había registrado, Kodak no había respetado siete. Un tribunal federal de Boston condenó a Kodak por plagio, para muchos, el más descarado de la historia de la tecnología.
La Polaroid SX70 fue la primera cámara instantanea comercializada por la empresa estadounidense en 1973. Getty Images
La empresa fue la encargada de producir las películas de polaroid durante seis años. De esta manera, no les resultó muy difícil conseguir la formula de Polaroid para que una foto pudiese revelarse en menos de un minuto. 925 millones de dólares fue la indemnización marcada por el juez. Esta suma no cambiaría mucho la historia de ambas corporaciones, que quebraron a comienzos del siglo XXI.
El rey en jaque
Así es, no es la primera vez que el gigante de la fotografía se enfrenta a la bancarrota. En septiembre de 2010, la bolsa de Nueva York anunciaba que, dado que su valor era inferior al dólar, Kodak debía dejar de cotizar en Wall Street. Dos años más tarde, en 2012, la empresa presentó ante un tribunal una petición voluntaria de quiebra. Por suerte para ellos, este periodo de reorganización les sirvió para cerrar filas y encontrar un nuevo enfoque de negocio.
La compañía volvió al mercado con un tamaño más pequeño y centrándose en la impresión profesional. En 2020, aprovechó la pandemia para sacar rédito económico, diversificando su negocio hacia el mercado farmacéutico y recibiendo una inyección de capital, por parte de la administración Trump, de 765 millones de dólares.
Publicidad de Kodak en el Reino Unido en 1910. Getty Images
Como demuestra su propia historia, un batacazo como el de la semana pasada podría no ser definitivo para Kodak, pero los pronósticos no son buenos. El mundo de la fotografía cruza los dedos ante la posible muerte de la centenaria compañía, un enfermo terminal condenado a los cuidados paliativos.
*Adrián Masa de Vega es alumno de Doble Grado en Periodismo y Humanidades en la Universidad Carlos III de Madrid. Esteban Ramón, coordinador de Cultura, ha supervisado la elaboración completa de este texto.