La erupción del volcán de Fuego en Guatemala obliga a evacuar a 786 personas
- Fuego es la caldera más activa de Centroamérica y una de las mayores del mundo
- La agencia sismológica estatal ha alertado de una corriente de lava de 1,2 kilómetros
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La erupción continuada del volcán de Fuego ha puesto en alerta a la población guatemalteca y ha obligado a evacuar a 786 personas que viven en las comunidades próximas a la caldera, según fuentes de la agencia de desastres estatal CONRED.
El accidente geográfico, situado a tan solo 18 kilómetros de la ciudad Antigua Guatemala, ha producido columnas de ceniza de hasta 4,8 kilómetros de altura y una corriente ígnea de lava que se ha ido acumulando en torno al cráter del volcán, lo cual "podría causar un colapso y la producción de más flujos piroclásticos", según la agencia de sismología guatemalteca INSIVUMEH.
La agencia ha publicado un informe poco después de la medianoche local de este viernes en el que avisaba de que se podía ver una corriente de lava que se extendía a más de un kilómetro. De momento, las autoridades han confirmado que siguen monitorizando la situación. Se ha procedido a la evacuación de las personas de la comunidad de Morelia, una de las más cercanas al accidente, hacia un albergue improvisado en el polideportivo de la localidad de Santa Lucía Cotzumalguapa, a 22 kilómetros de las faldas del volcán.
Los servicios de emergencia actuando en las inmediaciones del volcán CONRED GUATEMALA
Un volcán conflictivo
Con el tamaño del estado de Tennessee en Estados Unidos, Guatemala agrupa 37 volcanes por toda su geografía, aunque la mayoría de ellos están considerados extintos o dormidos. El país forma parte del Anillo de Fuego del Pacífico, una región geológica conocida por su alta actividad sísmica y volcánica.
Sin embargo, el volcán de Fuego es uno de los pocos que sigue activo y es muy conocido por su actividad frecuente. Precisamente, los expertos lo consideran el volcán con mayor actividad de Centroamérica y uno de los mayores en el mundo. De hecho, en junio del 2018 la caldera erupcionó como no lo había hecho en cuatro décadas y dejó más de 200 muertos.
Antes de esa erupción, en 1974, Guatemala sufrió uno de los peores accidentes de su historia. En esa ocasión, la columna de lava dañó por completo grandes áreas de cultivo de café, plátano y sésamo, de igual manera que mató multitud de animales que criaban los aldeanos como consumo familiar. De hecho, las cenizas provocadas por la erupción llegaron a los territorios mexicanos de Chiapas y Oaxaca, hasta el punto de poner al país en estado de alerta.
