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Andriy Portnov: del poder en Ucrania a una vida marcada por la controversia y el exilio

  • Portnov ha sido asesinado a tiros a las puertas de un colegio en Pozuelo de Alarcón, Madrid
  • El abogado estuvo relacionado con la represión de las protestas del Maidán en 2013
Quién era Andriy Portnov, el expolítico ucraniano tiroteado en Madrid
ADRIÁN ROMERO

El abogado y expolítico ucraniano Andriy Portnov, que llegó a ser alto asesor del expresidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, ha muerto tiroteado este miércoles a las puertas del Colegio Americano de Madrid del municipio de Pozuelo de Alarcón.

Los atacantes, aún no identificados, huyeron en dirección a la Casa de Campo, y son buscados por un amplio dispositivo policial con apoyo aéreo. La víctima tenía permiso de residencia en España por "circunstancias excepcionales".

Varios testigos han relatado que han oído seis disparos (cinco en el torso y uno en la cabeza, según los informes preliminares), así como un grito y un pitido prolongado de coche. Portnov tenía enemigos en la política y el mundo económico de su país. Rusia y Ucrania se han acusado mutuamente del asesinato.

El abogado huyó de su país poco después de la invasión rusa en 2022 y vivía en Madrid al menos desde abril de 2024, cuando firmó un poder notarial en la capital en relación con la transferencia a sus hijos de una propiedad en Ucrania, según informan Radio Free Europe/Radio Liberty y Reuters.

Abogado y político que trabajó con líderes prorrusos

Nacido en el Donbás, Andriy Portnov, de 51 años, era abogado y político. Comenzó su carrera jurídica en la década de los 90 en su ciudad natal, Lugansk, con la ayuda, según una investigación del medio Liga.net, de autoridades locales involucradas en actividades delictivas.

Años más tarde se mudaría a la capital, Kiev, donde prestó servicios jurídicos para PrivatBank, uno de los bancos más grandes de Ucrania y cofundado por el controvertido oligarca, Igor Kolomoisky.

Portnov también se familiarizó con la élite política de Kiev e intensificó sus contactos con el político y empresario Viktor Medvedchuk, amigo de confianza del presidente ruso, Vladímir Putin, y apodado el "príncipe oscuro" de la política ucraniana.

A principios de este siglo trabajó para la primera ministra Yulia Timoshenko. Posteriormente, tras la victoria del presidente prorruso Viktor Yanukovich, no dudó en "traicionar" al gabinete de Timoshenko y unirse al equipo de Yanukovich, donde se haría cargo de la reforma judicial.

La trayectoria de Portnov estuvo marcada por conexiones con oligarcas, fiscales, jueces y políticos clave. Su papel en la redacción de las llamadas "leyes de la dictadura" para reprimir la rebelión del Euromaidán selló su imagen pública. Tras la huida a Rusia en 2014 con el cambio de régimen ucraniano, y un paso por Austria, regresó a su país natal en 2019, coincidiendo con la llegada del presidente Volodímir Zelenski al poder.

Sin embargo, y debido a sus vínculos extraoficiales con antiguos consejeros de Zelenski, el mandatario ucraniano llegó a afirmar oficialmente que Portnov no tenía ninguna relación con su oficina presidencial.

De acuerdo con grupos y plataformas de derechos humanos ucranianos, la vuelta de Portnov coincidió con su intervención en varios medios de comunicación. Estas plataformas le permitieron a él y a otros exasesores de Yanukovich distorsionar a su favor los hechos relacionados con los acontecimientos del Maidán.

En esos años volvió a trabajar para los dos bandos: para Medvedchuk y para Kolomoiski. Este último también influyó en el impulso a Zelenski a la presidencia.

En 2022, tras la invasión rusa, huyó nuevamente bajo el pretexto de cuidar a sus hijos menores, que ahora viven en Turquía. Su hijo mayor también salió del país con un permiso falso como voluntario humanitario y jamás regresó. Entretanto, medios nacionales ucranianos como Kyiv Post denunciaron que Portnov continuaba operando desde la sombra. En agosto de 2023, Portnov aseguró a dicho medio que no tenía "contactos extraprocesales ni ilegales con ningún funcionario" del país.

Contrario a ser denominado "prorruso"

A finales de 2024, Portnov ganó un demanda de difamación contra varios medios ucranianos, entre ellos The Kyiv Independent, por ser denominado "prorruso". El tribunal de distrito de Shevchenkivskyi, en Kiev, ordenó a los medios rectificar sus informaciones y pagar 80.000 grivnas (unos 1.700 euros) por vincularlo con un presunto apoyo abierto a Moscú.

Anteriormente, Portnov protagonizó otras cinco demandas contra medios desde abril de 2023, todas dirigidas a publicaciones críticas con su trayectoria. Según la red global International Press Institute (IPI), ningún otro personaje público había presentado tantas demandas contra periodistas en Ucrania en los últimos años.

El artículo que motivó esta última querella fue firmado por el experiodista y actual funcionario del Ministerio de Defensa, Glib Kanievskyi, quien cuestionaba la falta de sanciones contra Portnov. En su momento, el director ejecutivo interino del IPI, Scott Griffen, exigió que las autoridades ucranianas protegieran al periodismo crítico y garantizasen que los tribunales no se convirtieran en herramientas para silenciarlos.

Acusado en EE.UU. de manipular el sistema de justicia

Pero el dato más reseñable sobre sus actividades se encuentra en las acusaciones arrojadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en 2021. El organismo señaló a Portnov por corrupción sistemática, manipulación de jueces, sobornos y socavar reformas judiciales en Ucrania.

"Cultivó conexiones con el aparato judicial y policial mediante sobornos", señalaba el documento, que añadía que "usó su influencia para manipular el Tribunal Constitucional [ucraniano] y bloquear esfuerzos reformistas clave".

La acusación del Tesoro describe un entramado de poder tejido durante años: Portnov habría conspirado con altos funcionarios para moldear el sistema judicial a su favor, comprando decisiones y bloqueando intentos de reforma. Su figura, afirmaba el texto, era emblemática de la corrupción estructural que socavaba el Estado de derecho en Ucrania en esos años.

Sin embargo, lejos de mostrarse afectado, Portnov celebró las sanciones. En una entrevista en 2023 declaró: "Desde las sanciones, mucha gente me mira con interés". A pesar del contundente expediente estadounidense, la justicia ucraniana nunca lo ha condenado.

Investigado por la UE y el servicio secreto ucraniano

Portnov también fue investigado por la Unión Europea (UE) por apropiación indebida de fondos públicos y de violaciones de los derechos humanos, hechos por los que sus cuentas fueron congeladas temporalmente por el Tribunal General de la UE. De hecho, figuró en una lista negra de la organización por estos hechos y llegó incluso a ser investigado también por el servicio secreto de Ucrania acusado de alta traición por su afinidad con Rusia, según EFE.

En 2018, y durante su "exilio" en Austria, el Servicio de Seguridad de Ucrania abrió una investigación contra él por sospecha de traición al Estado, alegando su participación en la anexión ilegal de la península de Crimea por parte de Rusia. La causa penal se cerró en 2019. Dos años más tarde, su antiguo compañero, Medvedchuk, fue acusado de alta traición, de intentar robar recursos naturales de Crimea y de entregar secretos militares ucranianos a Moscú.

Desde los eventos del Maidán, medios ucranianos han investigado extensamente las vinculaciones de Portnov con figuras como Medvedchuk, quien empleó medios afines (ZIK, 112.ua y NewsOne) para legitimar la narrativa del Kremlin sobre la anexión de Crimea y el conflicto en el Donbás.

En 2020 periodista del medio digital independiente ucraniano Hromadske TV, Anastasia Stanko, y fiscales como Oleksiy Donsky, documentaron pruebas contundentes contra estas plataformas por sembrar campañas de desinformación y generar dudas, reescribir la historia y promover amnistías a los represores. Con su asesinato, muchas de esas incógnitas continuarán sin resolverse.