La alta abstención acaba con el referéndum sobre los requisitos para solicitar la nacionalidad en Italia
- El Gobierno ha celebrado la falta de participación y ha acusado a la oposición de "pretender su caída" con el referéndum
- La última votación popular con éxito se celebró en 2020, cuando se aprobó la reducción de los miembros parlamentarios
La elevada abstención en Italia ha acabado con el referéndum popular celebrado desde el domingo para aprobar cuatro reformas laborales y una ciudadana. La oposición a la primera ministra, Giorgia Meloni, elevó a referéndum cinco propuestas entre las que se incluyen la reducción de diez a cinco años el periodo de residencia legal para solicitar la nacionalidad italiana y otras medidas laborales. Sin embargo, solo ha participado un 30% de la población al cierre de los colegios electorales, muy por debajo del 50% de participación necesaria para que los resultados tengan validez.
El analista político de la plataforma YouTrends Lorenzo Pregliasco ha reconocido en la cadena italiana SkyTG24 que "son unas cifras muy bajas, por debajo de las expectativas y objetivos fijados por los promotores del referéndum". De hecho, la plataforma ha publicado que la participación ha sido mayor en las regiones norte y centro del país, las más ricas, mientras que en las ciudades del sur menos desarrolladas, la población se ha volcado menos con la votación.
Cuatro reformas laborales y una ciudadana
Le propuesta que más revuelo ha levantado ha sido la reducción de diez a cinco años del periodo de residencia en el país para solicitar la nacionalidad. Esta reforma habría afectado a dos millones y medio de habitantes, según los promotores de la iniciativa. En cuanto a los cambios laborales, uno de los más sonados proponía la derogación de la ley que establece que los trabajadores que han sufrido un despido improcedente desde el 2015 no pueden ser reincorporados a su puesto de trabajo, aunque lo dictamine un juez.
Otra medida buscaba aumentar las indemnizaciones por despido injustificado en las empresas pequeñas, concretamente en las que trabajen menos de 16 empleados. De esta manera, los trabajadores de estas empresas recibirían mayores compensaciones si son despedidos sin justificación, lo que mejoraría su seguridad laboral.
Para combatir la precariedad laboral, una de las iniciativas del referéndum proponía derogar de manera parcial las normas que limitan la duración de los contratos fijos, así como el número de renovaciones de estos, y que exigen un motivo específico para optar a ellos.
La última medida en el trabajo busca mejorar las condiciones de aquellas personas que sufran un accidente o una enfermedad derivada de la actividad laboral. La propuesta pretendía atribuir la responsabilidad solidaria también a la empresa principal, además de a la empresa subcontratada, en los casos de accidentes o enfermedades laborales. Hasta ahora, dicha responsabilidad solamente la tenía la empresa principal en caso de que la empresa externalizada demostrara una falta de supervisión de la actividad laboral.
Meloni acusa a la oposición de usar el referéndum para "hacerle caer"
Flamante en su victoria, el partido de la primera ministra, Hermanos de Italia, ha asegurado que "el único objetivo de este referéndum era hacer caer al Gobierno". Precisamente, el grupo parlamentario ha hecho partícipes a los italianos y ha clamado que "ellos os han hecho caer a vosotros", en relación a los líderes de la oposición que llevaron a cabo la votación.
El diputado Riccardo Magi, del partido progresista +Europa, fue el ideólogo de esta votación, a la que se acabaron sumando otras formaciones políticas, asociaciones y diferentes sindicatos llegando a recabar más de 637.000 firmas. Sin embargo, desde el Gobierno han hecho una fuerte apuesta por animar a los italianos a la abstención. Desde la vicepresidencia, el ministro de Exteriores, Antonio Tajani, y el titular de Infraestructuras y Transportes, Matteo Salvini, han sido dos figuras claves que han abogado por la abstención.
Precisamente, este último ha recordado, horas antes del cierre de las urnas, que "la nacionalidad no es un regalo". "Pedimos reglas más claras y estrictas para ser ciudadanos italianos, no basta con unos años más de residencia", ha finalizado Salvini. De hecho, Meloni visitó el domingo un colegio electoral en Roma pero decidió no emitir su voto, como ya había anunciado.
Italia, segundo país europeo en votaciones populares
Desde 1797, el país ha celebrado un total de 97 referéndums nacionales y 32 subnacionales, según el Centre for Research on Direct Democracy (C2D). Uno de los más importantes se produjo en 1946, tras la caída del dictador Benito Mussolini, cuando la población italiana sometió a referéndum la elección se su nuevo sistema de Gobierno.
En este siglo, únicamente cuatro consultas populares han sido aprobadas. Entre ellas destacan la del 2011, en las que los italianos aprobaron la abolición del plan de construcción de nuevas centrales nucleares y la privatización parcial del suministro del agua. Esta votación consiguió un 54,8% de participación. El último referéndum con éxito se celebró en 2020, cuando la ciudadanía aprobó una reducción del Parlamento disminuyendo el número de diputados de 945 a 600.
Entre las votaciones que no salieron adelante, la del 2006 es una de las más relevantes. En ese momento, Berlusconi propuso una reforma constitucional que incluía mayores poderes para el primer ministro, como la competencia para nombrar y destituir ministros a su gusto, o disolver la Cámara de Representantes con la aprobación del Presidente. Además, incluía la reducción del número de miembros del Congreso y del Senado, y una mayor descentralización.