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El Tribunal Supremo confirma que las pinturas murales de Sijena deben volver de Cataluña a Aragón

  • Las obras fueron arrancadas al inicio de la Guerra Civil
  • Actualmente, las piezas se encuentran en el MNAC de Barcelona
Predela del Retablo de la Piedad, expuesta en el Monasterio de Santa María de Sijen ubicado en Sijena (Huesca, Aragón).
Predela del Retablo de la Piedad, expuesta en el Monasterio de Santa María de Sijen ubicado en Sijena (Huesca, Aragón). Europa Press
RTVE.es / AGENCIAS

El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia de la Audiencia de Huesca que ratifica la propiedad aragonesa de las valiosas pinturas murales del Monasterio de Sijena, consideradas una de las joyas del románico español, casi 9 años después de que un juzgado oscense confirmara que debían regresar al cenobio.

La sentencia de la Sala de lo Civil obliga al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) a restituir a la sala capitular del Monasterio de Villanueva de Sijena (Huesca) las pinturas murales, arrancadas al inicio de la Guerra Civil por el funcionario de la Generalitat catalana José Gudiol en condiciones precarias.

Pintura renacentista de la Presentación de Jesús en el Templo, expuesta en un atril. La Virgen entrega al niño a un hombre con túnica roja; otros personajes observan.  Carteles informativos acompañan la obra.

Tabla de presentación de Jesús en el templo expuesta en el Real Monasterio de Santa María de Sijena. Javier Broto

El Supremo descarta que las pinturas fueran usurpadas

Según el Alto Tribunal, no consta en ningún documento que la priora de Valdoreix en nombre del Instituto Religioso de las Hermanitas de Belén ostentara la representación jurídica de la comunidad de Sijena, por lo que no consideran válida la transmisión patrimonial que suscribió para facilitar la permanencia de los bienes del monasterio en Cataluña.

También se descarta la existencia de pruebas de la cesión de las pinturas en favor de la Generalitat por parte de la congregación de Sijena, y se hace referencia a un decreto pontificio que deja en manos de la entonces priora del Monasterio de Sijena, Virginia Calatayud, la posibilidad de ejercer acciones para recuperar las pinturas, derecho que ejerció posteriormente, añade el tribunal, a través del Gobierno aragonés.

El Supremo rechaza, asimismo, la propiedad catalana de las pinturas por usurpación, o derecho sobre una propiedad por uso continuado en el tiempo, ya que, a juicio de los magistrados, el MNAC "nunca llegó a poseer las pinturas murales como dueños".

Vitrina con relicarios y pinturas religiosas (medievales/renacentistas) enmarcadas en dorado; objetos de plata, incluyendo posibles custodias; cartelas informativas ilegibles.

Algunos relicarios expuestos en el Real Monasterio de Santa María de Sijena, ubicado en Huesca (Aragón). Europa Press

A este respecto, la sentencia señala que la propia dirección del museo reconoce en su página web que las pinturas murales ingresaron en la institución mediante depósito, subrayando que el supuesto contrato privado suscrito por la Generalitat con la priora de Valdoreix en 1992 no llegó a ser acreditado durante el proceso.

Tampoco consideran los magistrados que la Audiencia de Huesca incurriera en "incongruencias" respecto a la sentencia de primera instancia del juzgado oscense, afirmación hecha en relación al argumento de la Generalitat de que los jueces de la sala que revisaron el recurso no fueron conscientes del alcance de los planteamientos hechos al no aceptar unos documentos que los recurrentes no llegaron a presentar.

Finalmente, el Supremo rechaza pues en su sentencia los recursos extraordinarios por infracción procesal y los de apelación contra la sentencia de la Audiencia de Huesca y condenan a la Generalitat y al MNAC a devolver las pinturas murales a Sijena y a pagar los costes procesales generados.

"Es imposible trasladar las pinturas sin dañarlas"

El conseller de la Presidencia de la Generalitat de Cataluña, Albert Dalmau, ha afirmado este miércoles que la "prioridad" del ejecutivo catalán es asegurar "la buena conservación" de las pinturas murales del Monasterio de Sijena, tras el fallo del Tribunal Supremo que ratifica la propiedad aragonesa de las mismas.

En declaraciones a los periodistas en Madrid, antes de asistir a la reunión del comité preparatorio de la Conferencia de Presidentes, Dalmau ha dicho que el Govern "analizará" la sentencia del Supremo y actuará a partir del "criterio de prudencia". Además, ha confirmado que el Govern catalán verá "qué recorrido tiene" ante este fallo judicial y evitará tomar decisiones "que puedan perjudicar el mantenimiento y la integridad de las pinturas". Finalmente, Dalmau ha remitido a los periodistas a una comparecencia que llevará a cabo esta tarde la consellera de Cultura, Sònia Hernández.

Minutos más tardes, Hernández ha comparecido y ha pedido "prudencia" tras la sentencia del Tribunal Supremo. Además, ha dicho que los informes de los que disponen apuntan a que es "imposible trasladarlas sin dañarlas de forma irreparable". Finalmente, al igual que Dalmau, ha indicado que la prioridad de la Generalitat es "la preservación del patrimonio" y que los servicios jurídicos están analizando la sentencia.

El MNAC se defiende: "Las pinturas estaban muy dañadas y el museo las salvó"

El director del MNAC, Pepe Serra, ha comparecido tras conocerse la decisión del Tribunal Supremo, valorando el trabajo que ha realizado el centro sobre la restauración y conservación de las obras desde que están en su posesión: "La labor del museo ha sido siempre la preocupación única del museo ha sido siempre la conservación, la protección de estas pinturas. Y esto se ha hecho de forma extraordinaria e impecable durante décadas, al máximo nivel técnico y con los estándares internacionales de primera línea, en un museo público de gran impacto internacional al que acuden decenas de millones de personas", ha apuntado.

"Está la satisfacción y la tranquilidad absoluta desde el punto de vista del museo del trabajo realizado, y bien realizado, en la custodia de unas piezas que nunca han sido propiedad del museo y sobre las que nunca se ha discutido la propiedad, sino la custodia de unos restos de pintura incendiados, muy dañados, que el museo salvó y ha sabido conservar de forma extraordinaria", ha sentenciado.

Los magistrados del Supremo han desestimado cada uno de los argumentos esgrimidos contra la legitimidad del Gobierno aragonés y el Ayuntamiento de Sijena para personarse en la causa en nombre de la comunidad religiosa de las Hermanas Sanjuanistas, propietarias del monasterio, y ejercer acciones civiles dirigidas a reclamar la propiedad de las pinturas.

"No puede entenderse como una actuación que tiene por finalidad la restitución de los bienes a una comunidad religiosa", asegura el Supremo respecto a esta interpretación del derecho canónico, "puede interpretarse como una operación que ponga a esos bienes en peligro de perderse para esa comunidad".

En su resolución, el Supremo rechaza la "pretendida" validez y legalidad del acuerdo suscrito entre la Generalitat y la priora del Monasterio de Valdoreix (Barcelona), al que se desplazaron a principios de los años noventa del pasado siglo las pocas hermanas sanjuanistas que permanecían en Sijena.

Contexto histórico

El conflicto por los bienes del Monasterio de Sijena es una disputa histórica entre Aragón y Cataluña por la recuperación de piezas de gran valor artístico y patrimonial atesoradas en el cenobio.

Durante la Guerra Civil Española, el monasterio fue incendiado y numerosas obras se retiraron y trasladaron, incluyendo pinturas murales y objetos litúrgicos para salvaguardarlas.

Hacia 1960 se comenzó la reconstrucción del monasterio, pero en 1970 las monjas de la Orden de Malta, custodias del conjunto, se trasladaron a un convento en Valldoreix, cerca de Barcelona. Se llevaron numerosas obras de arte, que depositaron para su conservación en el Museo Nacional de Arte de Cataluña y en el Museo Diocesano de Lérida, dado que Sijena, entonces, pertenecía a la diócesis de Lleida.

En las décadas de 1980 y 1990, las hermanas vendieron bienes artísticos, concretamente hasta un total de 97 obras del monasterio, a la Generalitat de Cataluña por 450.795 euros (75 millones de pesetas, aproximadamente). La compraventa objeto de más polémica fue la referente a las 44 piezas que se vendieron al museo de Lérida en 1983. Este lote incluía tres sepulcros de tres prioras, cuatro tablas policromadas del siglo XVIII, pinturas sobre tela del siglo XVIII y altorrelieves de alabastro de mediados del XVI.