Tom Cruise, contra la IA y el miedo en Cannes: "Es una emoción que no me paraliza"
- El actor presenta en el festival Misión: Imposible- Sentencia Final, cierre de la franquicia de aventuras
Cuando Tom Cruise pisa el Festival de Cannes se espera cualquier cosa. Hace tres años, en el estreno de Top Gun Maverick, cazas del ejército francés pintaron con estelas de humo la bandera francesa sobra la alfombra roja y por eso ayer fue una sorpresa que Cruise entrase en la alfombra roja sencillamente caminando.
Cruise es un género en sí mismo que todavía vive en la ilusión del tiempo congelado. Misión: Imposible- Sentencia Final puede ser la última entrega de la saga, pero no hay nada crepuscular en ella, más allá de las múltiples referencias a las ocho películas de la saga que inició Brian de Palma en 1996 y que comanda ahora Christopher McQuarrie, guionista y director de las últimas cuatro entregas.
La nueva trama es que una IA llamada Entity prácticamente ha tomado el control del mundo gracias a su facilidad para falsificar información. Las potencias nucleares, incapaces de verificar lo cierto de lo falso, se encaminan a la destrucción mutua y la única salvación es acceder al código fuente que reposa en un submarino ruso hundido en los abismos oceánicos.
Tom Cruise, en la alfombra roja de Cannes. Lewis Joly/Invision/AP
Ethan Hunt, o Cruise, está ahí para impedirlo y luchar contra algunos demonios: es involuntariamente responsable de que el archivillano Gabriel, interpretado por Esai Morales, creara Entity, y le pesan, más que los años, los compañeros de viaje caídos por el camino. Si algo define la nueva entrega es el agua, hielo y frío, con las misiones en territorios polares y en condiciones extremas para el cuerpo humano.
Cruise: “Para crear algo, no pidas permiso, solo hazlo”
Misión: Imposible- Sentencia Final es el respiro blockbuster fuera de la competición que Cannes se concede cada año. Pero el festival ha ido un paso más allá, otorgando a Christopher McQuarrie un encuentro con el público, espacio habitualmente reservado a leyendas o cineastas de autor.
“En los años 50, los críticos de la Nouvelle Vague señalaron que Hitchcock era un gran artista”, defendió el delegado general de Cannes, Thierry Frèmaux. “Estamos familiarizados con el trabajo de McQuarrie para Cruise y pensamos que era hora de honrar su trabajo. Es una franquicia, pero tiene una gran trama”.
McQuarrrie distinguió en su charla: “Billy Wilder, David Lean o William Wyler empezaron con puestos de asistente antes de construir su ascenso. Ahora cuando un director joven hace una película pequeña que gana dinero, la industria lo agarra y supone: ‘si le damos a esta persona 200 millones de dólares, nos hará ganar mil millones’. Eso puede ser destructivo y más o menos es lo que me pasó (con 28 ganó el Oscar a mejor guion original por Sospechosos habituales). Tuve que bajar mis ambiciones y aprendí mucho en esa posición de copiloto”.
La sorpresa de Cruise fue en realidad aparecer por sorpresa en la charla para defender lo que siempre ha defendido. “Cuando hagas una película, cuando crees algo, no pidas permiso. Hazlo. No esperes que todo sea perfecto porque nada lo es nunca. Incluso si eso significa cometer errores y crecer a partir de ellos. Para resumir lo que pienso sobre el miedo: lo encuentro emocionante. Me gusta sentir la adrenalina. Me gusta confrontarme con nuevas culturas, nuevas geografías. Esto es lo que deseo para todos”.
Misión Imposible termina, pero ¿termina Cruise como héroe ya con 62 años? De momento, en un giro hacia el otro Cruise -el también prestigioso actor que ha rodado para Coppola, Scorsese, Kubrick, Spielberg o P.T. Anderson-, su nuevo proyecto es una película con Alejandro G. Iñárritu. Queda mucho Cruise.