El Programa de Vivienda de la ONU alerta de una "emergencia humanitaria" ante la crisis habitacional mundial
- El objetivo del nuevo plan de Vivienda va enfocado hacia una mayor accesibilidad a la tierra y los servicios básicos
- Actualmente más de 1.100 millones de personas en todo el mundo viven en barrios marginales o asentamientos informales
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El Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU - Hábitat) ha dado la voz de alerta a todos los países para que atajen "de inmediato" la "crisis mundial de la vivienda" ante un posible riesgo de convertirse en "emergencia humanitaria", en su segunda asamblea.
La ONU - Hábitat ha retomado las discusiones iniciadas en junio de 2023 este jueve en Kenia. El presidente de la Asamblea del Hábitat, Román Meyer Falcón, el Gobierno de Kenia y la directora ejecutiva de ONU - Hábitat, Anacláudia Rossbach, han puesto el foco en el papel fundamental que ejerce en la vida de las personas "una vivienda adecuada, la seguridad de una pertenencia de la tierra y el acceso a los servicios básicos para alcanzar la paz, la resiliencia climática y la equidad social".
“Casi tres mil millones de personas carecen de acceso a una vivienda adecuada, a un terreno seguro e incluso a los servicios más básicos como el agua o saneamiento“
La ONU - Hábitat es la entidad responsable de las Naciones Unidas para la urbanización sostenible. Actúa con diferentes programas en más de 90 países dando apoyo a los líderes políticos de las comunidades donde operan para crear ciudades social y medioambientalmente sostenibles. En 2024 ofrecieron su apoyo para trabajar en la reconstrucción de ciudades en la Franja de Gaza o Ucrania, una vez acaben los respectivos ataques que sacuden diariamente las infraestructuras de ambas regiones.
Los datos de Rossbach reflejan el actual problema que sufren muchas personas en torno al acceso a la vivienda: "Casi tres mil millones de personas carecen de acceso a una vivienda adecuada, a un terreno seguro e incluso a los servicios más básicos como el agua o saneamiento". Además, según estimaciones del Programa, actualmente más de 1.100 millones de personas en todo el mundo viven en barrios marginales o asentamientos informales así como más de 300 millones experimentan la falta absoluta de vivienda.
La ONU - Hábitat ha renovado su programa a seguir para combatir la situación con varios objetivos, como conseguir ciudades y asentamientos humanos más inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. El órgano de gobierno de la ONU subraya que las ciudades únicamente ocupan el 3% de la superficie terrestre, pero suponen entre el 60% y el 80% del consumo energético y el 75% de las emisiones de carbono, por lo que avanzar en la construcción de viviendas sostenibles mejoraría los porcentajes de contaminación y gasto eléctrico de cara al futuro.
En torno a los fenómenos atmosféricos, como huracanes, tsunamis o sequías, el Programa Hábitat destaca la desigualdad que sufren regiones como Asia o África, más vulnerables a los efectos del cambio climático y a los desastres naturales debido a su elevada concentración de población y a su ubicación. En ese sentido, estiman que mejorar la adaptación de esos territorios a los fenómenos climáticos es "crucial para evitar pérdidas humanas, sociales y económicas".
Renovación del plan de actuación
Durante esta sesión, que durará dos días, uno de los objetivos que deben alcanzar los 193 países miembros de la ONU, además de algunos Estados no reconocidos y organismos internacionales, es la consolidación del Plan Estratégico 2026-2029. Las directrices de este plan van en la línea de la transformación de los asentamientos informales, la mejora del acceso a la tierra y los servicios básicos, el intercambio de conocimientos y mejores prácticas, y la creación de alianzas más sólidas para impulsar soluciones inclusivas y duraderas a la crisis mundial de la vivienda.
Uno de los Estados que se ha pronunciado ha sido Palestina. Su representante ha explicado que optar a una vivienda adecuada "es una necesidad humanitaria" y que la guerra israelí ha "exacerbado la compleja realidad política y económica" y "las restricciones al acceso a la tierra y a la construcción". En relación a los ataques, según datos del Ministerio de Obras Públicas y Vivienda (MoPWH), se estima que más de 240.800 viviendas habían sido destruidas a finales de abril.
Desde Europa, el único país que se ha pronunciado ha sido Hungría. La nación magiar ha puesto el foco en los programas aplicados a la inmigración que tratan de "apoyar a las personas a vivir en su tierra natal" y trabajar para "asegurar las condiciones de vida necesarias que no obliguen a las personas migrantes a abandonar sus países". En ese sentido, el país ha subrayado algunos de sus proyectos que incluyen la renovación de viviendas para familias que huyeron de Homs, en Siria; la creación de refugios para las mujeres y niños yazidíes en Irak, una minoría que ha sido perseguida durante muchos años por el régimen de Saddam Hussein; y la reconstrucción y reparación de los edificios dañados en la explosión del cuatro de agosto de 2020 en Beirut.
En relación al crecimiento sostenible en materia medioambiental, Singapur ha hablado en referencia a los Estados tropicales asiáticos y ha señalado que "uno de los esfuerzos clave que están llevando a cabo es enfriar sus barrios. Desde la isla han mostrado cómo, desde cero, crean sus ciudades "aprovechando los flujos de viento, fomentando la ventilación natural y adoptando nuevos materiales de construcción ecológicos y sistemas de refrigeración energéticamente eficientes".
“25 puestos de trabajo por vivienda se traducirían en casi 14 millones de empleos“
En África, el representante nigeriano ha destacado la importancia del nuevo Plan Estratégico para la creación de empleo. En ese sentido, el país ha lanzado un proyecto de renovación de la vivienda con el que se han generado más de 250.000 empleos, "desde artesanos y proveedores hasta ingenieros y pequeñas empresas", ha señalado el representante. Sin embargo, para combatir el déficit de vivienda que existe en su país, "Nigeria debe construir al menos 550.000 hogares anuales". Los cálculos del Gobierno estiman que "25 puestos de trabajo por vivienda se traducirían en casi 14 millones de empleos cada año", haciendo la construcción un pilar fundamental para la transformación económica y la generación de empleo.
*Alejandro Picó es alumno del máster de Reporterismo Internacional de la UAH con el Instituto de RTVE. Este artículo ha sido supervisado por la redactora jefa de internacional, Paloma de Salas.
