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'Un tranvía llamado deseo' irrumpe en el Teatro Español: "Estamos tocando temas muy candentes"

  • Nathalie Poza y Pablo Derqui protagonizan el clásico teatral del siglo XX
  • La obra se representará hasta el 27 de julio en el Teatro Español
Nathalie Poza, Pablo Derqui y María Vázquez interpretan una escena con tensión en un ambiente evocador de época pasada, con una mesa, comida y una nevera antigua.
Nathalie Poza, Pablo Derqui y María Vázquez protagonizan 'Un tranvía llamado deseo' en el Teatro Español. Elena C. Graiño / Teatro Español

"¡Stella! ¡Stella!", gritaba un joven Marlon Brando mientras interpretaba el papel que le puso en la mira de Hollywood, el de Stanley Kowalski en Un tranvía llamado deseo. Ese clásico cinematográfico de 1951 se basó en una obra estrenada exactamente 10 años antes, en 1941, de la mano del dramaturgo Tennessee Williams. Ahora, en 2025, el Teatro Español acoge este icono del teatro de la mano de los actores Nathalie Poza y Pablo Derqui.

Esta historia se ambienta en una casa decadente, sin privacidad alguna, donde vive el matrimonio Kowalski, formado por Stanley y Stella. RTVE ha podido charlar con la persona sentada en la silla de dirección, David Serrano, y con el actor protagonista, Pablo Derqui. De hecho, los asistentes al pase previo al estreno, han podido presenciar una escena de la función que sirve como anticipo.

Cuatro amigos compiten por ver quién se hace con el mayor botín. Mientras uno de ellos va aumentando su fortuna, el inestable Stanley Kowalski (Pablo Derqui) está al borde de su paciencia cuando su mujer, Stella, (María Vázquez) y su cuñada, Blanche, (Nathalie Poza) vuelven a casa con ganas de diversión y de poner la partida patas arriba.

Pablo Derqui y María Vázquez interpretan a Stanley y Stella en una escena de

Stanley (Pablo Derqui) y Stella (María Vázquez) es el matrimonio principal en 'Un tranvía llamado deseo'. Elena C. Graiño / Teatro Español

Una temática sensible

Maltrato, acoso, opresión... El triángulo que viven Stanley, Stella y Blanche se basa en una constante agresión machista y violenta por parte de Stanley hacia ellas. Relaciones tóxicas que siguen ancladas a ese matrimonio frustrado y al nuevo romance que nace entre marido y cuñada.

El director detrás de la obra, David Serrano, quien sigue saboreando el gran éxito que ha tenido su último proyecto, The Book of Mormon en el Teatro Calderón, cambia la comedia por el drama en este clásico que, reconoce, tiene temática sensible: "Cuando haces una obra así, hay que ser consciente de que estamos en 2025, que el mundo ha cambiado, y la visión que tenemos que dar de estas situaciones tiene que transmitir, de alguna manera, que estamos en un momento muy diferente de cuando se escribió", señala.

Actriz con vestido a cuadros rojos y blancos interpretando un papel dramático en un escenario teatral.  Expresión seria y mirada dirigida fuera del encuadre.

Stella (María Vázquez) es una mujer atrapada en un matrimonio tóxico en 'Un tranvía llamado deseo'. Elena C. Graiño / Teatro Español

Además, ha Serrano ha hecho hincapié en que, a pesar de la trama tan explícita, lo ideal ha sido conservar el texto original de la obra para mantener la esencia con la que Williams la escribió en 1941: "Sin cambiar ni una sola coma, simplemente, sabiendo qué está pasando realmente ahí. No se tiene la misma visión de la violencia de género hace 70 años que ahora, claramente. Aunque queda todo por hacer, también las cosas han cambiado mucho", confiesa.

Un concepto de protección del texto original que su protagonista, Pablo Derqui, apoya: "Estamos tocando temas que, hoy en día, son muy candentes, pero es que están tratados desde un texto que es una de las obras maestras del teatro moderno. Es decir, Tennessee Williams escribía muy, muy bien. Nos hemos ceñido al texto que se estrenó en Broadway en el 41. Son temas candentes, pero está muy bien escrito y es muy gustoso de interpretar", apunta Derqui.

La sombra de Marlon Brando

Antes de presentar al mundo una de las mejores actuaciones de la historia como Vito Corleone en El Padrino, un joven Marlon Brando consiguió el papel de Stanley Kowalski en la obra de teatro de Un tranvía deseo en 1947. Su actuación dejó tan sorprendida al público que Warner Bros escogió al actor para interpretar de nuevo al personaje, esta vez, en la película.

La actuación de Brando y el éxito de la película ha hecho que haya un runrún en el Teatro Español sobre si tomará referencias de la película o harán una versión totalmente diferente. El capitán de este barco lo tiene claro: "Les he dicho a los actores, desde el primer día, que afrontáramos esta obra como si no se hubiera hecho antes y que trabajásemos el texto olvidándonos de las otras versiones que se hayan podido hacer", sentencia el director David Serrano.

Marlon Brando, en blanco y negro, interpreta a Stanley Kowalski.  Cabello corto, camiseta ajustada y expresión seria.

Marlon Brando interpretó a Stanley Kowalski en la película 'Un tranvía llamado deseo', estrenada en 1951. Bettmann / Getty Images

"Pablo es un actor que no tiene absolutamente nada que ver ni con la personalidad ni el físico de Marlon Brando. Intentar imitar lo que hacía Brando sería ridículo. Además, si analizas el texto, [Brando] hizo una versión de Kowalski muy peculiar. El mismo Brando decía que nunca fue un buen casting para Kowalski. Que no era nada adecuado para el personaje. Él hizo su versión, que es muy apabullante, pero, realmente, si analizas el texto, tampoco es la más cercana al espíritu de Williams", indica Serrano.

En la otra cara de la moneda, se encuentra el actor que tiene que meterse en los zapatos de interpretar a Stanley Kowalski, Pablo Derqui, quien confiesa que sigue explorando al personaje: "Llevamos 13 o 14 funciones y lo estoy descubriendo día a día. Kowalski no es lo que aparenta. No solo es un tío rudo que puede llegar a pegar a su mujer. Tiene claroscuros y un complejo de inferioridad muy grande porque es una persona hecha a sí misma, sin estudios, de padres inmigrantes polacos que llegaron a Estados Unidos", indica Derqui. "Se confronta con Blanche, que llega de un pasado de profesores de literatura. Son el agua y el aceite", señala.

Un triángulo amoroso

Stanley, Blanche y Stella, un triángulo amoroso que está abocado a la locura e infidelidad desde el primer segundo. El marido, la mujer y la hermana se ven envueltos en una relación tóxica a tres bandas a la que, cada vez, están más enganchados. Una situación que el actor ha tomado como un reto artístico, ya que tiene que interpretar un rol de "macho dominante" contra dos personajes femeninos.

Esta dinámica ha llevado un exigente proceso de preparación por parte de los actores: "Hemos discutido mucho y eso está bien. Es un punto muy sensible alrededor de del rol de la mujer en sociedad, de la violencia de género, de esa jerarquía o esa lucha que hemos vivido durante muchos años", apunta Derqui.

Escena teatral: Blanche (vestido rosa) con expresión pensativa y Stanley (camisa oscura, cigarrillo) con mirada seria.  Iluminación y fondo azul oscuro crean atmósfera de tensión.

Blanche (Nathalie Poza) y Stanley (Pablo Derqui) vivirán un romance prohibido en 'Un tranvía llamado deseo'. Elena C. Graiño / Teatro Español

"Tenemos opiniones, cada uno la suya y muy ricas. Y de hecho, hace que la obra sea muy dinámica. El personaje de María tiene una contradicción: está con una persona que podría ser violenta, pero se acaba quedando con ella. Blanche anhela un amor imposible, pero al mismo tiempo se va con desconocidos porque malentiende el afecto y, a veces, confunde el amor con la desgracia. Son todo conceptos en torno al amor y el deseo que, en cada uno de los personajes, son diferentes. Seguimos dialogando cada día y encontrando cosas nuevas", indica Derqui.

¿Hacia dónde va el tranvía?

A pesar de que tratar conceptos que, a día de hoy, siguen siendo tema de discusión, es difícil que un proyecto que se estrenó hace casi 85 años no quede desactualizado con el paso del tiempo. No obstante, el equipo detrás del tranvía tiene claro que la obra ha envejecido bien: "Extraordinariamente bien, sobre todo porque los personajes tienen mucha emoción y son muy ricos. Esas cosas nunca envejecen", indica Serrano.

Para finalizar, el intérprete dentro del rudo Stanley Kowalski, presa de la grandiosidad del Teatro Español, concluye con el mensaje que quiere transmitir la obra: "Como decía Williams, habla de la muerte de la poesía frente al bruto, al especialismo más atroz y salvaje. Eso es de lo que hablaba de la función. Como los débiles terminan sucumbiendo ante los fuertes", sentencia.

El elenco y el equipo creativo detrás de este gran proyecto sigue trabajando en el Español para ofrecer al público esta versión de uno de los clásicos del teatro del s. XX. Una obra que nació en 1941, fue impulsora de uno de los mejores actores del mundo, como fue Marlon Brando y que, casi 85 años después, llega a España para presentar esta eterna historia de romance, infidelidad, toxicidad y caos.