Ozzy Osbourne en diez himnos que forjaron el heavy metal
- El mítico vocalista ha muerto a los 76 años, dos semanas después de su despedida de los escenarios
- Repasamos sus temas más conocidos al frente de Black Sabbath y en su carrera en solitario
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Con decenas de millones de discos vendidos, ya sea en solitario o al frente de Black Sabbath, la de Ozzy Osbourne es una de las carreras más exitosas de la historia de la música rock. El cantante, fallecido este martes a los 76 años de edad, grabó algunos discos imprescindibles del género heavy metal, del que es uno de los principales representantes.
Aunque es imposible resumir una carrera tan extensa en solo un puñado de temas, hemos elegido estos diez como los más destacados de su trayectoria como líder de Black Sabbath y de sus discos en solitario.
Black Sabbath (1970)
El primer corte del primer disco de Black Sabbath es toda una declaración de intenciones: un ruido de lluvia y truenos, campanas doblando, un contundente riff de guitarra, ritmos pesados y una letra terrorífica sobre una misteriosa aparición que alcanza una categoría mayor en la peculiar voz de Ozzy Osbourne. El tema sirve para inaugurar el género del heavy metal e influirá en decenas de miles de bandas de generaciones posteriores.
War pigs (1970)
El tema que abre Paranoid, el disco que consolidó a Black Sabbath, es otro clásico imprescindible para la banda británica. Aunque originalmente se iba a llamar "Walpurgis", finalmente se convirtió en un tema antibelicista, fundamentalmente una crítica a la guerra de Vietnam. Una introducción pesada, con la guitarra de Tony Iommi como protagonista, da paso a un riff seco y contundente que se va repitiendo en distintas fases del tema, sin duda uno de los más logrados de Sabbath.
Paranoid (1970)
El tema más conocido de Black Sabbath y que da título a su segundo álbum, el que les sirvió como consagración. Aunque no hay lista de clásicos del heavy metal en la que no figure, lo cierto es que ""Paranoid se creó como un tema de relleno: en apenas media hora, Tony Iommi creó el riff de guitarra, el bajista 'Geezer' Butler compuso la letra y Ozzy Osbourne la cantó directamente para dar a luz una canción esencial para la banda, que la tuvo que interpretar en todos y cada uno de sus conciertos hasta el final.
Iron man (1970)
Una vez más, un riff de Iommi es el germen de otro de los grandes clásicos de Black Sabbath. El guitarrista va marcando la senda que sigue la voz de Ozzy Osbourne, con una letra que cuenta la profecía de un hombre que viaja al futuro y contempla el apocalipsis. A mitad del tema, uno de los característicos cambios de ritmo dan personalidad a la composición, un truco que las bandas de rock duro utilizarían a partir de ese momento de forma característica.
Children of the grave (1971)
Armada sobre una especie de ritmo tribal, "Children of the grave" continúa la línea antibelicista de "War pigs" y muestra el temor a un apocalipsis nuclear. Es uno de los cortes más importantes del tercer disco de la banda, Master of reality, que terminó de consolidar el prestigio de Black Sabbath. A cambio, los integrantes comenzaron a transitar por el peligroso filo de la adicción a las drogas y al alcohol, que fueron una constante en la vida de Ozzy Osbourne.
Sabbath bloody sabbath (1973)
El tema que abre el quinto disco de Black Sabbath, también llamado Sabbath bloody sabbath, está construido una vez más sobre un contundente riff de guitarra de Iommi, que logró de este modo vencer un largo bloqueo compositivo. También tiene la peculiaridad de contar con estrofas con un marcado carácter melódico y un final de una enorme intensidad, que marca nuevas cotas para el heavy metal y futuras variantes como el trash o el doom metal.
Symptom of the universe (1975)
Uno de los últimos grandes temas de la formación clásica de Black Sabbath, "Symptom of the universe" sigue en su arranque la fórmula habitual: riff de guitarra de Iommi, letra de 'Geeze' Butler, la contundente batería de Bill Ward y la omnipresente voz de Ozzy Osbourne. Pero al final de la canción, todo varía y se convierte en una sección acústica, que fue improvisada en el estudio. Quizá por eso, fuera poco habitual en los repertorios de la banda.
Crazy train (1980)
El primer single del debut en solitario de Ozzy Osbourne, Blizzard of Ozz, se basa en un riff de guitarra del jovencísimo Randy Rhoads, un superdotado de las seis cuerdas que acompañó al 'Mad man' en sus primeros años en solitario, pero que falleció en 1982 en un accidente aéreo. La letra muestra la preocupación por la deriva de la sociedad, aunque con la esperanza de que aún no es demasiado tarde, y el solo de Rhoads abre el camino que seguiría la guitarra heavy en los ochenta. El resultado, un clásico instantáneo desde su publicación.
Shot in the dark (1986)
Uno de los grandes éxitos comerciales de Ozzy en solitario, el tema lo escribió en colaboración con el bajista Phil Soussan y muestra el cambio de registro que se produjo a mediados de los ochenta en el heavy metal, con predominio de las melodías y los teclados, en la línea que impusieron bandas como Bon Jovi o Europe. Osbourne supo subirse al carro que marcaban los tiempos y el resultado es este tema, con todas las virtudes y defectos de su época.
No more tears (1991)
Con más de siete minutos de duración, según el guitarrista Zakk Wylde la canción surgió mientras la banda "tonteaba en los ensayos". El resultado es un medio tiempo, con guitarras aullantes y una letra que trata sobre un asesino en serie y su víctima, que pronto se convirtió en uno de los temas más celebrados de Osbourne, también imprescindible en sus conciertos.